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El teniente coronel José Alberto Barja, durante la entrevista. Sandra Santos
Entrevista con el jefe del V Batallón de la UME, José Alberto Barja

«La idea es ir transfiriendo intervenciones y que la UME esté en reserva por si hubiera otras crisis»

El mando del batallón leonés de la Unidad Militar de Emergencias explica en qué momento se encuentra el despliegue en el país, aborda la situación de las residencias sociosanitarias y reconoce que la UME saca fuerzas «del apoyo de la gente»

Nacho Barrio

León

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Jueves, 23 de abril 2020, 12:42

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Curtidos en incendios, inundaciones, terremotos y toda catástrofe natural que amenace en el planeta, la Unidad Militar de Emergencias se enfrenta ahora a una batalla en la que el enemigo no da la cara. Aparece sin ser visto y obliga a trabajar intensamente para adivinar su siguiente movimiento en un tablero en el que empezó dominando, pero en el que va perdiendo piezas según avanza la partida.

En esa trinchera invisible está el V Batallón de la UME. El Ferral del Bernesga coordina las jugadas de 500 efectivos que desde el 15 de marzo no conocen el descanso. Su fuerza sigue siendo el apoyo de la gente, como explica el jefe del batallón leonés, José Alberto Barja. Aún no se ha cumplido un año de su liderazgo pero el reto ante el que se enfrenta cada dia el teniente coronel es de los que marcan la hoja de servicios. «Estamos escribiendo una página de la historia de España», asegura. Y todo apunta a que tras la tempestad de esta catástrofe, su esfuerzo pondrá uno de los sellos de esa página que aún tiene en el aire su final.

- Sumamos más de treinta días de estado de alarma en los que la Unidad Militar de Emergencias (UME) se desplegó desde el primer momento. ¿Cómo evolucionan los cometidos del V Batallón?

- Seguimos trabajando al máximo rendimiento de las capacidades que tenemos. El V Batallón atiende las necesidades de cuatro comunidades autónomas (Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria). Seguimos atendiendo a esas necesidades de apoyo focalizadas en los centros de salud y residencias de mayores.

- Estas residencias han sido un punto especialmente trágico en esta pandemia. ¿Cómo está la situación en estos centros?

- Han sido un punto donde el virus está incidiendo con mayor virulencia, al ser población de riesgo aquí en León, como en el resto de provincias, les está afectando seriamente. Es una situación complicada, pero con todos los trabajos coordinados de las diferentes administraciones y de las propias residencias se está intentando minorar los efectos desastrosos que están viviendo tanto trabajadores, que están siendo infectados, como residentes.

- ¿Han pasado ya por todas las de la provincia?

- El criterio no es tanto si el cien por cien están cubiertas, sino que se trabaja en función de las necesidades de cada una. Hay residencias a las que hemos ido varias veces y otras a las que no ha hecho falta ir. El criterio es el porcentaje de personal, tanto residentes como trabajadores, que ha contraído el virus. En función de eso hemos ido a hacer tareas de desinfección propias tanto interiores como exteriores, zonas de tránsito y zonas calientes. Además hemos tratado de apoyarles para organizarse internamente de forma que se establezcan protocolos para mantener separados los ámbitos de trabajo. En León hemos atendido a cerca de 70 residencias.

«Hemos tratado de apoyar a los trabajadores de las residencias para organizarse internamente, de forma que se establezcan protocolos para mantener separados los ámbitos de trabajo»

trabajo en residencias

- ¿Han encontrado situaciones anómalas o inesperadas en estas residencias? Las cifras de fallecidos son dramáticas.

- Los datos de fallecidos no los manejamos nosotros, pero lo cierto es que no hemos presenciado ninguna situación compleja, nuestra labor y asistencia como te comentaba va encaminada a tratar de mitigar los contagios para que los trabajadores puedan seguir atendiendo y prestando el servicio que merecen los residentes.

- ¿Qué les trasladan los ciudadanos cuando se encuentran con ellos?

- Un poco de todo. Obviamente recibimos, como el resto de trabajadores servicios esenciales, el agradecimiento y el cariño que para nosotros supone una gran satisfacción. También nos plantean dudas, que al principio estaban enfocadas en el virus y en cómo actúa. Estas dudas se van resolviendo según lo van explicando las autoridades y los protocolos se van adecuando.

«Obviamente recibimos, como el resto de trabajadores servicios esenciales, el agradecimiento y el cariño que para nosotros supone una gran satisfacción»

apoyo de la sociedad

- La UME fue punta de lanza del despliegue del ejército en las calles. Después de más de un mes, ¿en qué fase se encuentran? ¿Cuál será el próximo escenario?

El domingo 15 de marzo la UME se desplegó en varias ciudades y provincias para manifestar las nuevas medidas que marcaba el Real Decreto del Estado de Alarma, evolucionando en los cometidos pasando a la desinfección de infraestructuras críticas, como estaciones de tren, de autobuses y viales públicos. Ahora estamos en la fase focalizada en residencias e instalaciones críticas por el número de infectados. Ejército de Tierra, Armada y Ejército del Aire se han puesto en funcionamiento y estamos solapando esos cometidos de tal forma que podamos abarcar todas las necesidades que nos piden las comunidades y ministerios.

A partir de aquí tenemos pendiente una prórroga de ese estado de alarma y en función de las decisiones que tome el Gobierno veremos si seguimos con estos cometidos o evolucionamos a otros. Ahora mismo no tenemos más pauta que ese 26 de abril para ver cómo evoluciona la situación.

- La presencia militar en las calles parece haber bajado en estos días, ¿la misión de desinfectar las zonas públicas está cumplida?

- Al principio se desinfectaron zonas públicas para evitar contagios donde había habido mucha gente, cuando el confinamiento no era tan estricto. Nos volcamos en mercados, grandes superficies, ayuntamientos y transporte público. Con el confinamiento y la consiguiente reducción del movimiento en las calles no se ha detectado gran carga viral en esas zonas.

- Desde el primer día todos los militares del V Batallón de León han estado al servicio de la situación. ¿En qué número se han desplegado?

- El V Batallón, que cuenta con cerca de 500 militares, ha estado con todos los efectivos empleados desde el primer momento. Ha habido militares en primera línea del frente, como son los soldados y mandos de esas unidades, como son los de compañía. Sostener logísticamente este amplio despliegue, que va desde A Coruña hasta Soria y desde Salamanca hasta Oviedo, implica tener personal en León que coordine los desplazamientos y haga esa gestión logística con el resto de Fuerzas Armadas y con el mando operativo. Así como referencia, el V Batallón ha tenido desplegados en los primeros días a 300 militares en estas cuatro comunidades y ahora mantiene una permanencia diaria de entre 150-170 desplegados y unos 20-30 en la base de León dando ese apoyo logístico y de gestión.

«El V Batallón ha tenido desplegados en los primeros días a 300 militares en estas cuatro comunidades y ahora mantiene una permanencia diaria de entre 150-170 desplegados y unos 20-30 en la base de León dando ese apoyo logístico y de gestión»

despliegue

- La UME ha estado en situaciones tan diversas como incendios, terremotos, inundaciones y todo tipo de catástrofes en las que el enemigo era claramente reconocible. ¿Esta situación es la más extrema a la que se han enfrentado?

- Definitivamente es algo que no teníamos previsto hace un año, algo que a lo que la UME se ha adaptado con cierta rapidez. De los cinco batallones desplegados por toda la geografía española, nosotros estamos focalizados en tormentas invernales, incendios forestales e inundaciones, pero hay un grupo especializado en la lucha contra riesgos nucleares, biológicos y químicos. Ese grupo venía siguiendo la crisis del coronavirus desde China e Italia y nos ha permitido transicionar las capacidades del batallón a esta lucha contra este enemigo invisible, facilitándonos los protocolos, procedimientos y equipos necesarios para poder intervenir con rapidez a los pocos días. Esto ha sido posible por la experiencia y solidez de este batallón y de la UME en general para intervenir en situaciones de emergencia. Nos hemos apoyado en el personal, que está curtido en diversas situaciones, y esa dureza personal y anímica es la que permite que podamos afrontar con garantías esta misión.

- ¿En algún momento se han visto sobrepasados?

- Está claro que cuando uno habla con cada uno de ellos, después de ver a los mayores en situaciones delicadas, son partícipes de sus historias, que moralmente les afectan y se traen para casa. Es verdad que en incendios o inundaciones el contacto no es tan directo, aunque hay gente que pierde bienes como viviendas o explotaciones ganaderas. El personal del V Batallón está acostumbrado y tiene preparación psicológica para afrontar estas situaciones. También es verdad que hemos reforzado el batallón con apoyo de psicólogos, que nos está ayudando a alentar a nuestro personal interveniente para manejar estas situaciones complejas.

«Hemos reforzado el batallón con apoyo de psicólogos, que nos está ayudando a alentar a nuestro personal interveniente para manejar estas situaciones complejas»

ayuda de psicólogos

- ¿En esta crisis la UME aprende o afianza lo que ya sabía?

Estamos aprendiendo todos los días, es una crisis nueva en la que adaptamos protocolos, identificamos mejoras y desde el día 15 de marzo hasta hoy constantemente nos estamos adecuando a la situación, que es cambiante. Cada vez conocemos más cómo funciona el virus y somos capaces de ser más eficientes en nuestra respuesta. Está claro que tanto las administraciones públicas como nosotros estamos identificando nuestras fortalezas que tenemos y los puntos a mejorar para seguir trabajando para la siguiente crisis.

- ¿De dónde saca las fuerzas la UME para afrontar el día a día?

- Se sacan del apoyo de la gente a la que servimos, para nuestros militares lo fundamental es servir a la sociedad, como pasa con el resto de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y con los sanitarios, la fuerza está en saber que tenemos que apoyar y dar lo mejor de nosotros mismos para salir de esta situación. Os pasa también a los periodistas, porque entre todos estamos escribiendo una página de la historia de España y hay que estar ahí, eso es lo que nos da fortaleza y nos anima a seguir trabajando.

- ¿Intuyen cuándo se producirá el repliegue de la UME?

- Estamos mirando a medio plazo porque somos conscientes de que las campañas de lucha contra los incendios forestales están cerca, pensamos en esa desescalada solapada con el resto de capacidades de las Fuerzas Armadas. Llevamos unas semanas trabajando de forma coordinada y existen planes de ir transfiriendo el número de intervenciones al resto para que la UME pueda estar en cierto modo en la reserva por si hubiera crisis de otro tipo, o que en ésta hubiera un repunte, cosa que no se puede descartar.

- Parece pronto para responder a la pregunta del millón: ¿Cuándo acabará todo?

- Hay que estar mentalizados de que esto va a ir para largo, porque si lo hacemos así es más fácil de llevar. Esperamos que poco a poco volvamos a la normalidad, aliviando las restricciones. Vamos a irlo viendo, porque parece que los indicadores de los ministerios dan una tregua. Vamos a ser optimistas siendo conscientes de que aún hay muchos infectados, por lo que tenemos que mantener el pulso para mitigar los daños.

«Entre todos estamos escribiendo una página de la historia de España y hay que estar ahí, eso es lo que nos da fortaleza y nos anima a seguir trabajando»

historia de españa

- ¿Se sienten reconocidos en el aplauso de las ocho de la tarde?

- Esos aplausos que cada día da la gente desde sus casas creo que principalmente van para aquellos que están salvando vidas directamente en centros de salud y hospitales, van dirigidos para aquellos que están todo el día trabajando en la calle exponiéndose, a los trabajadores de supermercados, transportes, a los agricultores y a todos aquellos que como vosotros seguís trabajando. En definitiva, a los que en estos días de crisis estamos exponiendo nuestra situación personal y condicionantes familiares para sacar una situación y un trabajo en beneficio de los demás. Nos sentimos parte de ese gran colectivo, nos sentimos identificados en esos aplausos y entre todos lograremos vencer a este virus.

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