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el norte
Viernes, 18 de noviembre 2016, 13:48
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Tamará Falco llegaba en la noche del miércoles a la gala de entrega de los premios Marie Claire, en la que recibió el galardón de 'icono nacional'. Nada más ver a los periodistas en frente, antes de que comenzarán a que le preguntaran por su cambio físico, la joven se lanzó rápidamente al 'ruedo' para decirles: «Tengo un problema de tiroides, que es algo largo y pesado. Aunque estoy poniendo todo para solucionarlo, hace falta tiempo. Me agobié bastante, pero luego he aprendido a amar las curvas femeninas. Y aquí estoy, explicando, antes de que preguntéis, por qué me veis más gorda».
Pero la hija del marqués de Griñón e Isabel Preysler no sólo llamó la atención por su figura, sino también por un estilismo recargado y poco favorecedor. El vestido que escogió para la fiesta, un modelo en terciopelo de color rosa palo, gasa, pasamanería negra y plata, era un 'Tamara Falcó', diseñado por ella misma. Aprovechando el tirón, reveló que su madre le ha encargado el de su boda con Vargas Llosa.
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