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Segundo debate electoral candidatos a la presidencia de la Junta de Castilla y León. Ramón Gómez

Debate: Igea pasa al ataque a izquierda y derecha mientras Mañueco se enfoca en Tudanca

La tensión provoca un debate duro y sin aliados

Antonio G. Encinas

Valladolid

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Martes, 21 de mayo 2019

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Comenzó a hablar Alfonso Fernández Mañueco y en su primera intervención conectó tres mensajes consecutivos contra Tudanca. Fue un anticipo de lo que estaba por llegar en la segunda toma del debate electoral entre candidatos a la Presidencia de la Junta. Mañueco contra Tudanca, Tudanca contra Mañueco (pero menos), Pablo Fernández contra todos, Igea contra Mañueco, Mañueco contra Igea... De la contención y el corsé del primer día a las interrupciones y el punto socarrón. «Les veo a ustedes muy coordinados», espetó Mañueco a Igea y Fernández en una ocasión. «Entre tanta mentira diga alguna verdad», le replicó el de Podemos. «Hay cosas que a uno le llevan los demonios», masticaba Igea. Y todo eso antes de que llegara el bloque sobre los pactos postelectorales, cuando de verdad se desató el enfrentamiento.

Y de preguntas sin contestar.

Como la de Mañueco a Ciudadanos: «Con el PSOE los servicios públicos están en riesgo, ¿va a ser Ciudadanos cómplice?». O la de Ciudadanos a Mañueco, «¿va usted a acabar con los aforamientos, con los chiringuitos?», seguida por otra de Ciudadanos a Tudanca, «¿va a votar en contra de la financiación autonómica?».

Ese mandoble doble de Igea a derecha y a izquierda marcó con nitidez la estrategia naranja. Atacó a Mañueco en 13 ocasiones y a Tudanca en 7. Incluso lanzó 5 directos a Podemos. Pablo Fernández arremetió contra todos, pero más contra Mañueco (16 veces) y Ciudadanos (9), que contra el PSOE (7).

Fue Mañueco el que más fijó el objetivo. Enfocó la crítica en el PSOE; al que considera el gran rival de cara a la victoria del domingo: en 21 ocasiones se abalanzó contra Tudanca. El líder socialista, en cambio, varió de plan respecto al primer día. Atizó al PP, claro, pero con menor intensidad, solo 11 veces. Quiso mostrar programa y pedir el voto. Lo hizo 6 veces antes del tramo final. Y solo atacó a Ciudadanos y Podemos en 2 ocasiones a cada uno. Terminando el debate, la votación está casi servida.

Mañueco repitió equipo de asesores y puesta en escena

Alfonso Fernández Mañueco llegó con unos minutos de adelanto y tuvo que hacer tiempo para no cruzarse con Luis Tudanca. Accedió al plató acompañado del responsable de prensa del PP de Castilla yLeón. En el camerino habilitado para el candidato popular le asesoraron dos de los tres últimos portavoces de las Cortes, Alicia García, exconsejera de Familia, y el experto en telegenia y comunicación política que trabaja para el PP nacional.

  1. Pactos postelectorales

    Cs se reivindica como la opción frente al bipartidismo y huye de pactos con PSOE y PP

A Francisco Igea se le rifan a su izquierda y a su derecha, pero él se resiste al abrazo del oso. Y lo seguirá haciendo hasta el día después del 26-M, por mucho que le acometa Alfonso Fernández Mañueco con que es el caballo de Troya que permitirá gobernar al socialista Luis Tudanca y por mucho que este intente desbrozar el terreno de futuros pactos. «Hay una tercera opción que no es ni el PP ni el PSOE. Nosotros somos el cambio, la lucha contra la corrupción. Ellos no van a cambiar nada. Nuestro pacto no será con el señor Tudanca, no será con el señor Mañueco, será con ustedes, los ciudadanos». Francisco Igea, candidato de Ciudadanos a presidir la Junta de Castilla y León, aprovechó el debate de ayer para reivindicarse como una tercera opción frente al bipartidismo.

El candidato de Cs resaltó que la política es un pacto y que este se resume en el «programa». A saber, tolerancia cero con la corrupción, fin de los «chiringuitos» autonómicos (puso como ejemplo la empresa pública Somacyl), ni agua para los que «ahogan fiscalmente a los ciudadanos» y compromiso de no plegarse a las exigencias del PNV y los nacionalistas catalanes en el reparto de la financiación autonómica. Eso planteó Igea, en una confrontación dialéctica en la que las posiciones de unos iban engarzándose con viveza con las de los otros.

Una pregunta tras otra

Mañueco no se bajó del argumento de que Tudanca pactará con Igea –el Dúo Dinámico de PSOE y Cs, ironizó–, situando reiteradamente al socialista como el dirigente que puede gobernar la Junta. Este último mantuvo una línea moderada recordando que ha llegado a acuerdos con todos en temas de comunidad como la PAC o la financiación estos años de atrás y retando a Pablo Fernández a que siga los pasos de Sarrión y garantice «que no va a ser un obstáculo para el cambio». El candidato de Podemos reprochó a Tudanca que se alió con el PP de Herrera «en el pacto de la vergüenza» para limitar la acción de la comisión de investigación de las cajas de ahorros y que ahora le pone ojitos a Cs, «alfombra naranja» de Juan Vicente Herrera desde 2015. «¿Usted va a pactar con Cs?», preguntó Fernández a Tudanca, admitiendo que sobre ese posible escenario de acuerdo rojo-naranja coincidía con Mañueco.

Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca saludan efusivamente a Francisco Igea, mientras Pablo Fernández consulta sus notas en el atril.
Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca saludan efusivamente a Francisco Igea, mientras Pablo Fernández consulta sus notas en el atril. Gabriel Villamil

Tanta insistencia llevó a Tudanca a ironizar sobre cómo han cambiado las cosas, con un candidato del PP debatiendo sobre quien va a pactar con los socialistas en Castilla y León. «Aquí no vale pactar sobre encuestas. Lo importante es el voto de los ciudadanos. Lo primero es el voto y luego la obligación de dialogar con todos», apuntó, presidencialista, Luis Tudanca, que avanzó que la decisión final sobre cualquier alianza de gobierno recaerá en los militantes del PSOE.

Francisco Igea planteó una ofensiva de argumentos en forma de preguntas a sus contendientes. Y se hizo hueco con ellas. «¿Va a acabar con todos los aforamientos y con Somacyl? Conteste aquí y ahora», inquirió a Alfonso Fernández Mañueco una, dos, tres, cuatro, cinco veces. El popular optó por el silencio. Como también hizo Tudanca cuando Igea le retó a que se comprometiera a que los diputados y senadores socialistas de Castilla y León no apoyarán iniciativas de financiación pro vascos y catalanes y en detrimento del interés de la comunidad. En la recámara tenía el dirigente de Cs el acuerdo para mejorar el cupo vasco que alcanzó Mariano Rajoy para que el PNV aprobara su último presupuesto y que el PSOE permitió que saliera adelante.

«Somos una garantía de buen gobierno, somos lo que hemos sido siempre. Cs, si puede, va a dar sus votos para que haya un Gobierno socialista en Castilla y León», remarcó Fernández Mañueco, quien cuando el candidato del PSOE le invitó a garantizar que no pactaría con Vox, respondió con que «esa formación de la que usted me habla no esta aquí», que puede no estar nunca y que era como si él preguntara al PSOE si iba a sellar alianzas con los animalistas del Pacma.

Ni novia ni salvavidas

Ante la insistencia de los candidatos delPP y de Podemos, Igea bromeó con que parecía la «novia» del debate y recordó a Mañueco que ciudadanos no es «su salvavidas, nosotros venimos a cambiar las cosas». Y dio pie a Tudanca para alargar la ironía: «No sé quien es la novia, pero sí parece que está claro quién va a presidir la comunidad». Luego recomendó a Fernández que no se equivocara de «enemigo».

«Usted sabe que no va a ser presidente de la Junta y va a pactar con...», atacó Mañueco a Igea, que le cortó en seco: «Vamos a pactar con el cambio y la reforma. Somos la tercera opción» . Cerró el asunto Tudanca, llamando a la movilización del electorado para el 26-M, que será el día previo que marcará el día de después, que será el de las negociaciones.

Tudanca, con la idea de mantener la misma estrategia

Luis Tudanca accedió a la Feria acompañado de Ana Sánchez, secretaria de Organización del PSOE regional. Posó para los fotógrafos relajado y aseguró que no pensaba variar la estrategia del día 14 porque se había sentido cómodo. El socialista preparó el debate con el mismo equipo con el que encaró la cita anterior: la soriana Virginia Barcones, el leonés Óscar Álvarez, el vallisoletano José Francisco Martín y el periodista Manuel Iglesias.

  1. Infraestructuras

    Los aspirantes hurgan en las carencias históricas de la región

Castilla y León arrastra carencias históricas que, en puridad, no corresponde solucionar a un Gobierno autonómico. Sin embargo, PP y PSOE han ostentado a lo largo del tiempo la presidencia del Gobierno español y eso, a ojos de Ciudadanos y Podemos, les lastra en un tema como las infraestructuras. Francisco Igea fue el más elocuente a este respecto: «Me queda poco pelo por tomar y no estoy preocupado, pero que ustedes [Mañueco y Tudanca] se echen en cara la autovía del Duero y la de León es de traca. La Autovía del Duero se comenzó a hablar durante el cerco de Numancia», sentenció con sorna el candidato naranja.

De él salieron un par de dardos complicados de capear para los candidatos de PP y PSOE. Y salieron del lance de forma desigual. A Mañueco le echó en cara que «hay toneladas de hormigón vacías a las afueras de Burgos, han metido allí 40 millones enterrados», o que «la variante de Guardo acabó en el juzgado y es dinero enterrado», y en ambos casos el candidato popular salió por peteneras. A Tudanca le azuzó las autovías olvidadas durante los mandatos nacionales socialistas y este optó por un 'mea culpa' con ánimo pacificador. «Reconozco que se debió hacer mucho más y mucho antes en algunas infraestructuras, pero hemos adelantado mucho en estos meses, hemos liberalizado la autopista en Burgos, por la que se había peleado mucho tiempo».

Puesto a buscar puntos a favor, Mañueco tiró de programa electoral. Del suyo y del ajeno. «El Corredor Atlántico, el eje noroeste, es el proyecto más importante que tiene Castilla y León, implica a tres países, y se aportarán 16.000 millones de inversión, de ellos 3.000 en Castilla y León. Aquí tiene su programa, señor Tudanca –y mostró una hoja vacía–, no me he equivocado, está en blanco, es lo que dicen ustedes del Corredor Atlántico».

Pablo Fernández aprovechó para reclamar aquellas infraestructuras que, de algún modo, pueden llegar a depender de un Gobierno autonómico. «Seguimos con la ausencia de Internet de banda ancha, que el señor Mañueco va a prometer tras haber gobernado treinta años», dijo. Y efectivamente, Mañueco, como todos los candidatos, aseguró que esta vez sí, que va a llegar.

«Nunca han apostado por los parques tecnológicos, ¿saben cuánto destinaban ustedes a la Ciudad de la Energía? 3.000 euros. No tengo nada más que decir», le espetó. Aunque Fernández tampoco eludió las reivindicaciones históricas de las grandes obras pendientes. «No puede ser que le costara menos a Ulises llegar a Ítaca que a mucha gente llegar a Soria en pleno siglo XXI», dijo.

Tudanca eligió pasarse al lado reivindicador y aprovechó las cifras de la Cámara de Contratistas para discernir entre PP y PSOE. «8.000 millones de inversión para Castilla y León en 15 años del PP en España, frente a 12.000 en 7 años», señaló. Y el candidato popular replicó: «Nunca votaré en el Congreso, como hizo usted, los recortes del señor Zapatero, que recortó 6.000 millones en infraestructuras en Castilla yLeón».

Mañueco quiso reivindicar a los suyos con algunas cifras, aunque en cuestiones de infraestructuras de envergadura nunca será laJunta la que ponga la mayor parte, aunque solo sea por una cuestión de potencial presupuestario. «La modernización de infraestructuras es un hecho de la mano del PP. De los 11.500 kms de la red de carretera hemos renovado 1.350 en la última legislatura. Hemos invertido 50 millones en centros logísticos y polígonos industriales», dijo. Y anunció «una tarifa superreducida para jóvenes y personas mayores para desplazarse por todo el territorio autonómico.

A cambio, tuvo que escuchar cómo Tudanca le mostraba una foto en la que salía el popular ante una maqueta. «Es del 2006, del hospital de Salamanca, ya era usted consejero, que luego habla de renovación, dijo que estaría hecho en 2012 y estamos en 2019 y no se ha acabado».

Vivienda asequible

Podemos y Ciudadanos fijaron su objetivo, a la hora de desgranar programa, en la vivienda, aunque con sus matices particulares. Pablo Fernández señaló que debe existir un «parque público de vivienda de al menos un 20% del mercado para garantizar el acceso a ella a las familias y los más jóvenes». Y Francisco Igea advirtió de que, aunque «hay que conseguir que haya más vivienda en alquiler», es preciso «asegurar que tendra un precio justo y que el arrendador podrá cobrar y liberar sus casas cuando haya una ocupación irregular».

Fernández: «Voy a ser yo mismo, puede pasar de todo»

Pablo Fernández fue el único de los candidatos que confesó llegar al debate con ciertos nervios. Frente al anterior, en el que se le notó el esfuerzo por mantener la contención gestual y dialéctica, el candidato de Podemos señaló con cierta ironía antes de acceder al plató que iba a ser «el mismo, con los cual puede pasar cualquier cosa». Acompañaban al aspirante morado a presidente de la Junta la periodista Ana González, además de Javier Cembellín y Braulio Llamero.

  1. Sanidad

    Mañueco defiende un servicio «de primera» donde la oposición ve caos

Pareció que hablaron de dos modelos sanitarios diametralmente opuestos. El del PP, «de primera». El de PSOE, Cs y Podemos, con matices diferentes, el de una gestión que deja mucho que desear y una prestación atenazada por los recortes. Entre los cuatro candidatos a la Junta que participaron en el debate sobre la Sanidad hubo críticas, propuestas, casos concretos que explicaban por sí solos la lista de espera y puyas directas entre los participantes.

Alfonso Fernández Mañueco achacó esas estrecheces que ha afrontado la sanidad pública a la «crisis provocada por los socialistas» y recalcó que «tenemos un modelo que funciona en Castilla y León, lo dice la Federación de Plataformas por la Sanidad Pública», entidades que definió como poco sospechosas de practicar seguidismo del PP. «Tenemos 3.600 consultorios locales. Solo Salamanca tiene más que Asturias y Cantabria juntas», explicó el dirigente del PP, que acusó a Francisco Igea de querer suprimir esos consultorios locales.

«Confunden el ladrillo con los servicios, hacen edificios para las constructoras. 3.000 consultorios sin internet, sin ecógrafo, no dan salud», replicó el candidato de Cs, que planteó una enmienda a la totalidad de la gestión sanitaria del PP para poner fin a «profesionales desmotivados, con contratos mes a mes; listas de espera que se ocultan y se maquillan y una gestión caótica. Los ciudadanos quieren una sanidad gestionada por quien sabe».

«El mundo ideal que pinta el señor Mañueco no existe. El mejor ejemplo de lo que ha pasado es la privatización del Hospital de Burgos, lo hemos combatido antes de que existiera incluso Cs. Sus 700 millones de sobrecoste, lo mismo que los recortes del PP en Sanidad. Vamos a revertir el hospital de Burgos para el modelo íntegramente público», remarcó Tudanca, con dardo compartido para Mañueco e Igea, quien momentos antes había recordado que solo un partido había llevado el sobrecoste del HUBU ante la Fiscalía y había sido la formación naranja.

«Defendemos una Sanidad 100% pública, ser patriota es cuidar de nuestra gente. Vamos a revertir los recortes perpetrados por PP y su cómplice Cs», defendió Pablo Fernández, que incorporó una apuesta por la Atención primaria y fortalecer la atención en medio rural. «La sanidad no es un negocio es un derecho», enfatizó el dirigente de Podemos.

¿Y cómo solucionan la falta de médicos? Plantearon las moderadoras. «Con incentivos económicos para plazas de difícil cobertura, incrementando los Mir. Llevamos cuatro años alertando alPP de la carencia de especialista», respondió Fernández. Igea añadió que «el problema es de dispersión, no de falta de médicos», con ratios de tarjetas mejores que la media nacional. «Es un problema de gestión», aseguró Igea, quien defendió que hay que incentivar a los profesiones y pagarles bien.

Mañueco insistió en que Castilla y León ocupa el tercer lugar en valoración de la Sanidad «y las comunidades gobernadas por el PSOE, los últimos, pero no nos conformamos, vamos a ser ambicioso. Esa misma mañana (por ayer) hemos firmado la vuelta a la jornada de 35 horas». En esa ambición incluyó la extensión de la Radioterapia a Soria, Ávila, Segovia, Ponferrada y Palencia. «Llevan tres campañas, desde 2007, prometiendo esos servicios de Radioterapia», afeó Igea, que precisó que es imposible en la práctica cuando la comunidad forma un especialista del ramo al año.

Tudanca comprometió un plan geriátrico, otro de salud mental y prótesis para menores con enfermedades raras y discapacidad y plazos para listas de espera. Enseñó una cita de una paciente de Zamora para Neumología: «Para febrero de 2021, no tengo más que decir». Mañueco fue a lo suyo e insistió en que «no es casualidad que las comunidades del PSOE tengan peor Sanidad».

Igea: «Nos fue bien el día 14, así que no haremos mudanza»

El sorteo deparó que Francisco Igea fuera ayer el último en llegar a la feria. Tranquilo y acompañado de José Miguel García, secretario de Programas de Cs en Valladolid, aseguró que le había ido «bien» en el anterior debate, así que «como decía San Ignacio, mejor no hacer mudanza». Contó con los mismos colaboradores en el camerino reservado al candidato naranja que el día 14, a excepción del procurador salmantino David Castaño, sustituido por la leonesa Ana Carlota Amigo.

  1. Servicios sociales y dependencia

    El PP elogia el modelo de la comunidad, mientras el resto plantea reorientarlo

En una comunidad cuya pirámide gana volumen por la parte alta, la de los abuelos y bisabuelos, la atención a la Dependencia toma cada vez mayor envergadura. Alfonso Fernández Mañueco abordó el debate con el sobresaliente continuado que Castilla yLeón obtiene en la evaluación estatal de este servicios.«Somos los que mejor lo hacemos de toda España. No hay lista de espera», recalcó el candidato del PP, después de recordar que el modelo de servicios sociales tuvo que atender a los ciudadanos damnificados por «la crisis que creó el PSOE».

«Cada vez vivimos más años y en mejores condiciones y lo que es una excelente noticia se ha transformado en una maldición por la políticas neoliberales. Los servicios sociales no pueden ser un nicho de negocio, nosotros apostamos por una sociedad de los cuidados», rebatió Pablo Fernández.

Francisco Igea optó por la concreción y declaró que no están a favor de las políticas de residencias de mayores en las que entra un octogenario con signo de demencia leve y cae en picado al desorientarse, la medicación sedante y prácticas como la sujeción mecánica. El candidato de Cs aseguró que hay que variar la orientación de la atención hacia trabajar la autonomía y la independencia de los mayores y avanzó que prohibirá que se ate a los residentes de esos centros.

Luis Tudanca argumentó que la Ley de Dependencia es fruto de un gobierno socialista, el de José Luis Rodríguez Zapatero, y criticó que la Junta «desde que tenemos la atención a la Dependencia no ha construido ni una plaza pública de residencia en Castilla y León». Si en Sanidad sacó a colación una cita con una espera de casi dos años para llegar a la consulta del especialista, en este capítulo puso como ejemplo de que la situación aquí no es como la pinta elPP a una enferma de alzhéimer que se trasladó de Madrid a Soria y su ayuda de 290 euros se redujo a 36.

El candidato socialista comprometió luego 2.000 plazas residenciales públicas para mayores, un impulso a las plazas sociosanitarias, un plan de alquiler social y otro de rescate para jóvenes.

El juicio de la niña Sara

En este punto, el candidato de Podemos echó mano del caso de la muerte de la niña Sara, que se juzga estos días en Valladolid, para poner en solfa la efectividad de los servicios sociales de la que presumía Mañueco. «Sara murió sin que los servicios sociales pudieran hacer nada por salvar su vida, ¿y por qué no habla con los familiares de residencias de mayores, todas privada? Que quiera sacar pecho cuando hay miles de familias pasándolo realmente mal es un insulto a ese sufrimiento», censuró a Mañueco, al tiempo que anunció que su programa incluye recuperar «para lo público el servicio de ayuda a domicilio».

El popular no acusó recibo y no entró en ese debate. Tomó la palabra para arremeter contra el aspirante socialista: «Sienta los colores de Castilla y León, señor Tudanca, no lo que le dicta Ferraz».

Sí lo hizo Francisco Igea. «Propusimos que se cambiara el protocolo de atención de menores víctimas de violencia, ni el PP ni el PSOE han hecho nada. Nosotros hicimos una propuesta concreta, no utilizamos el caso, porque esto puede volver a suceder», replicó al de Podemos.

Mañueco volvió al terreno de Tudanca reprochándole que como diputado votó la congelación del dinero para la Dependencia y el socialista le acusó de seguir con el empeño del PP «de hacer oposición al Gobierno de España cuando gobiernan los socialistas. No se preocupe señor Mañueco que pronto se lo va a poder hacer al Gobierno de Castilla y León», concluyó el socialista, autoinvestido en presidenciable.

  1. Educación

    El escudo de PISA contra las acusaciones de recortes

La Junta de Castilla y León presume, desde hace cuatro años, del número 1 en el informe PISA, de esos resultados excepcionales entre el alumnado de 15 años que colocan al sistema educativo regional por encima del de muchos países de la OCDE, solo superado por seis naciones. Así que Fernández Mañueco se aferró a ese escudo de PISA para intentar desviar los ataques de los rivales, que se afanaron en demostrar –especialmente Podemos y PSOE– que los recortes se han cebado especialmente con la educación pública y con la investigación. «El informe PISA dice que tenemos el mejor sistema educativo de España y el séptimo de todo el mundo desarrollado, basado en la calidad, equidad y libertad de centros, porque escuela pública tiene el mismo nivel que la concertada», presumió el líder popular.

«El modelo privatizador y de recortes del PP beneficia a la privada y perjudica a la pública, hoy hay mil profesores menos que en 2011 y las tasas universitarias siguen siendo las terceras más caras», acusó Tudanca, ante quien Mañueco se enrocó en un argumento comparativo, de nuevo con PISA como referente. «Señor Tudanca, usted que hecho excursiones por varias comunidades autónomas, ¿qué modelo quiere traer, el de Extremadura, Castilla La Mancha, Andalucía?».

La respuesta de Tudanca y la de Pablo Fernández fue tan similar que casi fue un calco. «Tenemos 17.000 matrículas menos en las universidades públicas y 7.000 más en las privadas», dijo el socialista. «Vamos a bajar las tasas universitarias un 25%. Ustedes están promoviendo las universidades privadas, hemos perdido 17.000 matrículas y las privadas han ganado 7.000», amartilló Fernández.

El gran encontronazo lo tuvo Mañueco, sin embargo, cuando quiso presumir de esfuerzo inversor en investigación. «Hemos duplicado los recursos en investigación, de 22 a 45 millones», dijo. «¡Es mentira!», interrumpió Pablo Fernández. «Es una falsedad, la evolución de la inversión en investigación en Castilla y León demuestra que en Castilla y León ha bajado un 35%», añadió Igea. «Estamos en el 1,2% del PIB en investigación, menos de la mitad del 3% que estaba comprometido», apuntilló Tudanca.

Aunque Mañueco encontró aliados en algunas cuestiones. Por ejemplo, en la EBAU, esa selectividad con otro nombre que provocó manifestaciones estudiantiles hace apenas un año. «Queremos exigir a Pedro Sánchez una EBAU única para los estudiantes de la Universidad de Salamanca y de todas las universidades de Castilla y León», dijo el candidato del PP. Y le apoyó Igea: «Para garantizar la igualdad hay que tener una EBAU única y ustedes [los socialistas] han votado sistemáticamente en contra y en contra de nuestros estudiantes», argumentó.Como la alegría nunca es completa en este tipo de debates, una frase después arremetió contra Mañueco, al que aún le guardaba una por lo dicho sobre los recursos destinados a investigación:«Le recomiendo una lectura, 'La universidad española en cifras', así se evitará el bochorno de volver a ser pillado en un fiasco como el de hoy».

A Pablo Fernández lo que le soliviantó fue comprobar que Fernández Mañueco prometía que la educación infantil será «universal y gratuita». «No sé si usted se postula para presidente de la Junta o para el club de la comedia, llevan cuatro años diciendo en las Cortes que no lo van a hacer», acusó.

Entre la lluvia de propuestas y medidas, algunas solo esbozadas, se colaron algunas que, de plantearse en un futuro, provocarán muchos debates. Como la que sacó a colación Francisco Igea: «Queremos hablar de educación de futuro, del MIR para profesores, de nuevas maneras de enseñar», apuntó.

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