Pronósticos contra la historia en Valladolid: afán de revancha y desgaste mental

El pronóstico está abierto porque ninguna de las tres referencias del curso se fue a marcadores por encima de los siete puntos, los que separan la victoria o la derrota en una jugada; el VRAC ganó el primero por 17-13, y El Salvador se quedó con los dos siguientes por 14-12 y 20-24. El afán de revancha del cuadro que dirige Diego Merino tras la sorpresa liguera, la profundidad de la plantilla quesera y el desgaste mental que puede provocar en el Chami el tener otra final en ocho días dan una ventaja al Quesos Entrepinares.

La lista de bajas es inescrutable hasta el mismo día de partido. Las dos plantillas han llegado al desenlace de la temporada en buena forma, sin más ausencias garantizadas que las lesiones de larga duración de Arnau Andrés, Martin Du Toit y Juan Martínez.

Cada partido es una historia y tiene un entorno que los hace diferentes. El que abrió la Liga a comienzos de octubre estaba condicionado por la reciente derrota del VRAC en la Supercopa, contra el Aparejadores en La Balastera, en ese reparto de títulos que se traían y llevaban vallisoletanos y burgaleses los dos últimos años; la dureza del calendario ponía a prueba la potencia del vigente campeón, y este lo resolvió de la mejor manera posible, primero en el derbi local contra El Salvador y, a la semana siguiente, en el duelo regional contra Recoletas. A partir de ahí, monólogo quesero en la primera fase, diez victorias y solo una derrota, en Sant Boi, en la fase regular.

El siguiente cruce se dio en la segunda fase y tenía una trascendencia distinta para unos y otros si miramos la tabla; en la penúltima jornada, el VRAC tenía asegurado el primer puesto y la ventaja de campo en las eliminatorias de play-off, mientras que El Salvador arrastraba tres derrotas consecutivas con la necesidad de perfilar su posición ante una Santboiana a la sombra. El 14-12 rompió la tendencia del derbi y representó la mejor carta de presentación de Inexo, que acababa de firmar como patrocinador principal del equipo masculino de División de Honor.

Ese resultado estuvo presente en el ánimo de la semifinal de Liga. El VRAC era favorito y, aunque estuvo por detrás en el marcador, durante casi todos los minutos del partido, dispuso de la última posesión para voltear el marcador y meterse en la final. El Inexo El Salvador tiró de las vitaminas que le proporcionó la victoria de un mes antes, confirmó la madurez adquirida durante la temporada y se llevó un triunfo agónico. La guinda la puso el Cisneros al día siguiente, ya que al ganar al Alcobendas envía el escenario de la final de Liga al Pepe Rojo. Eso será una semana después de la final de Copa.

Será la quinta final de Copa entre El Salvador-VRAC, que de esta manera iguala las cifras que alcanzó el Barça en los años cuarenta, contra el SEU Madrid, y en los cincuenta, contra el Atlético de Madrid. El dominio blaugrana de esos tiempos la mantiene como rey de copas, con 16 títulos, por encima del decano, la Santboiana, con 12, y de un clásico como el Canoe madrileño, con 10; por detrás ya asoman los dos clubes de Valladolid, El Salvador, con 8, y el VRAC, con 6; los dos han perdido las mismas, siete. El balance local también favorece a El Salvador por 3-1.

También será la novena final en la ciudad, seis en Pepe Rojo y tres en Zorrilla, con un parcial de 3-2 que también favorece a El Salvador. Los dos equipos que asaltaron el feudo pucelano son la Santboiana, con una doble victoria frente al Chami, y el Madrid 2012 en una final madrileña contra Alcobendas. Las victorias del equipo del Llobregat rompieron la tendencia de Valladolid como sede permanente de la final de Copa, con tres ediciones consecutivas entre 1998 y 2000, y entre 2015 y 2017, cuando el Zorrilla abrió sus puertas al rugby.

La primera final vallisoletana fue en 1971 de la mano de El Salvador, que tuvo que conformarse en su presentación ante los grandes con un doble subcampeonato con el Canoe como campeón. El partido se jugó en el embarrado terreno de la Ciudad Universitaria madrileña, el Central, y se saldó con un raquítico 6-3; en ese quince blanco y negro figuran pioneros del rugby como Moriche, Gijón, Gadea, Asúa, Usabiaga o Berdugo.

El testigo lo cogió el Universitario, el CDU, el equipo de Fuente la Mora, que perdió las finales de 1975 y 1985 contra el Atlético de San Sebastián y el Fútbol Club Barcelona, la última Copa de los culés; en la lineación que perdió en la montaña de Montjuic aparecen nombres como Ramiro, De la Viuda, Gorostiza, Regino, Francia o Conde.

Hubo que esperar unos años más, hasta 1993, para que El Salvador, campeón de Liga dos temporadas antes, levantase al cielo de Cuenca la primera Copa del Rey. Fue contra el Getxo, un gallo del rugby en esa época, un 5 de junio con un bloque entrenado por Fernando Lavín que combinaba veteranos como Pirulo, Mazariegos, De la Viuda o los hermanos Candau con jóvenes como Alvar Enciso, Zapatero o Vaquero; en ese quince se alineó Juan Carlos Martín 'Hansen', actual presidente de la FER.

Cinco años después, el 3 de mayo de 1998, el VRAC estrenó su sala de trofeos yh se dio el primer baño en la fuente de la Plaza Madrid. Se quedó con la miel en los labios dos años antes contra Ciencias y no falló en Pepe Rojo, un bloque ya sólido con Fernando de la Fuente 'Canas' como entrenador y una plantilla con los Calle, Frechilla, Hermosilla, Miguelón, Bertoni, Cano o los hermanos Abril. A la temporada siguiente, conquistaron su primer título de Liga. Hablamos de 1999, siete de estos jóvenes jugadores vallisoletanos del VRAC y de El Salvador compitieron con España en su primera participación en una Copa del Mundo.