El Segosala, el equipo 'fantasma' que reverdece al fútbol sala segoviano
El equipo entrenado por Ángel Zamora, que debuta este año en Segunda B, tiene en su mano pelear por entrar en el grupo de los mejores
Sergio Perela
Segovia
Viernes, 26 de febrero 2021, 11:54
Quedan tres semanas para que termine la primera fase en la Segunda División B del fútbol sala nacional y un recién ascendido, además por coeficiente, ... como el Segosala Segobús, marcha tercero en su grupo. En palabras de su entrenador, Ángel Zamora, «si no lo echamos al traste en estos dos partidos, acabaremos entre los cuatro primeros y lucharemos con los cuatro primeros de Galicia por las plazas de Copa del Rey y de 'play off'». Ahí es nada para un equipo que salía a competir pensando en afianzarse en la categoría, en la permanencia.
Una plantilla joven con experiencia en Primera División
Javito Antona, con 29 años y experencia en Segunda División y en el fútbol sala italiano; y Edu, de 26 años y con decenas de partidos en Primera División con la camiseta del Segovia Futsal ponen el punto de veteranía a un equipo que además de su calidad destaca por su juventud. Una buena parte del plantel pertenece a la generación de 1997, por lo que sus mejores años en el fútbol sala todavía están por llegar. Pero el resto del equipo es incluso más joven, con hasta tres jugadores (Monir Louah, Samuel Sacristán o Pablo Portal) que pese a estar en su primera temporada en categoría senior ya acumulan minutos de calidad en Segunda B siendo capaces incluso de marcar las diferencias.
Porque la plantilla del Segosala Segobús ya ha demostrado su potencial. Tres de sus jugadores (Edu, Monir y Julio) han jugado en Primera División, mientras que otros como Jorge Cárdaba, César Marugán o Guille Postigo fueron habituales de la dinámica del extinto Segovia Futsal.
Con una pretemporada inexistente porque las circunstancias impidieron que se jugasen partidos amistosos o de preparación antes de arrancar (el propio entrenador segoviano estuvo varias semanas confinado tras dar positivo por covid), el peaje lógico al estrenarse en una categoría superior lo pagaron en los primeros partidos, dejándose puntos en los tramos finales de los encuentros. Desde ahí hasta este momento, un equipo con una media de edad de apenas 22 años está queriendo reverdecer los laureles del gran fútbol sala que se vivió en Segovia tantos años atrás. «Somos un equipo que propone mucho fútbol sala», afirma con orgullo Zamora; «mis equipos siempre se han caracterizado porque han sido de los que mejor juego han realizado en la categoría y la experiencia me dice que si tú propones y apuestas por un juego alegre, un juego bonito, un juego de ataque, al final vas a conseguir los resultados. Yo sé que mi equipo siempre, el segundo año o en las segundas vueltas, es donde dan lo mejor de sí».
Y la clave de todo eso está en los jugadores, en su compromiso, dice su entrenador. Palabras que suscribe el capitán, Javier Antona, el senior del equipo a sus 29 años: «El club ha hecho un esfuerzo gigante en apostar por nosotros y nosotros qué menos que intentar devolvérselo con actitud, con ilusión, con compromiso y con intentar hacer bien las cosas». Viéndoles entrenar, se nota el nivel de cohesión del equipo, otra de los puntos importantes para la buena marcha en una categoría en la que el club nunca había estado. «Al fin y al cabo somos un grupo de amigos que se ha juntado, que nos lo pasamos bien, que nos respetamos, que estamos comprometidos, pero que somos un grupo y que cada uno aporta de la manera que puede. Somos una familia». Y, mientras Antona termina la frase, Monir Louah, uno de los jóvenes talentos ofensivos, apostilla: «Y la actitud. La concentración, la motivación, las ganas».
Esas ganas se están transformando ahora en ambición. Quedan tres semanas para el final de esta primera y decisiva fase; dos partidos para un Segosala Segobús que descansaría en la última. Si refrendan el trabajo hecho hasta ahora, se meterán en la lucha por el campeonato o por retos que no habían imaginado al comenzar la temporada. Al menos, no todos, porque Antona confiesa: «¿El objetivo del club es la salvación? Sí. Pero el objetivo mío es quedar todo lo arriba que se pueda dentro de la salvación, porque la plantilla es prácticamente la misma, nos conocemos todos, sabemos de nuestro potencial. Con un año más, en una categoría un poco más difícil, tenemos potencial de sobra para llegar a la meta que queramos».
Una ambición que Ángel Zamora comparte: «No podemos ir a la segunda fase a pasar el rato. O sea, tenemos que ir sin la presión de tener que ganar sí o sí, sabemos que el próximo año volveremos a estar en Segunda B, y hasta donde lleguemos. Sin miedo a nada, hechos a la categoría y si tenemos que acabar octavos o últimos en la siguiente fase, pues octavos. Pero que si podemos quedar entre los cuatro primeros e ir a la Copa del Rey, pues a la Copa del Rey».
No está mal el reto para un equipo que a punto de concluir la primera fase está situado a tan solo un punto de la segunda plaza del grupo que da derecho a pelear por el ascenso. Un «equipo fantasma», en palabras de su entrenador, debido a la falta de público y, en ocasiones, también de una emisión en 'streaming' por YouTube que impide que puedan afianzar seguidores e incluso patrocinios. Para ellos, ese fútbol sala vistoso sería la mejor carta de presentación para volver a llamar a la gente al Pedro Delgado. Un pabellón en el que aún resuenan los últimos ecos de grandes finales y que, según Monir (autor de un gol en Primera División con la camiseta del Segovia Futsal), hace que los rivales «se queden alucinando» cuando lo pisan.
El fútbol sala mantiene vivos los rescoldos gracias al trabajo de base de clubes como un Segosala que, asentándose en una categoría como la Segunda B y con un equipo muy joven, pretende hacer vibrar a corto plazo al público segoviano.
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