Repostería para celebrar el día de Santa Águeda
En una de las festividades con mayor arraigo en el medio rural se disfruta de elaboraciones tradicionales para endulzar el día
Protectora de las mujeres en general y patrona de las enfermeras, el 5 de febrero se celebra la festividad de Santa Águeda que, una joven virgen mártir italiana. En Castilla y León, la tradición se celebra con la entrega el bastón de mando a una de las águedas elegidas como alcaldesa. Y como la mayoría de las celebraciones siempre hay ligado al ámbito gastronómico algún producto vinculado a la festividad.
En este caso, uno de los más populares son las conocidas como reliquias o tetas de Santa Águeda, un bollo y con un relleno de nata. Se trata de una masa brioche, con forma de pecho, que una vez horneadas y enfriadas se abren por la mitad para darles una capa de nata, chocolate, trufa o crema. Después se cierra de nuevo y se pueden pintar con chocolate fundido. El toque final pasa por colocar media guinda y a disfrutar.
Las hermanas Leonardo de la repostería artesana La Giralda de Castilla siguen la receta de sus padres, «es una especie de bizcocho de brioche con toque especial de naranja y limón», apuntan, pero además han recuperado la receta con la que las vecinas de Matapozuelos (Valladolid) elaboraban otro producto, las pastas de la Santa.
La idea surgió cuando Ángela y Begoña Leonardo, al frente de este negocio familiar, respondieron a la propuesta de la cofradía del pueblo de buscar una alternativa a las populares reliquias de Santa Águeda, así que buscaron una fórmula para disfrutar de las pastas de la Santa.
La base de la repostería tradicional era manteca, obtenida de la época de matanza, azúcar, huevos y un último ingrediente que determinaba la temporada y decidieron introducir el vino como un elemento más para darle un sabor característico. Por su sabor fuerte optaron por el vino de Serrada y una vez conseguida la masa y hechos los moldes se hornean. El espolvoreado con azúcar llega después cuando enfrían.