Sopas de ajo

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De cualquier modo, es un plato imprescindible en estas épocas del año; un manjar humilde y modesto; en definitiva, la consecuencia final del pan.

En primer lugar, preparamos todos los ingredientes y dejamos en un recipiente el pan ya partido, una jarra de agua, sal, pimentón y el ajo laminado.

Nuestro primer paso consiste en freir los ajos, con mucho cuidado de que no se nos quemen y cuando estén en su punto, retiramos la sartén del fuego para añadir el pimentón. Siempre es conveniente, para que luego no se amargue, añadir el pimentón con la sartén o cazuela retirada del fuego.

Una vez mezclado el pimentón con los ajos, lo añadimos a una cazuela en la que ya está preparado el pan y cubrimos con agua. En un principio, mantemos el fuego alto durante 10 minutos y luego lo vamos bajando. Para que estén listas necesitan unos 20 minutos. Que no se nos olvide echar sal al gusto durante el proceso.

Una vez listas, se pueden colocar en una cazuela de barro y llevarlas al horno para que salga la «costra». También se puede añadir jamón o un huevo por encima. Una receta, sin duda, con varias posibilidades.