Los vinos servidos por los bodegueros
Más de 200 referencias españolas, francesas y alemanas se han catado en Aranda de la mano de sus creadores
Catar un vino, adentrándose en sus detalles y secretos gracias a sus creadores, y charlando con ellos sobre las peculiaridades o sobre el estilo de vinificación. Todo esto ha sido posible en la Muestra de Vino Servida por bodegueros, un concepto original de feria que se ha celebrado en Burgos en varias ocasiones y que ha vivido recientemente su primera cita en Aranda de Duero, con un gran éxito de público.
Decenas de personas tuvieron la oportunidad de elegir entre 40 bodegas nacionales y más de 200 vinos españoles, franceses y alemanes, con el aliciente de que fueron los propios elaboradores los que sirvieron sus vinos en sus respectivas mesas. Un momento que dio pie a los diálogos, a las preguntas y a valorar en mayor medida el producto al conocer cada pormenor, desde el viñedo de procedencia, hasta las particularidades de la bodega, pasando por la forma de elaboración.
La muestra destacó por la presencia de vinos especiales, que reflejan la personalidad del creador y, sobre todo, del terreno y la variedad de uva que se ha utilizado.
Todo ello, además, en un emplazamiento único, el denominado Palacio de Los Berdugo, construido en 1482 en un claro ejemplo de arquitectura castellana de la época y en el que se esconde un patio porticado con doble balaustrada y columnas de madera. Se dice que allí, en 1808, se alojó Napoleón Bonaparte esperando el momento propicia para forzar el paso de Somosierra.
Una ubicación de peso histórico elegida para la cita por sus impulsores, La Bonita Compañía de Vinos, creada por Paco Berciano y Maribé Revilla, reconocidos expertos en vinos asentados en Burgos, y el bodeguero y hostelero arandino Félix Marina. Se trata de una nueva distribuidora que nace en Aranda con la filosofía de contribuir a ampliar la cultura y el conocimiento del vino en toda la comarca de la Ribera del Duero.
«Lo más importante es disfrutar del vino, que también conozcamos propuestas de diferentes zonas, con un montón de posibilidades diferentes y de calidad. Tenemos gran satisfacción con la respuesta del público, esperábamos gente, pero me ha sorprendido esta presencia tan multitudinaria. Se nota que aquí la cultura del vino está muy arraigada», afirmaba Félix Marina, el impulsor de la cita arandina.
Después del respaldo, confiesa que la idea es lograr dar continuidad a este evento, manteniendo el formato de cara al futuro ya que «la gente ha disfrutado y ese es el objetivo». Marina defiende que se trata de un concepto «divertido», donde cada asistente «sabe lo que va a catar, ya que tiene un librito, va a las mesas, elige lo que quiere o no quiere probar».
En definitiva, una forma de «disfrutar de un domingo de vinos con los amigos y conocer lo que se hace en otros sitios». Un formato que, según el bodeguero, también es «muy importante» para los creadores de vinos, ya que «venir aquí y presentar su trabajo es un buen escaparate para sus propuestas y poder contar personalmente la historia de sus proyectos para acercarse al consumidor».