Navegar por el Museo del Vino como opción de Semana Santa

Con la popa poniendo millas de por medio con la pandemia, como explica su director, Víctor Fernández, durante los pasados meses «todo se va moviendo, ya hay agencias de viajes moviendo grupos grandes. No hemos llegado todavía a las cifras de 2019 pero no andamos muy lejos, por lo que la Semana Santa se presenta con mucho optimismo. Creo que sí que vamos a poder estar en cifras de la Semana Santa de 2019», afirma Fernández, cifras que ese año fueron de 3.725 visitantes durante el puente del Jueves Santo al Domingo de Resurrección, días de máxima afluencia.

Buenas perspectivas en el horizonte, con toda la marinería del Museo del Vino volcada en recibir a los visitantes, y habilitándose el servicio lanzadera de autobuses que, cada 20 minutos, suben y bajan del castillo a quienes quieren conocer la cultura e historia del vino que se albergada en su interior a través de contenidos atractivos, interactivos y adaptados para público diverso, así como el propio espacio, accesible.

Asimismo, pueden conocer la historia de la propia fortaleza a través de visitas guiadas, las cuales culminan en la torre del homenaje, excelente punto vigía y de observación. Como señala Fernández, quienes se acerquen, «en primer lugar se encontrarán un castillo magnífico y maravilloso, desde donde tienes unas vistas impresionantes», agrega. «Ya dentro del museo, se aprende mucho sobre el vino, unos coconocimientos que sirven de orientación si luego se visita alguna bodega», añade.

El Museo del Vino es un punto de partida para esa primera y grata toma de contacto con el mundo del vino, también a través de las catas guiadas que se organizan, tanto en horario de mañana como de tarde. Un excelente puerto de partida para comenzar una singladura por el entorno, por la conocida milla de oro ribereña.

La visita al recinto enoturístico se puede completar con un paseo por Peñafiel, que estos días celebra su Semana Santa, colmada de procesiones que culminan el Domingo de Resurrección cuando, en la singular plaza del Coso, se celebra La Bajada del Ángel, Fiesta de Interés Turístico Nacional.

Tradición cultural, artística, patrimonial y religiosa que se complementa con una oferta gastronómica que también se nutre de la tradición, con el típico lechazo asado, y se enriquece con la cocina creativa que desarrollan diferentes restaurantes, entre ellos los tres de la comarca que poseen una estrella Michelin. Todos ellos con el vino como protagonista en una comarca elevada con su castillo y su museo.