El consumo de vino crece en importancia como bebida relajante al final del día
Juan Park, director de Wine Intelligence en España y Sudamérica, corrobora los cambios sociales y económicos
La Interprofesional del Vino de España y la Plataforma Tecnológica del Vino han organizado el seminario 'Covid-19: cambios en el consumidor de vino y cómo afrontarlos'. Juan Park, director de Wine Intelligence para España, Portugal y Sudamérica, ha dado a conocer los interesantes resultados de un estudio que aborda los cambios en el consumo de vino en la era COVID-19 y que se ha elaborado a partir de datos de Canadá, China, Alemania, Suecia, Reino Unido y EE. UU. Una de las principales conclusiones es que «el consumo de vino sigue siendo una prioridad para el consumidor internacional en la era Covid-19».
Valladolid acoge una de las sedes mundiales de Wine Intelligence, compañía británica dedicada al estudio de mercados internacionales en el sector del vino. Precisamente, Juan Park presta sus servicios a España, Portugal y Sudamérica desde su oficina vallisoletana.
El estudio, del que se hace eco Tecnovino, ha puesto de relieve el cambio en las actitudes de consumo de vino ligadas a los nuevos hábitos sociales y económicos como consecuencia de la pandemia. No obstante, el análisis también pone de manifiesto que el consumo de vino sigue siendo una prioridad para el consumidor internacional y crece en importancia, sobre todo como bebida relajante al acabar el día. Esto supone que el consumidor ha migrado algunas de sus ocasiones de consumo, aunque el sector todavía sigue afectado por el cierre de otros canales y ocasiones de consumo, sobre todo las más sociales.
Durante una primera etapa de confinamiento y con las incertidumbres generadas posteriormente por la pandemia, el consumo de vino en casa experimentó un crecimiento considerable, que además coincidió con un mayor interés hacia formatos alternativos a la botella de vidrio.
Además, con la disminución de eventos sociales y el cierre, y posteriores restricciones, del canal horeca, las ventas online de vino se han consolidado, incluso cuando las tiendas físicas han podido reabrir sus puertas al público.
En definitiva, la crisis acarrea cambios en todos los aspectos, también en el consumo de vino, pero que a su vez conlleva oportunidades que el sector del vino debe aprovechar para reinventar formatos, canales de venta y formas de relacionarse con sus consumidores.
Esta jornada se enmarca en un amplio y potente programa de formación que la OIVE y la PTV ponen a disposición de operadores de toda la cadena de valor del vino, fruto de un acuerdo de colaboración entre ambas entidades que pretende impulsar el sistema de innovación vitivinícola nacional.
Tendencias y cambios
Lógicamente cada mercado tiene sus preferencias, singularidades y tendencias. Los millennials y las nuevas generaciones emergentes durante el confinamiento son los que más adquirieron hábitos de consumo de vino en casa, esto ocurre en Reino Unido y Estados Unidos. En cuanto a los canales, al haber algunos cerrados, queda la compra presencial u online en el supermercado o en tiendas cercanas de barrio. Pero la compra online llega como nuevo hábito, desde luego no compensan esas ventas a los canales tradicionales, pero son nuevos hábitos interesantes a seguir de cerca.
En todos los sitios, Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Canadá como las tiendas físicas especializadas estaban cerradas el consumidor se pasó a la compra online de vino.
En mercados internacionales se detecta una mayor compra en formatos como Bag-in-Box, es el gran triunfador al volver a comer en casa y al terminar el día, se vuelve al consumo de vino y se optan por formatos grandes, cómodos que permiten un vaso de vino cuando se quiera. En opinión de Juan Park, «en España si hubiese regiones que habrían hecho BIB habrían triunfado sin duda».
Durante el confinamiento se da un interés mayor por los vinos locales, eso ocurrió en Estados Unidos, al preocuparse más por la economía de su país y apoyar lo propio, en este caso han sufrido más Francia, Italia y España. De todos modos este interés por lo local se da en una temporada del cofinamiento y en julio y agosto ha vuelto todo a la normalidad y al consumo que era el de antes de la pandemia.
Tanto en Reino Unido y Estados Unidos interesan los lujos más asequibles, como puede ser elegir un vino de una calidad superior al comprado habitualmente. Ante un mayor interés por ahorrar de vez en cuando se prefiere un pequeño lujo, de andar por casa.
Tras el confinamiento se mantiene el vino como bebida relajante al acabar el día en los países estudiados y se suma como otra ocasión una comida informal en casa, ambas opciones se daban en el momento de confinamiento. En cuanto a los canales, hay una vuelta a la compra en las tiendas físicas pero sigue manteniéndose como tendencia el canal online, que sigue creciendo.
Como preferencias en cuanto a nuevos productos se refiere a los de tipo fusión o estilo espumosos. Habla de tendencias relevantes que crecen de forma pequeña, pero que en una crisis pueden cambiar más. En el caso de Estados Unidos se buscan productos bajos en alcohol, azúcar, con frutas, etc. En cuanto a packaging a más edad son más considerados los más standard y magnum, y los más jóvenes se encuentran más abiertos a latas y BIB.
Como recomendación Park hace hincapié en que se debe seguir apostando por nuestras marcas y buscar «¿cuál es al oportunidad para mi marca?». Señala que los consumidores tienen más preocupaciones «y la marca es un atajo para ayudarles a elegir». Por eso opina que «las marcas siguen siendo tan importantes como lo eran antes. El consumidor se guía por variedades, regiones y también por marcas».
Remata afirmando que «hacer marketing en una crisis es más beneficioso, los competidores a lo mejor recortan y una marca que invierta puede brillar más».
Para Park Europa va mejor, Asia también, en cuanto a Japón, el país abrió y se volvió a cerrar… Dentro de un entorno cambiante y complicado hay distintas fases de ligero optimismo, sobre todo en Europa y en momentos puntuales en Asia.
Le parecen puntos de mayor preocupación Norteamérica, México y Colombia, sobre todo en EEUU que están en una época intensa entre la pandemia, crisis sociales o elecciones, aunque opina que sigue siendo un buen mercado.