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Los premiados en la 61 Seminci observan al director Paolo Virzì y a la actriz Micaela Ramazzotti que agradecen, a través de un vídeo, los galardones a la película 'La pazza gioia'
Una gala de premios que brilla por su ausencia

Una gala de premios que brilla por su ausencia

Los triunfadores en las categorías principales no acudieron a recoger los premios en el cierre de la Seminci; tan solo la directora brasileña Anna Muylaert subió al escenario del Teatro Calderón en persona; eso sí, lo hizo hasta en tres ocasiones

Liliana Martínez Colodrón

Sábado, 29 de octubre 2016, 23:56

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Con la misma intensidad con la que viven las protagonistas de La pazza gioia (Locas de alegría), gran vencedora de la 61 edición de la Seminci, el festival cierra una semana en la que Valladolid ha vestidos sus calles de cine y más de 90.000 personas han pasado por las salas que proyectaban la programación del certamen, que ha contado con más de trescientas películas, cortos y documentales de muy variada temática pero con una misma esencia: el cine de autor.

Y tras ocho días de proyecciones, cócteles, mesas redondas, entregas de espigas honoríficas, charlas y master class, la Seminci colgó el cartel de Fin tras una gala en la que los vencedores en las principales categorías no viajaron a la ciudad para recoger sus galardones.

Ni Paolo Virzí, el director de La pazza gioia, la flamante Espiga de Oro y Premio del Público (que entrega El Norte de Castilla), ni las protagonistas Valeria Bruni-Tedeschi y Micaela Ramazotti, que compartieron ex aequo el galardón, pudieron recibir en persona la escultura y el aplauso del público.

Eso sí, Virzí y Ramazzotti agradecieron el reconocimiento en un vídeo. «Os quiero mucho, Valladolid», repetía la intérprete italiana que, junto con su compañera de reparto, enviaron una carta en la que escribieron: «Esperamos que esta película lleve un poco de luz a los que están en la oscuridad, a los que están solos, porque la luz siempre vuelve».

David Mitjans, de la productora A contracorriente film, fue el encargado de recoger la Espiga de Plata y el Premio al Mejor Guion para Gastón Duprat, director de este largometraje argentino junto con Mariano Cohn. Mitjans aprovechó para invitar a los presentes a disfrutar del film, el gran favorito de los críticos, dentro de dos semanas, fecha prevista para su estreno.

La disculpa de Angulo

  • El director del festival, Javier Angulo, salió al escenario para disculparse con el equipo de 'El ciudadano ilustre', a los que en la noche del viernes se les avisó de que habían ganado el Premio del Público. «A las doce de la noche iba ganando la película italiana, pero una hora más tarde venció la italiana 'La pazza gioia'. En ese momento ya habíamos avisado a la distribuidora de la película, que es A contracorriente film. El error también se ha publicado en la revista del certamen», explicó Angulo.

El director egipcio Mohamed Diab, realizador de Esthebak (Clash), también dejó su butaca vacía en la entrega de premios. El festival le enviará a tierras egipcias el mejor Nuevo Director, la Mejor Fotografía y el Premio Sociograph.

La que sí que sacó partido a su invitación fue la directora brasileña Anna Muylaert, que hasta en tres ocasiones se acercó al estrado para agradecer su premio al Mejor Director por Mae só há uma (Madre solo hay una), película que también reconoció el trabajo del jovencísimo Naomi Nero que, con tal solo 17 y en su primer trabajo para la gran pantalla, se ha alzado con el Mejor Actor. La búsqueda de identidad de género del protagonista le ha valido, además, estrenar la novedosa Espiga Arco Iris. Precisamente la directora, durante su discurso, reclamó la importancia del respeto a la diversidad sexual. También incidió en lo difícil que es dirigir una película, y mucho más cuando eres mujer: «Por eso quiero dedicar mi premio a todas las directoras que han presentado sus películas en este festival».

Como Muylaert, otros premiados aprovecharon sus discursos para dar visibilidad a las historias que han protagonizado sus trabajos cinematográficos. La directora Arantxa Aguirre, segundo premio en la sección Tiempo de Historia por Dancing Beethoven, reivindicó la danza, el cine y la cultura en general; Guillermo García López, director de Frágil equilibrio, documental ganador en DOC España, dedicó el premio al José Múgica, expresidente de Uruguay, así como a los africanos que tratan de llegar a España jugándose la vida en el Mediterráneo; Zayné Akyol, que obtuvo ex aequo el Mejor Largometraje de Tiempo de Historia, recordó a las guerrilleras kurdas que protagonizan su película; y Julián Merino, director de The app, ganador de La noche del corto español, pidió a TVE «que empiece a apoyar la ficción propia».

Y como no podía ser de otra forma en una gala del cine que se precie, la bajada del IVA cultural salió a reducir en uno de los discursos, logrando la ovación de los presentes. Así lo reclamó el director y guionista Daniel Sánchez Arévalo, ganador ex aequo de la Espiga de Oro al Mejor Corto (junto a Il silenzio, de Ali Asgari), que dedicó el galardón a su padre, el dibujante e ilustrador José Ramón Sánchez, que se encontraba entre el público. «Mi padre siempre dice que he nacido con una flor en el culo; desde ahora,s erá una espiga», bromeó el director de 'Primos' y 'Azuloscurocasinegro'.

La gala, que fue presentada por Yolanda Flores y Melina Matthews, volvió a contar con los cantantes líricos Silvia Luquetti y Lorenzo Moncloa, que interpretaron canciones míticas de la historia del cine como La vida es bella o Desayuno con diamantes.

Selfis en la alfombra roja

Como en la glamurosa película de Audrey Hepburn, los invitados desfilaron previamente por la alfombra roja protagonizando los selfis del público. Las actrices Lisi Linder y Nya de la Rubia, de la serie Mar de plástico, compartieron protagonismo con Lamis Ammar (Tormenta de arena), Sara Gómez y Yara Puebla, y las modelos Estefanía Luyk y Sandra Ibarra. Entre los hombres, el más aplaudido fue el actor vallisoletano Juan Antonio Quintana, con el permiso de Rodrigo Posión, Gonzalo Miró, Ginés García Millán, Fernando Guillén Cuervo, Juan Ramón Lucas, Daniel Sánchez Arévalo y Harlys Becerra, que derrocharon simpatía y besos.

Tras su paso, los organizadores del festival recogieron una alfombra roja que volverá a ver la luz el 21 de octubre de 2017, cuando se vuelva a alzar el telón para la 62 edición de la Seminci.

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