El guitarrero que transformó el nogal de Gredos en música
El cantautor Marco R. Wagner estrenó ayer en el Café Teatro la guitarra acústica 'a medida' que Rafael Fuentes le ha fabricado en Valladolid
Quería una guitarra acústica a medida hecha con los tablones de nogal de su padre en Arenas de San Pedro. Marco R. Wagner, cantautor, llegó ... al guitarrero vallisoletano Rafael Fuentes vía Madrid. Le hablaron de él en el 'centro de salud' de sus instrumentos, donde le recuperaron una eléctrica muy seca que compró en Almería o la primera que le dieron de niño para aprender en Brasil. Marco diseñó con Rafael su acústica ideal, una Jumbo grande que le permitiera un sonido potente, con mástil de hueso estrecho y perfil prominente, de factura elegante y ornamentación sencilla. Un año después la estrenó, fue ayer en el Café Teatro.
«Hay muchos luthiers para arreglos y mantenimiento de las guitarras, pero que te la hagan de cero, no tantos», comenta Marco que está como músico con instrumento nuevo, con muchas ganas de tocarla. Tardará un par de años en 'asentarse', en que maderas, barnices y caja acústica estabilicen su relación. Marco ya sabe que necesitará un humidificador al comienzo.
Rafael emplea entre 280 y 300 horas de trabajo en un instrumento como este. Puede construir diez al año, «pero como también hago reparaciones, suelen ser menos. Me traen muchas guitarras eléctricas para arreglar», explica quien factura tanto guitarras clásicas, como eléctricas y acústicas. Mario la quiere para hacer folk/rock, para tocar las canciones más cercanas a sus ídolos, Bob Dylan, Springsteen. «Cuando cumplí 18 años dejé el departamento de Narciso Yepes, en el Conservatorio de Madrid, y con un poco de dinero que había ganado fui a Nueva York. Iba para dos o tres meses y me quedé 25 años en EEUU». Así que el hijo del pintor abulense Victorio Rodríguez Gómez y de madre brasileña además de nieto de director de orquesta, luce en sus composiciones la huella del sonido de Nashville.
Fuentes laminó los tablones de nogal y dejó dos en forma de libro para la tapa, donde azarosamente la veta de la madera forma la 'm' del nombre del dueño. Las varetas del interior fijan la estructura y la forma de vibrar. «Es importante la forma de disponerlas ya que con ellas regulas la afinación. Luego para buscar el tono deseado se pueden manipular a través de la boca», aclara Fuentes, cuya firma es una roseta con incrustaciones de nácar en formas discretas, marca de la casa junto a las siglas RF del clavijero, allí también está la firma de Marco, en nácar. Le llegan más encargos de fuera que de músicos cercanos y sus instrumentos cuelgan en alguna tienda de Suiza y Estados Unidos. Mario sigue probando cómo suena el blues en esas cuerdas nuevas, y la bossa nova, y el rock, todo le va bien.
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