Secciones
Servicios
Destacamos
EL NORTE
Jueves, 1 de enero 1970, 01:33
Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.
Compartir
Era la culminación de casi dos años de trabajo, de descubrimientos, de intercambios. Un centenar de escolares de Valladolid cantaron ayer en el LAVA el himno 'Un mar de paz', el colofón del hermanamiento con sus iguales en Bolivia. La obra compuesta por Agustín Lázaro, que grabaron en febrero, fue interpretada en directo junto con los instrumentistas profesionales que han dado forma a la partitura.
El himno era el final de un viaje que comenzaba en un amanecer. La sala Concha Velasco del LAVA se tiñó de azul y Javier León de la Riva, en nombre de la Concejalía de Bienestar Social y Familia del Ayuntamiento, anfitriones del proyecto, explicó las directrices de un hermanamiento cristalizado en música y en palabras. Ya en la Feria del Libro se había presentado el libro 'Andes o no andes, tus sueños grandes' y el alcalde expuso el destino de los fondos que se consigan con su venta. El cuento es una obra a muchas manos escrito por niños bolivianos y vallisoletanos. Ramón García Domínguez propuso un comienzo y ellos abrieron distintas sendas para sus protagonistas, Dulcinea y Tito.
Abrapalabra, una cuentacuentos que se los sabe todos, los resumió en su actuación, ante la atenta mirada del propio García Domínguez y de las familias de los jóvenes cantores. José Ramón Echezarreta y Raúl Álvarez interpretaron al piano y al acordeón una habanera y un tango, las músicas que han venido de allá. La flautista Alicia Illa explicó la riqueza musical de San Ignacio de los Moxos, en plena selva, donde se han conservado las partituras misionales. Y con una flauta hecha de un hueso de bato y la compañía de Carlos Miguel Lorenzo zampoña y quena, Yonder Rodríguez percusión y Antonio Redondo charango hicieron una espectacular improvisación andina.
Agustín Lázaro, el compositor y director, se sometió a las preguntas de sus cantores, y Encarna Manzano, en nombre de todos los profesores de música implicados en el proyecto resumió la magia de la música en los niños, «no les importó perder el recreo al final». Los jóvenes músicos, que han ido elevando su nivel en este tiempo, fueron más exigentes con los resultados y la matrícula que pusieron a su grabación en febrero se quedó en notable alto ayer. Victoria M. Niño, redactora de esta sección, presentó el acto que se cerró con la interpretación del himno 'Un mar de paz', y a petición del público tuvieron que repetir.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.