Valladolid homenajea a Arcadio Pardo, el poeta que encontró su voz en Francia

«Tengo que agradecer a Isabel Paraíso que cuando teníamos 21 años, en esa misma facultad donde estudió Arcadio, nos propusiera interesarnos por poetas de aquí que carecían de estudios críticos. Estudié la revista 'Halcón', fui a la librería Relieve, compré los libros de Pardo y me quedé con él», recuerda Matía Amor. El escritor vivía en París pero todos los veranos venía a Valladolid y como era amigo de Fernández Nieto «iba a Palencia y nos encontramos allí», recuerda la profesora palentina. «Desde entonces mantuvimos una maravillosa amistad. A mí me llevó la vida a ser profesora de instituto de inglés y cada verano le prometía la tesis. Al final fue en 2015. Él estaba muy contento porque decía que no la hice por ningún provecho académico sino por mero goce literario, y el retraso me permitió abarcar la obra de toda una vida. Lo llamábamos nuestro libro».

Matía hace cuatro paradas en su estudio: «comienzo con la época de juventud en la que Arcadio demuestra su gran conocimiento de las formas clásicas pero aún no encuentra su voz. Luego la obra de la madurez hasta 1982. Después una larga etapa de 30 años que llamo histórica-metafísica, con una particular percepción del tiempo, y una última de lenguaje mucho más matizado, claro, poderoso».

Exposición

Arcadio (Beasáin, 1928- París, 2021) vivió 70 años en Francia, «fue, como sus hijas, bilingüe en su vida profesional y familiar, pero la poética está dominada por su identidad castellana. Toda su vida estuvo cerca del hispanismo francés, fue cofundador del liceo que luego se llamó Luis Buñuel, director de la sección española, profesor de Nanterre, de La Sorbona, siempre en contacto con la cultura española».

Mantuvo casa en Valladolid lo que le permitió estar en contacto con editores y amigos. «Nunca tuvo problemas para publicar, gracias a los colegas que se molestaron por encontrar dónde. En 1982 logra su único premio en Sevilla al que se presenta porque el galardón era la publicación. Pero la Universidad de Valladolid, la Diputación, amigos como Eduardo Fraile, han ido publicando sus libros», cuenta María Eugenia que aprovecha la ocasión para agradecer a Isabel Paraíso y a David Pujante, director de su tesis, su contribución a interesar a las nuevas generaciones por literatos menos conocidos. Ellos representan a la Universidad de Valladolid, una de las organizadoras de las jornadas junto al programa Valladolid Letraherido de la Fundación Municipal de Cultura, la Biblioteca de Castilla y León y la Fundación Jorge Guillén. Precisamente la Biblioteca regional acoge una exposición sobre los libros y el material del escritor que está depositado en la Fundación Jorge Guillén además de varios de sus poemas iluminados con fotografías de Miguel Calleja. Las jornadas se clausuran con la presentación del poemario póstumo 'De ahora y aquí para después'.