Los caballos azules de Agus Díaz Vázquez trotan en la Galería Javier Silva

Media docena de cuadros de gran formato se alternan con otros tantos pequeños, los caballos, el animal más repetido, saltan de uno a otro. Águilas, serpientes, lobos, son el centro de cada tela, sobre paisajes planos, hechos de líneas de color, compartiendo protagonismo con los motivos vegetales.

Agus Díaz no fue precoz en la pintura. A los 26 años comenzó a formarse y una década después muestra su universo de evocación surrealista, que bebe del mundo lorquiano y que nos remite al campo andaluz.

'Feria furia' recibe al público en la galería de la calle Renedo. La serpiente azul suspendida sin llegar a enroscarse en el tronco de un árbol esquemático atrapa la mirada. Díaz se emparenta con los fauvistas en el tratamiento del color mientras que sus formas, sus estrellas, sus plantas, resultan naives.

'Ayer tarde al lago fui', la pintura más grande de la muestra, transcurre sobre un paisaje hecho de tramas de color, apenas dos tonos. El dúo de caballos concentra la paleta del celeste al malva y sus cuerpos son el lienzo dentro del lienzo en el que el artista juega con las formas en blanco. El óleo adquiere relieve, hasta casi esculpir en pintura, en otros cuadros más pequeños. Del arte urbano toma Agus Díaz el uso del spray, para dibujar espinos, estrellas, jaras, el cuerpo del murciélago. En medio de la untuosidad del óleo, la marca plana del aerosol. Escapan a los tonos fríos, dos obras de la serie amarilla.