Pablo Fernández acusa a Mañueco de vender Castilla y León a la ultraderecha para «mantener su poltrona»
El procurador de Unidas Podemos llama a prestar una actitud de «insubordinación ante la injusticia» con la gestión del PP y Vox en la Junta
Pablo Fernández, procurador de Unidas Podemos, aseguró en el hemiciclo que el PP de Alfonso Fernández Mañueco y su alianza con Vox suponen una versión moderna de la «encarnación del fascismo» que traerá «lacerantes recortes» principalmente para mujeres, inmigrantes y colectivo LGTBI. Política, definió el procurador morado, «de baja estofa» para «mantener su poltrona» y tapar los «hediondos casos de corrupción del PP».
«Son a la moderación lo que Putin al pacifismo», le espetó a la bancada popular. Pablo Fernández auguró que el pacto PP-Vox agudizará la despoblación, la precariedad, los desequilibrios entre provincias y las corruptelas, «ese ADN del Partido Popular», apostilló. «Desde Unidas Podemos no vamos a dar ni un paso atrás», advirtió el procurador de Unidas Podemos, en el control y la denuncia de las «trapacerías» de la coalición, pero con planteamientos de medidas alternativas.
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Medidas, enumeró el de Unidas Podemos, para el refuerzo de lo público, de la sanidad, la educación y las residencias, planes de empleo, una ley de autónomos que proteja al colectivo, aprovechar los fondos europeos con reindustrialización innovadora, un parque público de vivienda adecuado y suficiente, infraestructuras sostenibles, tren de cercanías, plan de carreteras de acceso a los pueblos y garantizar que en pleno siglo XXI internet llegue a todo el territorio. «Es grotesco escucharle», puntualizó a Mañueco sobre la promesa reiterada otra vez de la extensión de la banda ancha a todo el territorio. También abogó por una reforma fiscal progresiva y comprometió una actitud de «insubordinación ante la injusticia» para encarar el día a día de la gestión del gobierno de PP y Vox.
«Está usted pasado de revoluciones», le replicó Alfonso Fernández Mañueco, además de recordar a Pablo Fernández que los electores habían dejado claro en las urnas, el 13 de febrero, que no quieren «sus soflamas» ni su «retórica incendiaria, que usted es un metal que resuena y unos platillos que aturden».
«Un presidente no debería traer las réplicas escritas de casa. Es un desdoro para este parlamento», contrarreplicó Pablo Fernández en su segunda intervención.