La donación de leche de 213 madres ha ayudado a 544 recién nacidos en Castilla y León
Desde su creación en 2015, el Banco de Leche Materna ha recibido 1.140 litros que han alimentado a bebés prematuros y enfermos de las cinco UCI neonatales de la región
laura negro
Valladolid
Miércoles, 19 de mayo 2021, 07:24
Frida nació el pasado 29 de marzo con tan sólo 700 gramos de peso. Su parto se adelantó 13 semanas sobre la fecha prevista. Desde ... entonces esta pequeña luchadora permanece ingresada en la unidad de neonatos del Hospital Río Hortega y ya ha duplicado su peso. Todo gracias a la ingesta de leche materna, tan indispensable para los bebés prematuros como ella, puesto que les protege mejor de las infecciones y favorece el crecimiento de bacterias saludables en su intestino. En ese sentido, la labor del Banco de Leche Materna de Castilla y León, que nace en el 2015 bajo la coordinación de la Unidad de Neonatología del Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, es fundamental a la hora de salvar vidas al brindar la leche humana pasteurizada a los bebés prematuros, cuyas madres suelen tener dificultad para amamantarlos.
Mercedes González, es la madre de Frida y es una firme convencida de todas las bondades que ofrece la lactancia materna, de hecho, su hija mayor, Berta, de 2 años, todavía es lactante. «Ahora mismo estoy generando leche para el banco, y para mis dos hijas», dice esta madre, que pasa todas las mañanas en el hospital junto a su pequeña. «Como cada 3 horas tengo que sacarme leche, porque ella todavía toma muy poquita cantidad, decidí donarla, para ayudar a otros bebés que lo necesitan. Lo que me saco en casa por las noches, lo dono al banco y en el hospital me hago dos extracciones, que dejo allí para mi niña. Ser donante es un sacrificio enorme, pero me gustaría conservar una extracción diaria para el Banco. Todo dependerá de cómo me organice dando el pecho a las dos, cuando a la pequeña le den el alta», concluye Mercedes.
La leche humana es un alimento «vivo», que se adapta a las necesidades del bebé, y que también actúa como medicina, pues tiene la capacidad de darle exactamente lo que necesita y en la dosis adecuada. La OMS y UNICEF la aconsejan como primera opción de alimentación, pero en aquellos casos en los que la leche de la madre no está disponible, ésta no puede amamantar o los bebés son prematuros, de bajo peso o están enfermos, la leche de donante es la alternativa. Entre los principales beneficios de la leche humana donada frente a las fórmulas artificiales, destacan la protección frente a problemas intestinales graves como la enterocolitis necrotizante y la reducción de la incidencia de infecciones.
Hoy, 19 de mayo, se celebra el Día Mundial Día Mundial de la Donación de Leche Materna. El Banco de Leche Materna de Castilla y León celebra esta fecha tan especial homenajeando a las 231 donantes que han aportado en estos 6 años un total de 1.140 litros de leche, que han servido para alimentar a 544 recién nacidos prematuros y enfermos. La red de distribución del Banco de Leche regional abarca actualmente a los complejos asistenciales de Burgos, León y Salamanca y a los hospitales Clínico Universitario y Río Hortega de Valladolid.
Análisis y distribución
Con el objetivo de garantizar la seguridad de su consumo, la leche se somete a un proceso de pasteurización para la eliminación de posibles microorganismos presentes y se analiza su composición nutricional. Una vez verificado que todos los análisis son satisfactorios, está lista para ser distribuida y suministrada a los pacientes hospitalizados. «En Castilla y León, tenemos un modelo mixto, mediante el cual, desde Río Hortega nos encargamos de la atención de las donantes, mientras que el Centro de Hemoterapia y Hemodonación de Castilla y León se encarga de procesar, pasteurizar y almacenar la leche para su posterior distribución», explica Sonia Caserío, jefa de la Unidad de Neonatología del Hospital Río Hortega.
Las mujeres que desean donar su excedente de leche una vez que está bien establecida la lactancia de su hijo, deben cumplimentar una encuesta de salud para comprobar que tienen unos hábitos de vida saludable y una dieta equilibrada. «Se realiza también una analítica para descartar determinadas infecciones que pueden no resultar dañinas para su propio hijo, pero si para otros niños enfermos. A continuación, les hacemos entrega del material y las instrucciones para la extracción, de forma que la leche sea de la máxima calidad y mantenga todas las propiedades», informa la jefa de neonatología. También hay madres que, tras una muerte perinatal o neonatal, deciden continuar con la lactancia para donar su leche para otros bebés que lo necesiten. Es un acto que les ayuda a sobrellevar el duelo.
El proceso de donación de este oro líquido, sigue una completa trazabilidad que permite conocer de cada biberón donado toda la información sobre la madre donante, hora y fecha extracción. El Banco de Leche dispone de un servicio de recogida a domicilio, muy cómodo para las madres donantes que se encuentran en época de crianza de sus propios hijos y que evita que la leche pase demasiados días en el congelador casero. Muchas de las madres con niños ingresados en la UCI, como es el caso de Mercedes, llevan ellas mismas la leche directamente hasta la consulta del hospital, siempre «en estado óptimo de congelación», puntualiza Caserío. «Actualmente tenemos donantes suficientes para cubrir las necesidades de nuestros recién nacidos, prematuros y enfermos. Siempre que hemos hecho un llamamiento, la respuesta de las donantes ha sido abrumadora. El altruismo de las madres en relación a la lactancia es enorme», añade.
Las restricciones de movilidad derivadas de la pandemia impidieron que muchas madres pudieran acercar ellas mismas la leche hasta la consulta, sin embargo, el Banco ha tenido leche suficiente para todos los bebés que la han necesitado. «En lo que más ha repercutido la pandemia ha sido en la lactancia para los niños hospitalizados, porque se impusieron restricciones de visitas y de separación madre e hijo. Desde el hospital hemos luchado mucho por no restringir las visitas y así fomentar la lactancia», concluye Caserío.
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