Denunciado un cazador por abatir dos corzos y no precintarles
Una patrulla del Seprona le sorprendió arrastrando y escondiendo los ejemplares que acababa de abatir
Gabriel de la Iglesia
Viernes, 12 de mayo 2017, 18:17
El Seprona de la Guardia Civil ha decomisado los cuerpos sin vida de dos corzos (Capreolus capreolus) a un cazador de 50 años de edad, vecino de la provincia de Badajoz, que fue sorprendido tras abatir ambos ejemplares y desplazarlos del lugar de abate sin colocar el correspondiente precinto obligatorio para su traslado y transporte.
Según explican fuentes del Instituto Armado, una patrulla del Seprona tenía conocimiento días atrás de que un cazador acababa de abatir un siendo arrastrado, escondido y abandonado en un pinar, ausentándose del lugar en un todoterreno.
Trasladados la patrulla al coto de caza, tras escudriñar los caminos que lo recorren, en otro paraje de la comarca de Páramos localizaron desde la distancia un vehículo de iguales características a las facilitadas por el comunicante, estando ocupado por tres personas.
Transcurridos unos momentos, observaron una persona en actitud de disparar, escuchando un disparo de arma de fuego y percibiendo como abatían un segundo corzo, cuyo cuerpo era movido y oculto entre la vegetación.
La patrulla se dirigió al punto, consiguiendo interceptar el vehículo lejos de la zona donde habían abandonado al animal, identificando a los ocupantes e interesándose por los hechos recién ocurridos, facilitando éstos versiones contradictorias.
Los agentes volvieron a los lugares donde fueron abandonados ambos cérvidos, verificando su muerte y comprobando que habían sido movidos de su posición original hasta otro lugar, sin colocar previamente el preceptivo precinto conforme a lo estipulado en la Ley de Caza de Castilla y León, por lo que el cazador fue denunciado.
Ambos animales presentaban claros indicios de haber sido recientemente abatidos, llamando la atención el hecho de que los identificados portaban precintos sin usar y en regla para los terrenos cinegéticos donde realizaron la actividad venatoria.
La infracción observada ha sido puesta en conocimiento del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León en Burgos, donde han sido entregados los cadáveres, siendo intervenido el arma y uno de los precintos.