La Feria del Tomate de Mansilla de las Mulas ofrece más de 6.000 kilos
El producto sigue teniendo un gran reconocimiento, aunque todavía se encuentra muy lejos de alcanzar la Denominación de Origen pretendida
S.GALLO
Domingo, 29 de agosto 2010, 19:59
La localidad de Mansilla de las Mulas (León) acogió este domingo, como cada último domingo del mes de agosto, la XXI edición de la Feria del Tomate, que este año repartió más de 6.000 kilos de hortaliza autóctona a los miles de visitantes que, como es habitual, se acercaron hasta la localidad para adquirir uno de los productos más apreciados de la zona. Una treintena de puestos ofrecieron este producto en sus diferentes variedades en la plaza del Grano de la localidad a lo largo de toda la mañana, en una jornada amenizada por la celebración de actividades paralelas.
Este año la previsión es que se recogerán alrededor de 18.000 kilos de este fruto, que cuenta cada vez con un mayor reconocimiento, pero que todavía ve lejana su declaración como producto de calidad y protegido, entre otros motivos por no alcanzar un mínimo de producción. La cosecha ha sido parecida a la de los últimos años explicó el presidente de la Promotora para la Denominación de Origen Tomate de Mansilla, Ricardo Dávila.
El tomate de Mansilla de las Mulas se caracteriza por tener un bajo valor calórico y disponer de un alto contenido en agua, ser pobre en hidratos de carbono y muchas vitaminas y minerales. Físicamente puede distinguirse por su color rojo vivo, es muy aromático, de piel muy fina, sabroso, con bastantes semillas y con un cierto toque ácido. Es un producto muy perecedero, que se mantiene en perfectas condiciones hasta cinco o siete días después de la recolección.
Como principal activo dispone de una gran calidad y con un conocimiento de sus técnicas de producción muy difundido. La difusión de este producto se potencia precisamente con la celebración de la Feria del Tomate y con el apoyo de las diferentes institucionales.
El tomate de Mansilla se cultivaba tradicionalmente a partir de las semillas secas del año anterior con las que se preparaban los semilleros. En ellos, la planta permanecía entre los meses de febrero y mayo, momento en el que se trasplantaba. Se utilizaba el riego en el surco y sulfatado frente al pulgón, seguido de tratamientos frente a oídio y mildiu. La planta no se solía empalillar, obteniéndose producciones de dos a tres kilos por cada planta.
Actualmente existen pocos productores que conserven la semilla autóctona, ya que la mayoría emplea híbridos. Hay algunos hortelanos que cultivan el tomate en invernadero, aunque predominan los sistemas más tradicionales. El tomate se recoge cuando todavía tiene un color mayoritariamente verde entre los meses de agosto y octubre.
Por el momento, el tomate de Mansilla de las Mulas continúa esperando su reconocimiento, aunque desde la Promotora pro Denominación de Origen son conscientes de que, para recibir una figura legal de protección queda mucho tiempo. Uno de sus principales problemas es que se trata de un producto muy perecedero y además la temporada es relativamente corta, al tiempo que sería necesaria la creación de más industria a su alrededor o de transformación que permita la producción de miles de kilos de esta hortaliza. En este sentido, Dávila lamentó el número cada vez menor de horticultores en la zona y la falta de incorporación de gente joven al sector.