«Me han sobrado 60 céntimos»

En tan sólo tres días elaboró y compró una lista de productos de toda índole y condición para invertir los 6.000 euros del premio de la campaña del comercio tradicional y ayer recogió los paquetes recorriendo en un coche facilitado por los propios comerciantes la veintena de establecimientos en los que realizó el gasto.

Así de fácil y sin salirse del presupuesto. «Bueno, me han sobrado 60 céntimos», explicaba entre risas María del Pinto Betegón, una funcionaria del Sacyl que ha resultado afortunada en el sorteo de la campaña 'Un día entre 6.000 euros', promovida por el comercio tradicional para afianzar la clientela en una época tan propensa a las compras como es las vísperas de las fiestas navideñas.

La campaña se puso en marcha por primera vez en el año 2002 y se ha mantenido con indudable éxito, ya que en estos años no han bajado de cien mil las papeletas depositadas por los consumidores en función de las compras efectuadas. La crisis que vive el comercio tradicional hacía temer este año por el futuro de la campaña 'Un día entre 6.000 euros', y aunque evidentemente las compras han descendido por la coyuntura, los comerciantes dan por hecho que también se ha llegado a las cien mil papeletas.

La emoción del sorteo

De esa ingente cantidad de boletos candidatos a los premios, veinte fueron depositados por María del Pino Betegón, que el domingo recibió la llamada de la suerte de boca de un notario contratado por las asociaciones de comerciantes para certificar la transparencia del sorteo. «Ha sido una experiencia muy grata: la que proporciona la sensación de no pagar con tu dinero, porque te lo han regalado», relataba la agraciada, mientras colocaba los numerosos paquetes en su casa.

Con 6.000 euros, María del Pino compró de todo y para toda su familia compuesta de dos hijos y once hermanos, de los que también se acordó. Un bolso, gafas, una cristalería, un reloj, ropa y regalos componen las compras.

Lo más caro que adquirió fue una televisión, y lo más barato, unos calcetines. «Alguna vez había soñado con este premio, pero sin esperanzas, y resulta que lo he conseguido», reflexionaba. «Siempre compro en Palencia, no soy de las que se van a otras ciudades, porque aquí tenemos muy buenas tiendas, la gente te conoce y te trata bien, y te encuentras como en familia», señalaba la agraciada, con la misma sensación de felicidad que el miércoles tenían las otras dos afortunadas en el sorteo: María Luisa García y Conchi Saéz, que se han gastado 3.000 euros cada una en este premio y que junto con María del Pino han sido las protagonistas de la semana por la envidia sana que han generado entre tantos candidatos a gastar 6.000 euros de un plumazo, y porque el premio ha recaído en los propios comerciantes donde las ganadoras han efectuado sus compras. A fin de cuentas, de eso se trataba: consumir para revitalizar la economía. Que se cumpla.