«El agua fósil puede dar la clave de cómo es la vida en otro planeta»

Licenciado en Biología por la SEK y doctorado en la Universidad Autónoma de Madrid, Antonio García (Segovia, 1979) forma parte desde hace ocho meses de un grupo de investigación en el área de la microbiología en Bloemfontein, una ciudad en el centro de Sudáfrica en cuyas minas de oro y diamantes el equipo estudia aguas milenarias atrapadas a varios kilómetros de profundidad de la tierra.

-¿Qué es exactamente lo que estudia su equipo?

-Hacemos ecología microbiana del agua almacenada en estratos impermeables a kilómetros de profundidad de la tierra. Es un agua peculiar porque ha estado aislada durante millones de años pero que, no obstante, contiene vida. Nuestro proyecto, básicamente, es saber qué hay ahí y qué hace.

-¿Con qué objetivo se analiza el comportamiento de estos organismos microscópicos?

-Los microorganismos atrapados en aguas fósiles nos pueden dar la clave de cómo puede ser la vida en otros planetas o de cómo pudo ser ésta cuando se originó.

-¿Ya ha dado algún fruto la investigación?

-Es un proyecto muy interesante y ambicioso, pero ahora estamos arrancando y poniendo a punto las técnicas. El grupo ya está consolidado y de momento hemos ido a muestrear.

-¿Cuál es la ventaja de llevar a cabo este proyecto en un país como Sudáfrica?

-Es un país con una industria minera muy importante. Además, las minas más profundas están allí -alcanzan hasta cuatro kilómetros-.

-¿Cómo se siente uno a tantos metros bajo tierra?

-Una vez abajo, no se tiene la sensación de estar a tanta profundidad. Lo que sí resulta más agobiante es el trayecto en ascensor, pues son tres minutos en caída libre, a oscuras y con gente muy junta a tu alrededor. La verdad es que la labor es dura, pues agota mucho físicamente y debes beber mucha agua para evitar deshidratarte. A pesar de todo, profesionalmente, bajar a cuatro kilómetros supone una gran oportunidad.

-Y personalmente, ¿qué destacaría de esta experiencia?

-La relación con la gente del país. Son personas muy hospitalarias y sociables a las que les encanta reunirse para charlar y compartir con la familia y los amigos. No hay semana que, como mínimo, no me inviten a una barbacoa.

-Haber participado en un proyecto como éste dará mucho prestigio a su currículo a su vuelta a España...

-La verdad es que en España, si quieres seguir investigando en Ciencias, es un requisito haber salido fuera al menos un año como posdoctoral. No obstante, mi intención es sacar el máximo partido profesional y personal de esta experiencia y quedarme el tiempo que sea necesario.