Abuelito, dime tú...
El espectáculo 'Heidi' congrega a familias enteras el día de Navidad en el pabellón Pedro Delgado
C. B. E.
Miércoles, 26 de diciembre 2007, 12:16
El abuelo, Clara, Pedro, la señora Rottenmeier e incluso el perro Niebla y, por supuesto, Heidi. Todos estuvieron, cantaron y bailaron ayer en Segovia, compartiendo la tarde de la jornada de Navidad con cuantos se acercaron al pabellón Pedro Delgado de la capital y disfrutaron con el espectáculo inspirado en el personaje creado por Johanna Spiri hace nada más y nada menos que 127 años, en 1880. El montaje demostró la vigencia de este clásico y que el tiempo parece no pasar por sus personajes.
'Heidi' recorre estos días la geografía española para remover la memoria de los más mayores con las aventuras y desventuras de la niña huérfana de profusos coloretes en las mejillas y falda tirolesa que se muda a la cabaña de su abuelo en plenos Alpes suizos.
Pero, sobre todo, los que más disfrutaron con la función fueron los más pequeños, que pudieron acercarse y ver en vivo y en directo al elenco de este clásico de la literatura infantil y más tarde de los dibujos animados.
Y es que la Navidad no deja de ser un guiño al niño que todos llevan dentro y que despierta cuando se oye determinada canción o en el momento en el que se recrea cierto personaje de la infancia.
'Heidi' reaviva ese espíritu, tal y como demuestra el espectro de público al que va dirigido este musical y que abarca desde los 3 a los 103 años, como reza la publicidad de la producción. Al echar un vistazo a las gradas y a la cancha del Pedro Delgado, familias enteras corearon himnos televisivos y generacionales como el 'Abuelito, dime tú' u 'Oye', lo que refleja a las claras que el segmento recomendado de edad no era sólo un reclamo de la mercadotecnia.
Protagonismo musical
Sobre el escenario del pabellón desfilaron trece cantores, elegidos el pasado mes de octubre durante la celebración de una prueba de selección a la que se presentaron alrededor de setecientas personas. Los artistas compartieron tablas con los muñecos de tamaño real que transportaron a los menudos y no tan pequeños espectadores a la Suiza de principios de siglo XX, donde Johanna Spiri basó la novela que más tarde llegaría a televisión.
Heidi, el abuelo, los amigos Pedro y Clara, el perro Niebla y la señorita Rottenmeier sumergieron al público en un mundo ficticio en el que la pequeña huérfana descubre la amistad, el respeto, la naturaleza y el cariño de los animales y las personas. Y todo ello a través de unas emotivas canciones que todo el mundo reconoció casi al instante. A los temas más radiados gracias a la serie, que ahora cumple treinta años, la producción ha añadido nuevas composiciones escritas y arregladas para el montaje por José Antonio Feito y Pedro Martínez, como 'Una flor', 'Sólo', 'Como tú' y 'Mi familia ideal'.