El brindis motero abre una Fiesta de la Moto que se impone a la lluvia

El indomable espíritu de los moteros, capaces de superar casi cualquier adversidad para alcanzar sus objetivos, tuvo una buena ocasión para lucirse en la noche de este viernes, cuando oficalmente se daba el pistoletazo de salida a la concentración de la Fiesta de la Moto. La lluvia que desde las cinco de la tarde cae sobre Valladolid -se habían recogido cerca de seis litros en tres horas y media-, ha supuesto un pequeño obstáculo, que en absoluto se ha convertido en insalvable.

Ese agua, por ejemplo, ha obligado a que el brindis motero, efectuado con verdejo ecológico Cuatro Rayas, se tuviera que llevar a cabo en una de las carpas. Hubiera lucido más en la zona de acampada, claro, pero estas cosas no son controlables.

Sea como fuere, las previsiones meteorológicas para este sábado son mucho más halagüeñas, y será difícil que la lluvia aparezca por la concentración motera. Ha estado en el inciio y es probable que esté en el final, pero en el día grande hará mutis por el foro.

La organización, empero, está satisfecha con el resultado obtenido por la convocatoria. No se aspiraba a llegar a los números de Pingüinos, la cita cuya esencia se mantiene viva con la Fiesta de la Moto, pero tanto el número de inscritos como la presencia de moteros en un día tan desapacible fomenta el optimismo para el este sábado, y se confía en que el desfile programado a las 12:00 de la mañana sea especialmente vistoso.

Óscar Puente, en este sentido, hizo un llamamiento a la participación, se mostró optimista visto lo que ha ocurrido con la climatología y se felicitó por el buen ambiente y participación que se ha visto hasta el momento