El rugby de base se sube por las nubes
La Federación de Castilla y León plantea una subida de tasas de entre el 20% y el 30%, según tramos, que enfada a los clubes con la temporada cerca de comenzar
Sergio Martínez
Jueves, 25 de agosto 2016, 08:21
El mundo del rugby base vive estos días momentos de incredulidad y desazón. Desde la federación autonómica de este deporte han planteado un aumento de las tasas de las licencias federativas de entre un 20 y 30%, en función de las categorías, y que llega a suponer un subida media de 70 euros, tal y como le ha sido notificado a los clubes vallisoletanos.La licencia sénior alcanzará los 445 euros, como cifra propuesta más alta. La juvenil pasa de 85 a 134 y un entrenador pagará 153, cuando costaba 110, siendo estos dos últimos los rangos más bajos. En júnior sub-21 y regional, la cifra supera los 300 euros (308 y 369 euros respectivamente, el año pasado eran 230 y 285). En total, la subida media es de un 2676%.
Esta medida afectará aproximadamente a 3.500 jugadores en Castilla y León. Además, supone la cuarta subida consecutiva que lleva a cabo la Federación, tal y como afirma David Rodríguez Gordini, presidente del Rugby Arroyo.
La subida propuesta ha generado un gran enfado entre todos los clubes que forman el mundo del balón oval en la comunidad, que incluso se han llegado a plantear parones en la competición, tal y como ocurrió el año pasado en otras comunidades como Asturias y Galicia, que sufrieron el mismo problema. «Zamora se plantea competir», afirma Gordini y él mismo no ve con malos ojos que su propio club también siga esa idea y organice un plante.
«Una tasa de kickboxing no llega a 100 euros y las lesiones suelen ser peores, como en otros deportes de contacto. Nos sale más rentable buscar un seguro médico por nuestra cuenta», afirma el máximo dirigente del club de rugby arroyano.
El malestar también ha llegado a los dos grandes clubes de rugby vallisoletanos, el VRACQuesos Entrepinares y el SilverStorm El Salvador, que están liderando las comunicaciones entre las distintas organizaciones para impedir que los jugadores más jóvenes vean aumentada la cuota a pagar por realizar su deporte en la comunidad.
En esa línea se expresaba el presidente del VRAC, José María Valentín Gamazo que, como el resto de clubes, no comparte la medida: «Es una subida exagerada y que llega muy tarde, todos tenemos el presupuesto ya cerrado», explica, debido a que esta medida ha sido notificada en agosto, un mes muy complicado para realizar trámites burocráticos por las vacaciones.
José Antonio Martín Hansen, presidente del SilverStorm El Salvador, también comparte la misma opinión que el dirigente de su eterno rival y califica la medida como «una auténtica barbaridad».
Valentín Gamazo considera inexplicable la propuesta de la Federación Territorial: «Hemos sondeado otras federaciones y la diferencia es abismal. En Madrid la licencia de regional es de 200 euros». El club quesero incluso se planteó subvencionar parte de la nueva tasa, pero las cantidades no son asumibles, debido a que «es un agujero de más de 20.000 euros no previstos y que vienen sin margen de reacción», se lamentó. Unas cifras similares a las que maneja Hansen para su club, ya que ambos conjuntos cuentan con unas cifras de jugadores similares. Unos 400 jugadores por club si sumamos los equipos de todas las categorías. Los costes totales por cada jugador y temporada llegan a casi mil euros si contamos con el resto de gastos, que sufragan los clubes.
Quesos y SilverStorm esperan llegar a una solución antes de que empiecen las clases, para evitar que los padres paguen la subida. Se valoran patrocinios, algo habitual en el deporte, o revisar las cuotas. «La empresa aseguradora es la que pone sus tarifas y son esas, ahora tenemos que trabajar entre todos y no buscar solo subir las tasas. Esa es la salida fácil, pero también la más perjudicial, porque el perjuicio para las familias va a ser muy grande», apuntó.
Esta noticia llega en pleno auge del oval en Valladolid tras la mediática final de Copa del Rey con un espectacular lleno en Zorrilla de la temporada pasada. «Estamos teniendo más demanda y esperábamos crecer bastante, incluso tenemos problemas de espacio en las instalaciones», afirmó Hansen.
Dentro de los motivos de esta subida por parte de la aseguradora, se baraja los abusos por parte de los jugadores como el principal, algo que Gamazo descarta: «No tenemos constancia de abusos. En las lesiones se requiere de un especialista y nosotros tenemos una primera atención que quita mucho trabajo al seguro». Desde El Salvador reconocen que están analizando este tema.
La relación con la Federación no ayuda. Gamazo la califica de «inexistente. Solo nos aporta los árbitros». Hansen también secunda esta sensación: «No nos echaron una mano ni con la Copa. Sentimos que están lejos del día a día de los clubes. Debemos luchar por fomentar nuestro deporte entre todos». Los jugadores (y los padres) eso esperan.
La Federación se autoexculpa
Desde la Federación de Castilla y León, su presidente Fernando Raposo pone el foco del problema en la subida de las cuotas propuesta por la aseguradora (FIATC en este caso): «No es por culpa de la Federación, sino por los seguros, ellos son los que han incrementado las cuotas. La ficha se incrementa por el seguro deportivo. Ha subido el número de partes por lesiones el último año», comentó el presidente federativo.
El dirigente aseguró que «estamos trabajando para encontrar una solución, aunque no es fácil, porque agosto es un mes muy malo para poder hacer reuniones».
En cuanto a las soluciones que estudia adoptar la Federación para rebajar el importe, se estudian las vías que ya comentaron los presidentes de los clubes: «Seguimos negociando con las aseguradoras, queremos quitar algunas pólizas para rebajar la cuota o mirar en la competencia otros precios. Este problema ya pasa en otras muchas comunidades», recordó. Sobre el retraso en el anuncio, afirmó que los plazos son los habituales: «Lo anunciamos cuando hemos podido, nosotros negociamos al final de temporada. Si ha provocado trastornos, lo siento», se lamentó.