«Me gustaría arbitrar alguna competición internacional»

¿Quién no ha jugado alguna vez en un bar con sus amigos una partida de billar? Pues Sergio Calleja descubrió así, a los 16 años, lo que ahora es algo más que su pasión. Ahora, con 31, es comercial de profesión, y en su currículo tiene participaciones en los campeonatos de España de billar a tres bandas. Desde la presidencia del Club Billar Valladolid, ha llegado a la categoría de juez árbitro nacional de este deporte.

-Pese a su juventud, ya ha llegado a varias altas cotas del billar, pero su llegada a este mundo fue casi de casualidad

-Pues sí. Fue en las antiguas fiestas de San Mateo de Valladolid. Vi en el programa de fiestas que había un campeonato de billar y me acerqué a verlo. Me gustó mucho, y un día en un bar estaba ocupada la mesa de billar americano y nos pusimos en la de tres bandas. Cada día me picaba más y hasta ahora. He ido recorriendo todos los pasos: jugador, árbitro, presidente del club de Valladolid y director técnico de la federación de Castilla y León.

-Se podría decir entonces que lo ha conseguido todo en el mundo del billar a tres bandas

-Bueno, no del todo. La verdad es que me gustaría que hubiese más afición en la comunidad de Castilla y León. No hay mucha cantera y actualmente somos 20 los que componemos el club vallisoletano. Pero lo que más me gusta es ser árbitro. De hecho, una de mis mejores experiencias en este mundo fue la de arbitrar la final nacional en Tenerife en el año 2006. Es lo máximo que he alcanzado hasta el momento. Aunque por pedir, me gustaría poder arbitrar alguna competición internacional.

-¿Qué tal es el nivel del billar castellano y leonés?

-Sorprendentemente bueno. El club de Valladolid, por ejemplo, subsiste casi sin apoyos. Este año, la Junta ni nos ha dado algo y hemos podido fichar a un par de jugadores, pero seguimos siendo uno de los clubes más modestos de España. Pero también estamos entre los mejores. El año pasado terminamos octavos de cincuenta y dos participantes. Para este año esperamos llegar, por lo menos, a igualar esta plaza. Pero la ilusión es volver del campeonato con alguna medalla.