El valor y la entrega de Aarón Grande le convierten en campeón de Benavente

Se acerca el día grande de las fiestas del Toro Enmaromado de Benavente. Este miércoles, 7 de junio, las calles de la localidad zamorana vivirán el rito del ancestral Toro enmaromado, emblema y signo distintivo de esta población, con tradición marcada y conservada con respeto, pasión, trabajo y afición.

Pero antes de ese momento, para calentar motores, la emoción se concentra en el ruedo de la plaza de toros, donde este domingo, dieciséis jóvenes experimentados en el toreo a cuerpo limpio, trataban de llevarse a sus vitrinas el trofeo más grande.

En esta ocasión fue el joven Aarón Grande de Berriozar, natural de Pamplona, el que se alzó con la primera posición de este concurso que en esta edición tenía carácter libre.

El Ayuntamiento benaventano junto con la empresa taurina Mario Bragado y la colaboración de Toropasión espectáculos, propuso un concurso con formato de suerte libre. Es decir, con posibilidad de resolver y puntuar en su turno realizando cortes, quiebros o saltos.

Viajaron a Benavente dieciséis especialistas de puntos tan dispares como Madrid, Valencia, Navarra o Castilla y León para configurar un evento que asegurara emoción, destreza, agilidad y valor.

Se enfrentaron estos valientes a un lote de cinco novillos utreros de la ganadería de Clairac, hierro de encaste propio el de esta casi centenario ganadería, una de las grandes joyas del campo charro.

Tras las rondas eliminatorias, y un juego dispar de los novillos, consiguieron el pase a la final los cinco más motivados de la tarde, dando una auténtica exhibición de valor y entrega en una jornada en la que fueron unos cuantos los que sintieron la bravura de las reses en sus carnes.

Los cortadores Luis Alberto Vara «Palomita» y Aarón Grande fueron volteados con violencia por el toro de la final, pero pudo más su orgullo torero y volvieron a salir a la arena a retar al peligroso animal, poniendo en pie a los aficionados. Tal hazaña hizo que entre los dos se repartieran el trofeo de subcampeón y campeón.

Finalmente el concurso, que libró por minutos de la lluvia primaveral, se resolvió con momentos de buen toreo a cuerpo limpio, con sustos que afortunadamente no revistieron gravedad.

El tercer clasificado fue Javier Hernándiz de Montroi; el cuarto, Pablo Martín «Guindi» de la Pedraja de Portillo y el quinto, Javier Manso «Balotelli» de Narros de Cuéllar.

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