La modernización del Canal Toro-Zamora permite un ahorro del 70% a 1.700 agricultores

Las obras de modernización del Canal Toro-Zamora permiten un ahorro del 70% en los gastos energéticos destinados al regadío de 1.684 agricultores. Y es que la zona, que abarca 7.075 hectáreas, se estaba regando por gravedad, un sistema con altos consumos de energía y agua, que ahora, tras las dos fases de obras, se sustituye por un sistema que permite a los agricultores una mayor profesionalización y tomar decisiones sobre la elección de cultivos, con unos costes de producción que se abaratan y un menor consumo de agua.

Así lo explicó la consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente, durante la visita a las obras de la segunda fase de modernización del regadío, donde además destacó que de esta forma la rentabilidad de los cultivos se puede multiplicar hasta por cuatro. Es un esfuerzo cuyas primeras acciones datan de hace 20 años, cuando los regantes empezaron a dar los primeros pasos para promover esta actuación. Es una obra muy importante para muchas familias y para Zamora, donde el peso de la actividad agraria junto a la alimentaria supone un 18% del peso económico, aseguró la consejera.

La modernización del canal ha contado con una inversión de 70,2 millones de euros y afecta a una superficie de 7.075 hectáreas, la mayoría de Zamora (6.167) y 907 hectáreas de la provincia de Valladolid. Concretamente, abarca los términos municipales de Coreses, Fresno de la Ribera, Molacillos, Monfarracinos, Algodre, Toro y Zamora, y de Castronuño y San Román de Hornija en Valladolid.

Las obras se han realizado en dos fases, una primera que afectó a 2.850 hectáreas y que finalizó en el año 2010, y la segunda fase, llevada a cabo en 4.225 hectáreas hasta el mes de abril y que entró en funcionamiento para la campaña de riego.

En total, se han invertido 70,2 millones de euros, de los que el Ejecutivo regional ha financiado 15,8 millones. A estos hay que sumar los 41,3 millones de euros procedentes de fondos europeos y 13 millones de los regantes.

Se trata de un proyecto que la consejera enmarcó en el contexto de esfuerzo que Castilla y León está haciendo por la modernización de los regadíos. En este sentido, Silvia Clemente anunció una inversión aproximada de 500 millones de euros en toda la región para nuevos regadíos y modernización de las zonas regables para el periodo 2014-2020. Se van a incluir todos los que tienen ahora previsión de ejecución en todas las provincias de Castilla y León, manifestó Clemente, quien explicó que en Zamora la previsión es continuar con las actuaciones de la zona del Canal de San José, con la modernización de 40.000 hectáreas.

Esta modernización del campo es imprescindible para conseguir la profesionalización por la que estamos apostando y además es el reto más importante para conseguir la incorporación de jóvenes al campo. Cuantas más oportunidades haya, más jóvenes se van a sentir atraídos por el sector y van a entender que tienen futuro en él, señaló la consejera.

Por otra parte y respecto a la problemática por la presencia de topillos en el campo, Clemente explicó que en el año 2007 se fijó un plan de control y de actuación permanente y que desde ese momento hay controles en toda la Comunidad, que además se han duplicado desde agosto de 2013, mientras que se han multiplicado por diez los municipios en los que se realizan, hasta alcanzar los 1.100 términos municipales.

También destacó que el comité científico para combatir plagas se ha reunido cada tres meses, la última el pasado 9 de septiembre. Ha establecido las actuaciones que corresponden en este momento y los agricultores se tienen que sumar a las recomendaciones como quemas o el arado en profundidad para combatir y aplacar la población en Tierra de Campos, defendió.

Respecto a la reclamación vía judicial de Asaja de Palencia por los daños de los topillos, la responsable de la Junta aseguró que no se puede hablar de demandas judiciales que están sin determinar y que se basan en datos que ha calculado cada uno por sí mismo, como es, según sus palabras, el dato que ofrece esta organización agraria y que cree que no tiene ninguna validez. En cualquier caso, defendió que cada uno es muy libre de poner en marcha las acciones que considere aunque cree que carecen de rigor.