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Pedro Luis Gallego, a su salida de Alcalá Meco en 2017. J. L.-Ical
El 'violador del ascensor' está estable y los médicos descartan que sufra daños cerebrales

El 'violador del ascensor' está estable y los médicos descartan que sufra daños cerebrales

Instituciones Penitenciarias confía en poder hablar con el doble asesino vallisoletano para determinar lo ocurrido en su segundo intento de suicidio en dos años

J. Sanz

Valladolid

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Martes, 30 de julio 2019

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Pedro Luis Gallego, el 'violador del ascensor', fue encontrado a primera hora de la mañana del lunes inconsciente en su celda de la prisión de máxima seguridad de Herrera de la Mancha (Ciudad Real), donde permanecía recluido bajo la vigilancia de un preso 'sombra' de acompañamiento. A su lado, al parecer, dejó una nota manuscrita. El depredador sexual vallisoletano, hoy de 61 años y que está pendiente de ser juzgado de nuevo por otro reguero de agresiones en Madrid, fue evacuado en estado grave al hospital de Ciudad Real, donde se encuentra ahora ingresado en situación estable -«ha salido del estado de gravedad»- y todo apunta a que fuera de peligro después de que los médicos hayan descartado que sufriera daños cerebrales después de realizarle un TAC, según han informado este martes fuentes de Instituciones Penitenciarias.

Todo apunta a que el violador multirreincidente protagonizó el lunes su segundo intento de suicidio desde que fuera detenido el 14 de junio de 2017. A raíz del primero, ocurrido apenas tres meses después de su arresto, fue traslado precisamente de la cárcel madrileña de Navalcarnero a Herrera de la Mancha, donde se encontraba en la actualidad y en la que ya cumplió buena parte de su condena por el doble asesinato de las jóvenes Marta Obregón (el 22 de enero de 1992 en Burgos) y Leticia Lebrato (el 19 de junio en Viana) y otras violaciones más antes de salir en libertad sin más cargo que el conciencia el 14 de noviembre de 2013.

El depredador sexual será juzgado en octubre en Madrid y se enfrenta a penas de más de 90 años

Pedro Luis Gallego, que fijó su residencia en la capital segoviana, permaneció en libertad menos de cuatro años, tiempo más que suficiente para que la Policía Nacional le imputara el rapto, violación y robo a dos jóvenes, a las que secuestró en las inmediaciones del Hospital de La Paz, y dos intentos más de rapto.

El violador vallisoletano conoció en junio, ya en su celda de Herrera de la Mancha, que sería juzgado entre los días 3 y 5 de octubre en la Audiencia Provincial de Madrid y que se enfrentaría, otra vez, a penas estrastosféricas de más de noventa años de prisión por las agresiones sexuales y tentativas ocurridas entre diciembre de 2016 y abril de 2017.

De charla hasta la madrugada

Su compañero de reclusión aseguró el lunes a los funcionarios de la prisión manchega de máxima seguridad que estuvo hablando con él hasta cerca de la una y media de la madrugada. Fue a primera hora de la mañana, en torno a las ocho, cuando fue encontrado inconsciente, pero con vida. Los servicios médicos del centro penitenciario realizaron una primera valoración antes de acordar su evacuación al hospital. Fuentes penitenciarias apuntaron a que Pedro Luis Gallego pudo sufrir una sobredosis por ingesta de algún tipo de medicamento o sustancia, es decir, el mismo método que ya utilizó cuando intentó, en apariencia, quitarse la vida por primera vez el 18 de septiembre de 2017. Los funcionarios confían en «poder hablar con él» para determinar lo ocurrido durante la madrugada del pasado lunes.

Al recluso le aplicaron a partir de su traslado, ya en Herrera de la Mancha, el protocolo antisuicidio y ahora, al parecer, aún permanecía vigilado por un recluso de confianza. El caso es que el reo vallisoletano acabó el lunes otra vez en el hospital. Cuando se recupere, y todo apunta a que así será, le espera un juicio que se antoja duro y en el que se enfrentará a sus cuatro presuntas víctimas, tres de las cuales ya le reconocieron sin dudarlo en las ruedas de reconocimiento que condujeron a su última detención. El ADN también sitúa a una de ellas en su piso de Segovia, donde habría llevado y violado a dos de las chicas. El fiscal y las acusaciones particulares piden para él penas que suman más de 90 años de prisión por rapto, violación, robo, tenencia de armas...

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