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Un científico vallisoletano en Alemania: «Aquí la ciencia se paga muy bien, no como en España»Juan Carlos del Valle (25 años), vallisoletano afincado en Stuttgart desde julio de 2023, es doctorado en Química en el Instituto de Química Teórica -Institut ... für Theoretische Chemie- de la universidad de esta ciudad alemana y su trabajo diario consiste en «la investigación relacionada con astroquímica». Es decir, trabaja «sobre los procesos físicos y químicos que ocurren en el medio interestelar desde un punto de vista teórico». Para ello, relata, él y su equipo combinan técnicas que van desde el modelado electrónico utilizando la química cuántica hasta la denominada como ciencia de datos.
Entre tecnicismos propios de la ciencia, el joven confiesa que lo que más echa de menos de su país de origen son ingredientes para hacer cocina española: «Aquí no encuentras un buen jamón para elaborar croquetas o un pescado fresco porque ese alimento no forma parte de la dieta de esta zona del país y es muy difícil conseguirlo».
Este experto en química del espacio y del medio interestelar volaba de su casa, situada en el barrio de 25 años de Paz en Valladolid, por primera vez a sus 25 años para una larga estancia. «Nunca antes había venido a Alemania ni siquiera para hacer turismo. Sí que he estado durante el máster temporadas de varias semanas o un mes fuera de casa, pero nunca de larga estancia», relata. «Toda mi familia lo vio como una muy buena oportunidad. Al principio cuando das la noticia es un poco impactante y todo el mundo tarda en asimilarlo y aceptarlo, pero al final es un paso a mejor», recuerda el joven.
Por suerte la búsqueda de piso fue una de las labores más sencillas a su llegada a Stuttgart, una ciudad en el suroeste del país conocida por ser un centro de manufactura de Mercedes-Benz o Porsche, que tienen sedes centrales allí. «La universidad ofrece a los nuevos doctorandos alojamientos temporales -de entre 3 y 6 meses- en apartamentos. Durante ese tiempo y ya desde aquí, puede ver pisos, contactar con gente y buscar con más calma alojamiento. Pasados los 3 meses conseguí un apartamento pequeño en un barrio residencial a unos 20 minutos de la universidad en bus», explica Juan Carlos del Valle.
Sus datos
Lugar de residencia Stuttgart (Alemania)
Tiempo actual de estancia 2 años
Profesión Doctorado en Química del espacio y del medio interestelar
Edad 25 años (1 de noviembre de 1999)
Lugar de nacimiento Valladolid
Respecto a los sueldos en Alemania, el doctorado en Química sentencia que «son bastante más altos que en España, si bien es cierto que los precios en ciertas cosas lo son también. La ciencia en España no está ni de cerca bien pagada. Aquí el sueldo de un doctorando es suficiente para independizarse, mantenerse uno mismo y tener un poco de ocio, cosa que por desgracia en España no es tan fácil». Sin embargo, el ocio «es mucho más caro aquí» aunque «hay que verlo desde la perspectiva de unos sueldos más altos». «En los gastos del día a día, la luz y el gas son bastante más caros aquí, pero hacer la compra de la semana es en proporción algo más económico. El transporte al tener el ticket unificado por 58 euros, es un ahorro enorme», detalla.
Y es que en Alemania el precio del transporte público de cercanías -bus, metro, tranvía y trenes regionales- «está unificado» de tal manera que «bajo una subscripción mensual de 58 euros llamada D-Ticket puedes montarte en todo el transporte público de cercanías en toda la red del país. Desde viajar en el U-Bahn de Berlín o el de Stuttgart o coger un tren regional entre dos ciudades cualquiera», apunta.
Su jornada laboral comienza alrededor de las ocho y media de la mañana aunque tienen «bastante flexibilidad de horarios» e incluso es posible trabajar desde casa», algo que el joven no practica puesto que prefiere disfrutar del ambiente de equipo desde el lugar de trabajo. «Normalmente tengo trabajo de oficina, realizando simulaciones y cálculos hasta que termina la jornada. Hay veces que esto es a las cuatro, otras a las seis… depende de cómo funcionen los cálculos y la cantidad de trabajo que haya. Hacemos el descanso de la comida a las once y media, bastante pronto incluso aquí, y una vez a la semana tenemos una hora para tomar el té de la tarde todo el instituto», precisa el futuro doctorado en Química.
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Su trabajo suele ser poco monótono en el día a día. «Solemos tener invitados para dar charlas científicas una vez a la semana, reuniones individuales y grupales. A lo largo del año tenemos también conferencias y viajar a ellas forma parte del trabajo», señala el vallisoletano de 25 años. Entre sus hobbies durante su estancia en el país bávaro se encuentran «los viajes a otras ciudades, hacer una barbacoa con los amigos o tirarse en el césped de un parque a jugar cartas», aunque confiesa que su mejor plan hasta el momento ha sido «ir al bosque, hacer un fuego pequeño y observar las auroras con amigos».
Aunque esboza que «todavía no ha llegado a echar de menos algo relevante de Valladolid» fuera a parte del cariño de su familia y sus amigos, intenta volver en Navidad y verano a su ciudad de nacimiento. «Me gusta escaparme a Valladolid cada tres o cuatro meses aunque no siempre es posible. Desde Stuttgart no hay vuelo directo a Madrid y eso hace que el viaje sea mucho más largo y caro. Al final terminas estando condicionado a que las conexiones sean más baratas y cortas», finaliza.
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