El vallisoletano David Merino gana el Concurso de Cortos contra la Violencia de Género en Asturias

El estudiante vallisoletano David Merino ha ganado el primer premio en el Concurso de Cortos contra la Violencia de Género que organiza la Asociación de Mujeres Jóvenes de Asturias (Muojas) por su pieza 'Espectadores', un cortometraje audiovisual que aborda el maltrato físico y psicológico al que se enfrentan las mujeres y de la capacidad de actuación de las personas que presencian ese tipo de abusos.

«Es muy importante lanzar el mensaje a los que están a su alrededor porque ellos también pueden dar el paso y actuar», explica el joven cineasta. Él y cuatro de sus compañeros (Jaime Saez, Marta Deza, Lydia Sánchez y Adrián Beade) plasmaron la idea en el cortometraje como trabajo para la asignatura de Planificación de Cine, impartida por su profesor Borja Sánchez. «Empecé con el rol de actor y poco a poco mis compañeros me fueron adjudicando el papel de director», ríe.

Merino estudió en el instituto Cristo Rey hasta segundo de Bachillerato, donde alimentó su pasión por el cine y plasmó más tarde en los grados medio y superior en la Escuela Superior de Imagen y Sonido de Valladolid (Aceimar). «Allí he descubierto que me encanta la dirección cinematográfica, pero tampoco descarto un papel como actor», asegura el estudiante.

Sus profesores les animaron a presentar el cortometraje a concurso gracias al objetivo que persigue el trabajo. «Queremos que las personas que están alrededor de la chica maltratada den el paso ya que la mayor parte de las veces esa persona se siente psicológicamente neutralizada y no es capaz de contar lo que sucede», explica Merino. Él y sus cuatro compañeros han ganado un premio de 300 euros, un vale de 40 euros en la librería La Habitación Propia y una camiseta conmemorativa del certamen.

Desde los 'micromachismos' hasta el maltrato verbal y físico, situaciones que «muchas veces no damos importancia pero que pueden derivar en un grave problema», afirma. En este caso, el corto termina con un trágico final: la muerte de la joven a manos de su pareja. «Lo hemos hecho de una manera muy simbólica: una ambulancia, un monitor de hospital y una cruz de cementerio», recuerda. Los padres de David Merino protagonizan el papel de los padres de la chica, una actuación que califica de «muy provechosa».