Urbanismo autoriza subir hasta las seis plantas el centenario edificio de Zorrilla con Magallanes
El Ayuntamiento concede la licencia para reestructurar el inmueble de 1904 con 11 viviendas de lujo manteniendo sus actuales fachadas
Obra de calado en el corazón de la principal arteria que une el centro y el sur de la ciudad. La Junta de Gobierno del ... Ayuntamiento de Valladolid ha aprobado este martes la licencia de obras y el proyecto básico para reestructurar el centenario edificio que hace esquina entre el Paseo de Zorrilla, a la altura del número 76, y el 1 de la calle Magallanes, un inmueble que data de 1904 y que fue diseñado por los arquitectos Antonio Ortiz de Urbina y su padre, Jerónimo.
El Consistorio autoriza a la inmobiliaria de viviendas de alta gama Pavalgán la reestructuración interior del inmueble, que crecerá hasta las seis plantas más ático (ahora cuenta tres alturas en fachada y una cuarta en cubierta) para habilitar 11 casas de lujo con otros tantos trasteros y diez plazas de garaje en los dos sótanos que se excavarán en esta privilegiada ubicación.
Ahora esta coqueta casa tiene detrás la medianeras de ladrillo de los edificios colindantes, de hasta nueve alturas. El inmueble cuenta con un grado de protección estructural que, de acuerdo con el Plan General de Ordenación Urbana, corresponde a «edificios con valores arquitectónicos o históricos en su configuración exterior, pero sin valores que requieran su protección integral interna».
La obra contempla, además, habilitar un local comercial a ras de calle de 125 metros cuadrados en el que en su momento dio servicio la tienda de ultramarinos de los Zurita, la familia que fue propietaria del inmueble hasta su venta, y más tarde el comercio de alimentos congelados 5 Océanos.
Desocupado desde el año 2011, la reconocible construcción fue adquirida por Pavalgán junto con el Grupo Figueroa y el objetivo es iniciar los trabajos este mismo año, según han confirmado hoy fuentes de la empresa promotora. Este esquinazo estará en obras aproximadamente durante 24 meses una vez que se inicie el tajo. El permiso municipal da vía libre a la demolición de las entrañas del inmueble y a la excavación hasta los más de seis metros de profundidad para habilitar esos dos niveles para garaje, una operación que obligará a asegurar sus históricas fachadas.
Desde la inmobiliaria señalan que aún están trabajando en el diseño de esas nuevas plantas que saldrán del interior de la envolvente actual. El acuerdo municipal acota que en el proceso de demolición de la cubierta para sumar esos nuevos pisos «se recuperarán, en la mayor medida posible, todos los materiales que le confieren su particular imagen: tejas, cerrajerías, molduras, etcétera, para incorporarlos en la reconstrucción de la cubierta en mansarda».
El edificio conservará pues la actual envolvente catalogada, según destaca el Consistorio. «Con esta intervención se pretende mantener y conservar las fachadas hacia vía pública, los elementos característicos originales, los miradores, balcones y sus elementos ornamentales, respetando la esencia del edificio y su valor patrimonial», subraya la Concejalía de Urbanismo en una nota de prensa.
Para el Ayuntamiento, «esta actuación reafirma su compromiso con la recuperación y conservación del patrimonio arquitectónico de Valladolid, así como con la revitalización del centro urbano, promoviendo proyectos que equilibren la conservación del legado histórico con el desarrollo y la modernización».
Según recoge la propuesta de acuerdo municipal, la obra prevista supone un incremento sobre la edificabilidad contemplada para la finca en el PGOU de 53,500 metros cuadrados. Ese aumento se valora en 73.524,52 euros en favor del Ayuntamiento, un dinero que ya ha sido ingresado por el promotor en la Tesorería Municipal este mismo mes.
Los pisos de Pavalgán tendrán unas superficies entre los 85 y los 100 metros cuadrados mientras que el ático superará los cien y contará con una terraza perimetral de 65 metros con vistas tanto al Paseo de Zorrilla como a Magallanes.
Las tres plantas residenciales actuales mantendrán la estética del edificio de principios del siglo pasado en la que destacan sus ventanales en forma de arco, sus balcones de piedra, las mansardas del último piso y el mirador situado en el vértice de este inmueble de forma triangular. El acceso a las viviendas y al garaje se ubicará en la fachada que da a Magallanes, pero el local comercial tendrá entrada por el Paseo de Zorrilla.
A la espera de conocer el diseño definitivo de este recrecimiento del inmueble, la intervención tiene cierta similitud con la que se llevó a cabo en el antiguo hostal Lucense, en la confluencia del Paseo de Zorrilla con Puente Colgante. Se conservó la fachada del antiguo lugar de encuentros taurinos y se construyó un nuevo inmueble en su interior integrando la envolvente catalogada.
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