Tres de cada diez conflictos familiares en los juzgados de Valladolid se resuelven por la mediación
El servicio del Colegio de Abogados culmina una década desde su puesta en marcha con 600 casos y 1.700 personas atendidas
Cuando llegan a ellos, las parejas están «con las espadas en alto» y con la demanda de divorcio ya en el juzgado. Su tarea es ... que ambas partes se sienten a negociar cómo quieren que sea su vida y la de sus hijos a partir de la ruptura. La mediación es darles una oportunidad para reconducir el conflicto de manera tranquila y que no se enquiste porque «el procedimiento de familia no es igual a ningún otro, no termina, la familia sigue estando ahí», resumen los letrados mediadores. De unos 500 asuntos que los juzgados de familia de Valladolid les derivan al año, en cerca del 22% las partes deciden voluntariamente iniciar el proceso de mediación.
El Centro de Mediación del Colegio de Abogados de Valladolid (Cemicava) acaba de cumplir diez años, con un saldo de 600 mediaciones en conflictos de familia judicializados y 1.700 personas atendidas lo que, para la coordinadora, Eva Carrasco, supone «un gran avance para el colegio». Del total de mediaciones, 180 casos se resolvieron por acuerdo sin tener que ir a juicio. Este porcentaje, en torno al 28%, aunque se considera «bastante satisfactorio» todavía está lejos de las cifras de otros países de la Unión Europea donde, además, como ocurre en Francia, la mediación en los casos de divorcio, separaciones y otros conflictos que tienen a las familias como protagonistas es un paso obligatorio antes de que se abra el procedimiento judicial. «Sería deseable que aquí la legislación también contemplara esta obligatoriedad, al menos, para acudir a las sesiones informativas previas». Supondría, subrayan estos mediadores, una importante contribución para descongestionar los juzgados.
Datos
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50% es el porcentaje de casos que llegan a mediación intrajudicial en los que hay menores implicados.
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60 mediadores integran el servicio del Cemicava y estudian casos que les derivan desde los tres juzgados de familia de Valladolid, la Audiencia Provincil y el Juzgado de Primera Instancia de Medina de Rioseco.
En el caso de Valladolid, que fue pionera en España en la mediación intrajudicial familiar junto con Valencia, tres de cada diez casos que los jueces de familia «mandan» al Cemicava se resuelven gracias al protocolo de resolución pacífica, sin que ello signifique que se pare o demore el procedimiento judicial. Por el contrario, se gana tiempo y si finalmente hay éxito, el juez refrendara el pacto alcanzado. El servicio, subraya la coordinadora, que está financiado por la Junta de Castilla y León, es gratuito para los usuarios, que acuden a las sesiones acompañados de los letrados que defienden sus intereses en los procesos de ruptura matrimonial, modificación de medidas y guardas y custodias de hijos menores. Son el grueso de los procedimientos que se abordan en mediación familiar «y van en aumento, sobre todo en lo que se refiere a divorcios o rupturas de pareja», señala la responsable del servicio.
El porcentaje de éxito en el cumplimiento de los acuerdos alcanzados es elevado, apunta, porque se trata de medidas pactadas «a la carta» de cada familia, no de medidas impuestas por un juez. «El acuerdo es más amplio, concreto y adaptado a la familia, las decisiones no se imponen como en el juzgado; nosotros les asesoramos como mediadores y en presencia de sus abogados, pero son ellos los que toman las riendas, es su acuerdo. Es también para ellos una inyección de autoestima y este primer paso abre el camino para negociar otros aspectos de su vida», indica Eva Carrasco.
Lo que opinan los abogados mediadores
Judith Sobrino
«Todavía mucha gente desconoce que existe este servicio y que es gratis para el usuario»
Esta letrada especializada en mediación familiar atribuye a que, diez años después, todavía sea modesto el número de mediaciones, en la falta de información. «La gente no conoce la mediación y tampoco el procedimiento judicial todo lo que implica. Hay que hacer un esfuerzo divulgativo para difundir el servicio, que es gratuito para el ciudadano». Considera que sería interesante que la mediación atajara el conflicto familiar antes de judicializarse, «antes de presentar esa demanda, porque el conflicto no escalaría tanto, se podría trabajar mejor en ese acuerdo».
Rocío Matilla
«Cuando hay un espacio neutral para expresarse, la tensión aminora»
Defiende que este servicio ofrece un espacio neutral a las partes para poder expresar lo que quieren, algo que no pueden hacer en un juicio, con un procedimiento muy estructurado. «Muchos llegan frustrados y nos dicen que no les dejaron expresarse». En mediación, «la tensión aminora, es bueno sentarse a hablar». Subraya que «los de familia son asuntos de mucha complejidad, son una pelota de sentimientos, amores, odios, pasiones... Son asuntos complicados de gestionar, pero se les ofrece un espacio de diálogo. Si cuaja, el sentimiento de orgullo repercute en los hijos».
Pedro Luis Conde
«Es un gran ahorro para las empresas y acorta plazos de resolución»
Además de la mediación en asuntos de familia, se ha puesto en marcha desde hace aproximadamente año y medio en otros ámbitos judiciales, como el civil, el mercantil y el vecinal. Pedro Luis Conde, que está especializado en ellos, destaca que en estos procedimientos, donde los costes son cuantiosos, la mediación es una buena baza. «En un 80% son para hablar de dinero y la mediación acorta plazos de resolución y consigue que los costes se disminuyan», indica. También subraya como una ventaja para las empresas la «confidencialidad» del proceso de mediación.
Ana María Corchete
«Donde hay muchas partes y un elevado patrimonio, es la forma de satisfacer a todos»
Junto con su compañero Conde, están llevando la disolución de una comunidad de bienes donde la resolución judicial se veía bastante complicada. «Hay muchas partes, con un patrimonio alto y la forma de que todos queden satisfechos pasaba por llegar a un acuerdo». El asunto, que se presentó en vía judicial en 2019 y se derivó al Cemicava en marzo de 2021, ya está en vías de alcanzar una solución pactada. «Hemos tenido dos sesiones conjuntas y dos individuales y ellos mismos solicitaron la suspensión del procedimiento judicial», explica la mediadora
Purificación Palmero
«En pocos meses se extenderá a otras provincias de Castilla y León»
El objetivo inmediato, por parte del Consejo de la Abogacía de Castilla y León es que se extienda este servicio, que cuenta con el respaldo del Consejo General del Poder Judicial para que se extienda y se promueva «un cambio cultural y educacional» hacia la resolución pacífica de conflictos en una sociedad especialmente litigante como la española. En este sentido, Purificación Palmero, que es secretaria de CACYL, avanzó que en los dos próximos meses se pondrá en marcha la mediación familiar en León, Burgos y Salamanca y progresivamente en el resto de provincias.
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