Valladolid
Un tren de Renault cargado de Captur estrena la variante de mercancíasEl primer convoy llegaba a la nueva intermodal a las 14:15 horas, desde donde partía dos horas más tarde hacia el puerto de Muriedes
Dicen que todo final conlleva un nuevo comienzo. Y si el pasado viernes Valladolid asistía al cierre de la decimonónica vía de Ariza con la ... salida del último tren de Renault desde la antigua estación de la Esperanza, este lunes a las 13:30 horas partía el primer convoy desde la factoría hacia el nuevo complejo ferroviario de Valladolid, después de que durante el fin de semana se hayan llevado a cabo los trabajos para conectar la vía del fabricante con la variante.
Allí, a la nueva intermodal, ha llegado a las 14:15 horas un tren de Renault con un cargamento de Captur tras recorrer el nuevo ramal por un desvío que transcurre por el borde de la ronda exterior, dirigiéndose a las vías de las Variante Este y atravesando el tunel de San Cristobal. Dos horas después, a las 16.20 horas, la circulación se reanudaba con destino al puerto de Muriedes - y pasando por Venta de Baños - tras hacer un cambio de locomotora en el nuevo complejo ferroviario. En este entorno, además de la estación de mercancías, también se ubican los nuevos talleres de Renfe -los más grandes de España, con 600 trabajadores- y que también acogerá las instalaciones de Redalsa y del Centro Tecnológico de Vía, que hoy se sitúan en el polígono de Argales.
Se trata del primer tren de mercancías que parte de la nueva intermodal del páramo de San Isidro, lo que supone la apertura parcial de la Variante Este hacia el nudo norte, que conecta Valladolid con la línea Madrid - Hendaya. Su inauguración implica una reducción del 25 por ciento del tráfico de mercancías que atraviesa la ciudad con destino a Campo Grande, ya que ocho de los de los 30 trenes que circulan a diario con cargamento con origen o destino Valladolid, lo hacen con vehículos y piezas de la casa francesa.
Su apertura total se prevé para 2026, una vez se complete la ejecución del tramo sur, dirección Medina del Campo, con la reanudación de los trabajos en el viaducto de los Tramposos. La continuación de esta obra estaba condicionada al cierre de la vía de Ariza, dada la incompatibilidad de la nueva infraestructura con el paso elevado del antigua vía férrea sobre la ronda exterior. Los trabajos de desmontaje de estos cinco kilómetros del antiguo ferrocarril de momento pasan por desconectar el tramo de la circulación, una fase que «no implica la retirada de elementos», explican desde Adif. No obstante, la administradora de las infraestructuras ferroviarias ha asegurado que la continuación de la obra del viaductuo «va a ser inmediata».
La eliminación de esta vía supondrá, además, retirar dos pasos a nivel en el casco urbano, uno en el acceso al polígono de Argales desde la carretera de Madrid y otro en la Ciudad de la Comunicación, a la altura del parque de las Norias. Era también un requisito indispensable para avanzar en los compromisos del convenio de integración, después de que el Ayuntamiento pospusiera a junio la decisión de ejecutar los tres pasos proyectados en el entorno de Ariza, al alegar que los trenes aún empleaban esta vía.
La continuación de los trabajos en la Variante Este, que según avanzaba Óscar Puente durante una visita a las instalaciones del Páramo de San Isidro se encuentran ejecutados al 92 por ciento, supondrán culminar en 2026 un proyecto ferroviario que echó a andar en agosto de 2008, hace casi 17 años. Un extenso plazo que se debe en gran parte a años de paralizaciones.
La primera en 2011, después de que su ejecución se suspendiera por falta de financiación como consecuencia de la crisis económica que estalló en 2008. La segunda llegaba en 2019, apenas un año después de la reanudación las obras 2018, por cambios normativos en materia de seguridad del túnel que debía atrevesar el cerro de San Cristobal y que exigían la realización de un nuevo proyecto, según comunicó por aquel entonces Fomento a Óscar Puente, retomándose en enero de 2021, 18 meses después.
En su conjunto, el complejo ferroviario y las obras de la Variante Este han supuesto una inversión del Ministerio de Transportes de 300 millones de euros, que, según bautirizaba Óscar Puente durante su visita las instalaciones del Páramo de San Isidro el pasado mes de septiembre, convertirán a Valladolid en un «polo emisor» de mercancías de carácter global.
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