Los trabajadores de la fundición Saeta de Valladolid inician una huelga indefinida por el plus de penosidad
El Comité de Fabricación acusa a la empresa de «intimidar a la plantilla» con el anuncio de un cierre, mientras que el de Estructura expresa su «profunda preocupación» por el futuro de la planta
Los trabajadores del área de producción de la fundición vallisoletana Saeta Die Casting, ubicada en el polígono San Cristóbal y perteneciente a la multinacional de ... la iluminación Signify, han dado un paso más en sus protestas. Desde las 6:00 horas de este miércoles se encuentran en huelga indefinida, con el objetivo de conseguir que se les aplique el plus de penosidad que compensa la dureza de determinados puestos.
La factoría tiene 112 empleados de los que 75 son mano de obra dedicada directamente a manufacturar piezas de aluminio, tarea que según sus representantes se desarrolla «en condiciones extremas de calor, ruido, humos, polvo y vibraciones». Consideran que esto les da derecho al complemento salarial previsto para estos casos y, ante la negativa de la compañía a que lo reciban, el pasado 31 de mayo comenzaron a movilizarse con la realización de paros parciales de cuatro horas los martes y los jueves, y durante la jornada completa los fines de semana.
La falta de avances a la hora de conseguir sus reivindicaciones les ha llevado a tomar medidas drásticas, y por eso han acordado en asamblea paralizar la actividad por completo. «Hemos decidido endurecer la huelga y pasarla a indefinida debido a la falta de interés por parte de la empresa, y a que hemos recibido un email toda la plantilla en forma de amenaza sobre el cierre de la factoría de Hungría», explica Diego Gómez Caballero, el presidente del Comité de Fabricación, que está formado por seis delegados de los que cuatro son de CGT, uno de CC OO y otro de UGT.
El representante sindical alude al comunicado enviado este martes por Saeta Die Casting en el que se informaba de que Lars van der Meulen, director de las plantas de Signify Europa, había anunciado la clausura de la fábrica de luminarias de la localidad húngara de Tamási en el verano de 2026. En ese mismo texto se indicaba que afectará a 200 personas y se advertía de que están a la espera de conocer su incidencia en la factoría de Valladolid (la antigua Indal) y en la propia fundición. «Esto la plantilla se lo ha tomado totalmente como una falta de respeto. No te sientas a negociar, pero sí tienes tiempo para intimidar a la plantilla y después de esto seguramente vengan las amenazas de despidos», sentencia el dirigente de la Confederación General del Trabajo.
Condiciones «adecuadas»
Muy distinta es la posición del Comité de Estructura, elegido por los alrededor de 40 asalariados que prestan servicio en las oficinas e integrado por José Luis Pérez, Pablo Sevillano y Juan Carlos Ferreras, todos ellos de UGT. De acuerdo con sus cálculos, representan al «52% de la plantilla que no secunda la huelga», un porcentaje que no desglosan en cifras absolutas. A preguntas de este periódico se limitan a indicar, en este sentido, que está «facilitado en base a control presencia en fábrica» y resulta de «los datos recogidos de las dos últimas semanas».
Junto a esto, señalan que «queremos expresar nuestra profunda preocupación por el futuro de Saeta y de los trabajadores que la forman», porque «tememos la pérdida de clientes», al tiempo que desean que el conflicto se reconduzca. «Esperamos que la situación actual que estamos viviendo vuelva a la normalidad que durante muchos años ha prevalecido, y creemos firmemente en la importancia del diálogo y la colaboración para superar cualquier desafío», añaden. Al hilo de esto, afirman que «la compañía es la que ha pedido reunirse, y el comité es el que se ha levantado», en referencia a la parte de fabricación. «Ha habido propuesta de renegociar el convenio actual, incluyendo la penosidad, con la negativa del Comité de Empresa por parte de la sección de especialistas», zanjan.
Es la conclusión de un escrito en el que los firmantes destacan que «las condiciones de seguridad y salud en Saeta son adecuadas, aunque por supuesto siempre mejorables»; consideran que «la empresa sigue invirtiendo en mejoras en salud y ergonomía de forma constante»; remarcan que los salarios en la firma «están en línea, o incluso son superiores a los de otras empresas del mismo sector»,, y afean que los convocantes de la huelga hayan denunciado anteriormente «situaciones de acoso» interno y ahora se produzcan «situaciones de acoso a compañeros que no secundan la huelga dentro y fuera de la fábrica».
«Ningún impacto» en Valladolid
Fuentes de la Dirección, por su parte, han reiterado que «Saeta Die Casting cuenta con unas medidas estrictas de seguridad y salud, así como evaluaciones externas en esta materia que aseguran el cumplimiento de todas las normativas vigentes para todos los puestos de trabajo de la fundición, confirmando que no existe penosidad». Asimismo, resaltan que el personal disfruta de «mejores condiciones económicas y sociales gracias al convenio colectivo propio».
Por otro lado, desde la filial de Signify se deja claro que «se garantiza el derecho a huelga de los empleados, así como el derecho al trabajo de todo el personal», y se reafirma que sus responsables «siguen abiertos al diálogo con los representantes de los trabajadores, dónde debería enmarcarse la petición formulada». Por último, lanzan un mensaje tranquilizador: «En relación a la situación de la planta de Hungría, podemos confirmar que no existe ninguna relación entre Saeta Die Casting y la misma, por lo que no hay ningún tipo de impacto en la actividad de Saeta Die Casting», aseveran.
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