Las temperaturas máximas marcan un nuevo récord en un febrero seco en Valladolid

El recién concluido de febrero pasará a los anales meteorológicos como uno de los más secos de la historia, con tan solo un litro por metro cuadrado recogido en la capital, y también dejará un pico no menos histórico de 14,8 grados de media de las temperaturas máximas, nuevo récord absoluto para un mes de febrero, según los datos facilitados por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). Y todo fruto de un «potente anticiclón que ha impedido la entrada de frentes húmedos» y que continuará alejando las precipitaciones, al menos, hasta la próxima semana, cuando se atisaban algunas lluvias, presumiblemente escasas, que vengan a aliviar el cada vez más acuciante déficit hídrico que está sufriendo Valladolid a lo largo del presente invierno.

Tanto es así que en el último trimestre (diciembre, enero y febrero) se han recogido solo 47,4 litros por metro cuadrado, menos de la mitad que en el mismo periodo del año pasado (111,2) y menos aún en relación a la media de referencia (120). Los tres meses fueron deficitarios en lo que a lluvia se refiere y lo fue, en especial, febrero. El pasado mes solo llovió de manera significativa dos días –el 1 (0,2 litros) y el 19 (0,8)– para sumar un pírrico balance de un litro por metro cuadrado, que sitúa este febrero como el sexto más seco desde mediados del siglo XIX, solo superado en los últimos años por 2012 (0,2).

Las temperaturas máximas también rozaron picos históricos, como los 21,8 grados alcanzados el pasado martes –el récord está en 22,9 en 1997 y, más atrás, en 26 en 1960–, aunque fueron más significativas por la persistencia de días con el mercurio rondando o superando los veinte grados. Las mínimas permanecieron más bajas y de ahí la amplitud térmica que ha caracterizado el conjunto del mes. La media de las temperaturas máximas de todo el mes, no obstante, si figurará en adelante como efeméride al alcanzar los 14,8 grados. El registro anterior, de 14,5, es del año 2000.

«La inercia de marzo es negativa y, aunque pueden llegar algunas lluvias la semana que viene y descender las máximas, lo cierto es que no se atisban grandes cambios», vaticia el meteorólogo Jesús ­Gordaliza.