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«En esta semana, en las muestras centinelas, se percibe un aumento de las coinfecciones de varios patógenos respiratorios», recoge el último informe de Vigilancia ... de Infecciones Respiratorias (Vigira) sobre la situación de Castilla y León hecho público por la Consejería de Sanidad.
La evaluación corresponde a la semana del 10 al 16 de febrero y refleja un leve descenso en la tasa de incidencia de estas infecciones, que se sitúa en 668 casos por cada 100.000 habitantes, frente a los 680 detectados para esa horquilla de población en la semana anterior. Cifra que a su vez era algo más elevada que en el informe precedente, el que cerraba enero y abría febrero, cuando se consignaron 643 casos, pero lejos ya del momento de más circulación de virus tras la Navidad.
Son tres semanas de leves incrementos en la tasa de incidencia, pero dentro de unos niveles ajenos a despuntes llamativos. El informe oficial define la situación como de estabilización en esa evolución a lo largo de febrero. «La tasa de incidencia de las infecciones respiratorias parece haberse estabilizado en las últimas semanas alrededor de los 700 casos por 100.000 habitantes», refleja textualmente el documento. El nivel de intensidad epidémica con el que las autoridades sanitarias valoran la situación del total de las infecciones respiratorias y de los cuadros gripales es bajo, una catalogación que mejora en el caso de la covid-19 y la broquitis y bronquiolitis, con un nivel no epidémico.
La situación sigue en las líneas de las últimas semanas y en cifras alejadas del pico de esta campaña que se produjo tras la Navidad, a mediados de enero, cuando al tasa de incidencia de 1.141 casos por 100.000 habitantes que marcó la semana del 6 al 12 de enero. Este se produjo tras una campaña en la que los llamamientos a la vacunación por parte de los responsables sanitarios han sido reiterados. A partir de ese momento, la situación marcó una tendencia de alivio sin que ese punto máximo de diagnósticos haya llegado este año a saturar las urgencias hospitalarias ni meter presión a las hospitalizaciones.
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A la novedad semanal de ese incremento de diagnósticos en los que se detecta la concurrencia de más de un patógeno cuando el paciente acude al médico porque tiene síntomas de infección respiratoria, el informe de la última semana sigue consignado que el virus de la gripe ha sido el más detectado, junto con el rinovirus que provoca catarros y resfriados, los adenovirus que originan faringitis o rinitis, aunque también pueden dar lugar a neumonías. A esos patógenos se suma la presencia de otros coronavirus. En el caso de las muestras analizadas de síndromes gripales se señala que continúa la actividad del virus tanto A (H1 y H3) como B.
Los análisis de las muestras que se han tomado en los hospitales arrojan un «descenso paulatino de las detecciones de gripe y de virus respiratorio sincitial (VRS)». Este último, cuando cursa con complicaciones, lleva a las plantas de hospitalización pediátrica a bebés y niños de corta edad con bronquiolitis, por lo que las autoridades sanitarias han redobrado los mensajes en la última campaña animando a la inmunización de los más pequeños.
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