Solo el 10% de los 233 casos positivos registrados en la UVA han recibido ya el alta médica
Duplica cada 15 días su registro de contagios, mientras espera los contraanálisis de los 29 infectados en la residencia Alfonso VIII
La Universidad de Valladolid (UVA), con sus más de 30.000 usuarios entre docentes, personal y alumnos, registra incrementos de los casos positivos de ... coronavirus en constante aumento, en coincidencia con la tendencia de la segunda ola en el resto de la sociedad. Si en las dos primeras semanas de curso (desde el 4 de septiembre) registró 30 casos, las dos siguientes alcanzó los 80. Un dígito que no ha dejado de crecer.
Su rector, Antonio Largo Cabrerizo, le puso ayer cifras actualizadas. «Hasta ahora se han registrado 30 casos entre profesores -de los que 5 o 6 han sido dados de alta- y 203 alumnos -16 ya han dado negativo-», resumió el responsable de la institución académica en la presentación de un convenio de colaboración con la Consejería de Empleo e Industria.
Unos datos relativamente bajos para la UVA, con sedes en varias provincias y muchos edificios propios que son evaluados «cada mañana por los responsables de Epidemiología». A esa labor y al trabajo previo de creación de protocolos achacó el rector la moderada incidencia de la plaga médica en la vida académica. «No hay transmisión en los centros docentes», recalcó Antonio Largo Cabrerizo.
El foco más preocupante sigue situado en la residencia de estudiantes Alfonso VIII, donde se detectaron 29 casos positivos que han provocado la cuarentena de 176 jóvenes. El propio rector visitó el martes el edificio.
Los residentes enclaustrados están pendientes de los nuevos test PCR que les realizarán este viernes. «Esperamos que estén disponibles el sábado 31 y poder aliviar a los estudiantes», deseó el máximo responsable de la Universidad que volvió a insistir en «la buena coordinación» entre los responsables de prevención y el delegado covid universitario para delimitar al máximo el contagio.
Desde la UVA no ocultan su preocupación por la «vida paralela» de sus estudiantes, esa que ocurre fuera de las aulas y en los pasillos de las residencias o los pisos. «No tenemos competencias para entrar en cómo se organizan», admite Largo Cabrerizo. Lo que sí han previsto son salvoconductos para los que los necesiten tras el anuncio de cierre perimetral de Castilla y León.
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