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Reunión de la comisión celebrada en el Ayuntamiento. El Norte
Siete de cada diez mujeres mayores de 80 años viven solas en Valladolid

Siete de cada diez mujeres mayores de 80 años viven solas en Valladolid

El Ayuntamiento presenta el primer Plan Municipal de personas «de edad» para lograr una «inclusión total»

Eva Esteban

Valladolid

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Martes, 26 de marzo 2019, 12:00

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Las cifras son alarmantes. Valladolid no solo es cada vez una ciudad más envejecida, sino que la media de edad de sus habitantes (46 años) a principios de 2018 estaba por encima de la nacional, que era dos años menor, de 44 años. El Ayuntamiento de la capital «no podíamos obviar este fenómeno, especialmente intenso en Europa y agudizado» en Castilla y León y, por ello, la Concejalía de Servicios Sociales del Consistorio vallisoletano, a través de su comisión, presentó este martes el primer Plan Municipal de Personas Mayores.

Así, este programa surge con tres objetivos «fundamentales»: romper los estereotipos existentes en relación con las personas «de edad», favorecer la accesibilidad económica a la cultura y la participación social y fomentar las relaciones intergeneracionales y una cultura de respeto hacia las personas mayores. Focalizará su atención en «todos» los vallisoletanos mayores de 65 años, un número que, según la última actualización del padrón municipal, asciende a 78.504 habitantes (un 26,15% del total), pero no perderá de vista a las mujeres. Asimismo, en términos generales, solo en la ciudad 23.794 personas tienen más de 80 años (el 30,31% de más de 65). En este sentido, cabe destacar que, a principios de 2019, 142 vecinos de Valladolid tenían cien o más años.

Por otra parte, tal y como recoge el informe de la citada comisión, el envejecimiento tiene un sesgo femenino «importante». Si bien de las personas mayores de 65 años en la ciudad, un 57,96% son mujeres, este porcentaje alcanza el 64, 16% en mayores de 80 años, y el 86,62% en el grupo de personas centenarias.

Es decir, el proceso de envejecimiento social afecta particularmente a las mujeres, con una esperanza de vida al nacer mayor (en la actualidad en los 86,10 años), aunque con una menor calidad de vida que los hombres, cuya esperanza está en los 80,60 años. Además, para más inri, y nuevamente a diferencia de los varones, presentan «problemas específicos», tales como enfermedades o la tan temida soledad. Lo cierto es que los datos lo avalan: siete de cada diez mujeres mayores de 80 años viven solas (el 71%).

Soledad no implica dependencia, al menos en Valladolid. En la actualidad, en la ciudad cerca de 66.000 personas de más de 65 años tiene «plena autonomía o pequeñas limitaciones» que, sin embargo, no obstaculizan el desarrollo de una vida homogeneizada.

Favorecer la convivencia

El objetivo está claro: hay que lograr una «inclusión total» de este colectivo. Para ello, una de las principales opciones que maneja en Ayuntamiento pasa por fomentar la participación de estas personas en la vida de la ciudad, fundamentalmente en eventos culturales, y generar espacios que promuevan el «encuentro y la convivencia» intergeneracional para «romper la visión del colectivo de personas mayores como un todo homogéneo».

Para fijar las bases de este plan, la comisión no solo tuvo en cuenta la «experiencia de trabajo» llevada a cabo por los Servicios Sociales, sino que comprobó la «opinión de las propias personas mayores, empresas y personas que trabajan en su cuidado, tanto profesionales como familiares». Además, este programa se articula en torno a dos grandes áreas: una centrada en los mayores y otra en las acciones municipales para mejorar su «calidad de vida».

También se aprobó este martes el V Plan de drogas y otras adicciones 2019-2023 que, además de incorporar actuaciones de prevención de drogodependencias, incluye nuevas acciones relacionadas con el uso adecuado de las tecnologías de la información, así como actividades relativas a la ludopatía y juego online para comprobar y evaluar su incidencia en la población juvenil.

El acceso a las TIC, uno de los principales «factores de exclusión»

Los mayores piden paso. La necesidad de socializar es una constante cada vez más habitual, y una de esas vías para mantenerse activo son las nuevas tecnologías. Según recoge el informe emitido por la Comisión de Cultura, Educación, Participación Ciudadana y Servicios Sociales, es precisamente el acceso a la información y la comunicación a través de estas técnicas «uno de los factores de exclusión» más acusados entre la población mayor. Por ello, el Ayuntamiento ha emprendido una serie de iniciativas de «notable esfuerzo» en espacios como bibliotecas, centros cívicos o centros de personas mayores para tratar de paliar estas desigualdades y lograr que las personas mayores tengan pleno conocimiento del uso de las TIC.

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