«A los hosteleros nos tachan de explotadores y de pagar mal cuando no es así»

«En la hostelería en general, hay un serio problema para encontrar personal. Hay muchísima demanda de trabajadores, pero… parece que la gente no está dispuesta a trabajar con nuestros horarios. Yo a todos mis empleados les doy de alta, aunque sea solo para un par de horas, pero muchos no quieren trabajar en este sector porque dicen que es muy esclavo», lamenta Maika.

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Este matrimonio de hosteleros tiene en plantilla siete trabajadores y está buscando dos más para trabajar la terraza. «A los hosteleros nos tachan de explotadores y de pagar mal cuando no es así. En nuestro caso, pagamos según convenio, damos de comer y cenar a nuestros empleados y no escatimamos con las horas y días libres. Invertimos muchísimo tiempo en formarles y mientras tanto, les pagamos igual que si superan hacer el trabajo y cuando ya tienen una mínima experiencia, nos pagan todo el esfuerzo de enseñarles el oficio yéndose a otro sitio a trabajar y tenemos que volver a empezar. Nosotros cuidamos a nuestra gente, de hecho, tenemos empleados que llevan 30 años trabajando con nosotros» dice resignada Maika.

Esta hostelera echa en falta gente con iniciativa e interés por el trabajo. «Ser camarero no es ser un sacaplato, supone tener empatía con el cliente, hacerle sentir bien y cómodo en el local con la comida y saber escuchar sus gustos».