Hacienda
La renta de los vecinos del centro de Valladolid duplica a la de los habitantes de Pajarillos y Arcas RealesLa diferencia entre ambos barrios asciende a 25.710 euros, según las declaraciones del IRPF de sus contribuyentes
No es lo mismo vivir en un barrio que en otro. Es lo que refleja bien a las claras la estadística sobre la situación económica ... de los vallisoletanos que ha publicado este miércoles la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT), tomando como base las declaraciones del IRPF. Los datos de Hacienda revelan que la renta bruta media de los vecinos del centro de la ciudad (código postal 47001), los primeros de la lista, duplica de largo a la de los habitantes de Pajarillos-Arcas Reales (los incluidos en el 47012), que son los que figuran en el ultimo lugar de la clasificación.
La distancia entre la zona más rica y la más pobre de Valladolid asciende a 25.710 euros. Es la diferencia entre los 49.449 que anotan en promedio los que tienen la suerte de residir en la 'almendra' delimitada por San Ildefonso, Isabel la Católica, Poniente, Cebadería, Duque de la Victoria, Montero Calvo, la plaza España, Perú, Marina Escobar, Recoletos y la plaza de Zorrilla, y los 23.739 euros que se contabilizan en torno a la calle de la Salud, los paseos de Juan Carlos I y del Cauce, la Ronda Este y el polígono San Cristóbal.
Una desigualdad que sin embargo lo es menos que hace un año, cuando el abismo entre los más adinerados de la capital y los que lo eran menos se situaba en 27.225 euros. Entonces, por cierto, la zona más desfavorecida en términos de IRPF era la correspondiente al código postal 47010, es decir, La Rondilla, Santa Clara y Barrio España, con 23.112 euros de media, seguida muy de cerca por Pajarillos-Arcas Reales, con 23.151. Ambas han mejorado esas cuantías respecto al ejercicio anterior, puesto que han experimentado una subida del 3,06% y el 2,54%, respectivamente, lo que explica en parte que la brecha con el centro se haya reducido.
Los únicos que pierden ingresos
El otro motivo es que los vallisoletanos domiciliados en la Plaza Mayor y sus aledaños han perdido un 1,76% de poder adquisitivo, lo que ha tenido como consecuencia que hayan bajado de la barrera psicológica de los 50.000 euros. De hecho, son los únicos que han notado una merma en su peculio de acuerdo con la explotación del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas correspondiente a 2023, el último ejercicio liquidado. En contraste con esto están todos los demás, empezando por los moradores de los dos barrios mencionados y siguiendo por los de Parquesol-Huerta del Rey (código postal 47014), con un 6,11% más, y Parquesol (47016), con otro 5,9%, los incrementos más abultados junto con el atribuido a La Overuela-Navabuena (47009), donde también se ha registrado un nada desdeñable alza del 5,9%.
A continuación figuran quienes tienen casa en las inmediaciones de las plazas de la Universidad y de San Juan (47002), con el 5,78% más en términos relativos, seguidos de los que localizan su vivienda habitual en Recoletos, San Andrés y el Caño Argales (código 47004), con el 5,15%. El listado continúa con San Pablo, Barrio España, Barrio Belén y Pilarica (47011), donde el crecimiento es del 4,38%; La Rubia, Paula López, Parque Alameda, Las Villas y Covaresa (47008), donde es del 4,03%; Villa del Prado (47015), con el 3,67% más; Campo Grande-Arco de Ladrillo (47007), con el 3,58%; el paseo de Zorrilla y el Cuatro de Marzo (47006), donde se ha elevado el 3,4%; Las Moreras, otra parte de La Rondilla, Hospital y San Miguel (código postal 47003), con el 3,26%; Delicias (47013), con el 3,24%, y para terminar la plaza de la Circular-Las Batallas (47005), con el 3,08%.
Conviene recordar, en este sentido, que para Hacienda la renta bruta es una medida del nivel de ingresos de los contribuyentes que comprende lo que perciben –ya sea por trabajo, derivado de su capital mobiliario o de sus inmuebles– antes de aplicar las reducciones, mínimos y gastos deducibles a los que tengan derecho. Es esta variable la que tiene en cuenta la AEAT cuando hace las comparaciones, aunque junto a esto el organismo independiente ofrece una estimación de la renta disponible después de impuestos, en la que incluye tanto las cotizaciones sociales del trabajo por cuenta ajena como la cuota resultante de la declaración.
Si el análisis se hace en relación al conjunto de la ciudad, el resultado es una renta bruta media de 31.751 euros, 843 más alta que la de 2022, lo que implica que ha ascendido el 2,73%. Se trata de una cantidad muy similar a la media nacional, que es del 31.333, pero está bastante por encima de la calculada para Castilla y León, que se queda en 28.311 euros. Algo similar ocurre con la renta disponible de quienes tributan en la capital, que Hacienda calcula en 25.655 euros, una cantidad que es 614 superior a la de un año antes (el 2,45% más). Esta misma magnitud está cifrada en 25.235 euros para el conjunto de España, mientras que en el caso de la comunidad autónoma se limita a 23.244 euros.
Casi 200.000 euros en La Moraleja
Aun así, si se amplía el foco lo cierto es que las cuantías de los barrios vallisoletanos más pudientes están muy alejadas de las que arrojan los más opulentos del país, y como muestra un botón. En La Moraleja, un vivero de millonarios famosos que está integrado en el municipio madrileño de Alcobendas, la renta bruta se dispara hasta los 196.429 euros. En el distrito de Somosaguas-Humera de otra localidad madrileña, Pozuelo de Alarcón, escala hasta los 104.013. Mil menos se contabilizan en los de Salamanca y Goya de la capital de España, con 103.712 euros, o en Aravaca, con 103.933. Muy cerca de allí, en Monte del Pilar-Majadahonda-Carretera del Plantío-Cerro del Espino, está en los 74.641, prácticamente como en el de Valldoreix de San Cugat del Vallés (Barcelona), con 74.408. En la provincia catalana a la que pertenece, no obstante, los más privilegiados son los moradores de Vallvidrera-Tibidabo i Les Planes (107.513 euros), Muntaner (106.734) y Pedralbes-Sarriá (104.963), los tres en la Ciudad Condal. Por poner solo algunos jugosos ejemplos.
La agencia que se encarga de nutrir las arcas públicas solo trabaja con este nivel de detalle los mayores núcleos urbanos, que han sido seleccionados según tres criterios de los que ha de cumplirse al menos uno, aunque lo habitual es que se satisfagan simultáneamente: tamaño de la población (más de 200.000 habitantes según el Censo), tamaño fiscal (más de 100.000 declaraciones de IRPF) y renta bruta total (esto es, que el agregado supere los 2.200 millones de euros). Con ello se pretende dar respuesta a las características de nuestro país, donde existe una elevada concentración demográfica en unos pocos enclaves metropolitanos en detrimento de los pueblos que a juicio de Hacienda hace preciso disponer de «información con mayor definición territorial».
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