Los tesoros secretos de la iglesia de San Miguel de Villalón
Varias esculturas del paso del Descendimiento han visto la luz tras haber sido emparedadas hace años
La historia tiene historias que no quiere contar, que guarda para sí misma, como si no quisiera que otros disfruten de ellas. Sin embargo, algunas ... veces la casualidad quiere que salgan a la luz, como las esculturas del paso del Descendimiento de Villalón de Campos que han sido rescatadas hace unos días del emparedamiento en que se encontraban en la centenaria iglesia de San Miguel.
En el pueblo se sabía que este paso sufrió los efectos del incendio de 1926 en la conocida como capilla de los pasos. Con el tiempo las figuras de la Virgen María y la Magdalena se reubicaron en la capilla del Nazareno y el resto fueron emparedadas. Fue en el año 2018 cuando un albañil encontró las esculturas en una falsa cámara en la cubierta de la iglesia durante unas obras de restauración, aunque las esculturas siguieron emparedadas.
Cinco años después, al inicio de 2023, con motivo de la restauración de la Magdalena, se conocía la autoría de estas esculturas cuando Rosana Ortega, alumna del Curso de Conservación y Restauración de la Escuela de Arte, encontró en el Archivo Histórico Provincial el documento que acreditaba que su autor era Manuel Borge Zayas, un escultor especializado en tallas procesionales que trabajó en localidades como La Bañeza y Rioseco, según informaba entonces El Norte de Castilla. El grupo escultórico, encargado por la Cofradía del Nazareno, tenía que ser copia de las del paso del Descendimiento de Gregorio Fernández, y ser entregadas el día de San Miguel de 1565.
Un incendio hace un siglo
Años antes del descubrimiento de la alumna de la Escuela de Arte, el malogrado historiador Carlos Duque (1960-2005), en la excelente publicación 'La Semana Santa en la Tierra de Campos vallisoletana', en el capítulo dedicado a Villalón de Campos, descubría que las tallas del conjunto escultórico fueron policromadas por José Diego de Aragón en 1660, según un documento en el que se daban detalles del colorido de las vestimentas y que para lograr mayor veracidad del conjunto se exigía que los ojos de todas las figuras fueran de cristal.
Además, Duque apuntaba que este paso sufrió los efectos del incendio de 1926, señalaba que se encontraban en la actualidad sus piezas dispersas en la iglesia de San Miguel y mencionaba las figuras quemadas en el crucero meridional de la iglesia de la Virgen y la «escultura de la Magdalena del siglo XVII relacionable con el torpe estilo de Tudanca», recordando la atribución del profesor Jesús Urrea. Por su parte, ya veía que quizás fuera obra de Borge como «escultor que trabajaba en estos momentos en la localidad». Esta última atribución también la realizó el profesor de Historia del Arte de la Universidad de Valladolid Ramón de Pérez de Castro en el artículo sobre el paso antiguo que tuvo la Hermandad de la Desnudez de Rioseco en una publicación, en 2010, con motivo del centenario de su actual grupo escultórico.
Perdidas y halladas
Ahora, hace unos días, las esculturas que se encontraban emparedadas han sido rescatadas de su encerramiento y han visto la luz. Se trata de José de Arimatea, San Juan, Nicodemo, Cristo y lo que queda del soldado. Tanto la cruz como las escaleras no se sabe de su paradero. El objetivo es limpiarlas y la próxima Semana Santa exponerlas junto al resto de los pasos procesionales que participarán el Viernes Santo en la procesión de la Luz y el Silencio.
«Se trata de enseñarlas a los vecinos y en un futuro restaurarlas para ponerlas en valor», según comentó el técnico de la Oficina de Turismo e historiador, Daniel Pérez, quien explicó que «los más mayores del pueblo conocían de su existencia, aunque también se pensaba que se habían perdido en el incendio», incluso rememoró la leyenda urbana de que el grupo escultórico del Descendimiento de Villalón era el que existe en Rioseco por su similitud, al ser también copia del Gregorio Fernández, aunque realizado por Francisco Díez de Tudanca. El paso estuvo procesionando hasta el incendio.
Habría que remontarse al siglo XVI para ver el origen de la Semana Santa de Villalón de Campos. En 1538 la villa contaba con 19 cofradías, siendo las más importantes las relacionadas con la Vera Cruz, como la de la Santísima Trinidad encargada del hospital homónimo. Después de varias décadas de no celebrarse ninguna procesión, en 1990 se volvía a recuperar. Todas las procesiones pasadas se refundían en una sola y el Viernes Santos surgía la procesión de la Luz y del Silencio.
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