Las rutas de castillos y vino, gancho para atraer turismo de Madrid y Castilla y León
La Diputación de Valladolid destinará 1,3 millones de euros a apoyar la adaptación del turismo, comercio y hostelería y 1,5 millones a los ayuntamientos
Fiestas de pueblos con distanciamiento social, aforos reducidos y controlados, piscinas, bares y centros de reunión con las medidas de seguridad y anticontagio a las ... que obliga el coronavirus... Y todo ello con los pueblos a rebosar de lugareños, retornados de otras regiones a la casa familia y veraneantes que cambiarán sol y playa por pinares y riberas fluviales.
La fotografía social que deparará el verano si la pandemia del coronavirus da sus últimos coletazos será cuando menos, atípica. «Estamos recibiendo un montón de llamadas de alcaldes para poder tomar medidas porque se espera un aluvión de veraneantes y turistas en nuestros pueblos», reconoce Nuria Duque, diputada provincial responsable del área de Empleo, Desarrollo Económico y Turismo y Participación. «Si los pueblos se van a llenar durante la desescalada, habrá que estar muy atentos», añade.
«Rebicimos un montón de peticiones para ver los campos de lavanda en cuanto se pueda»
Apenas viven 280 habitantes, pero Tiedra es uno de los pueblos vallisoletanos que más iniciativas turísticas públicas y privadas ofrece: Desde el Observatorio Astronómico, el Centro de Interpretación de la Lavanda y un castillo del siglo XII hasta un centro ecuestre, un aula arqueológica y una ruta circular de 18 kilómetros salpicada con nueve fuentes –desde la época romana a los años cincuenta del siglo pasado– se ofertan entre una docena de propuestas, la mayor parte de ellas con visita guiada.
Allí el verano se presenta de fábula con vistas a recibir foráneos. «Hemos empezado a tener un montón de llamadas con peticiones para ver los campos de lavanda en cuanto se pueda; la última, de un grupo numeroso de Salamanca», comenta eufórica Esther Fuertes, al frente de la oficina de turismo. «Este verano va ser muy fuerte», vaticina.
Hace casi un año la localidad sumó a su oferta turística el Centro de Interpretación de la Lavanda, que teñirá de morado en el mes de julio 350 hectáreas de la campiña de Tiedra. «Es un atractivo en alza, y más ahora que la lluvia ha dejado los campos con una vista espectacular», comenta sobre un proyecto puesto en marcha por emprendedores, al igual que el Centro Astronómico, con gran demanda de visitas nocturnas en julio y agosto. El castillo, con 8.000 entradas vendidas el año pasado, es otro de los encantos del pueblo y cuando reabra, dice Fuertes, lo hará limitando el aforo.
«Todo hace pensar que este año el turista español no saldrá a otros países y los destinos de costa también se resentirán; además estamos detectando que ya se van llenando las casas en el pueblo, se está viendo más gente; el veraneante va a buscar desplazamientos cercanos y nuestra zona tiene una oferta riquísima tanto del Ayuntamiento como de emprendedores», sostiene Ester Fuertes. Otro de los atractivos, apunta con convicción, serán «las vistas del campo castellano desde el castillo».
En la Diputación de Valladolid están pendientes de las normas y recomendaciones que se establezcan desde los gobiernos central y autonómico para gestionar un verano que se presenta lleno de incertidumbres en cuanto a la celebración o no y el formato de los festejos en la época del año que más acumula. «Habrá que tomar las medidas oportunas, controlar los aforos y adaptarnos porque se va concentrar mucha gente en nuestros municipios y no nos podemos relajar, hay que dejar claro que no se puede comprometer la salud de nadie».
Apunta además que la necesidad de evitar aglomeraciones condicionará en cierta medida el programa de festejos de algunas localidades. «Me consta que las compañías de artes escénicas están buscando alternativas para adaptar sus espectáculos haciendo representaciones para grupos más pequeños y con menos aforo».
La institución provincial está preparando un Plan de Choque con el que se pretende amortiguar los efectos de la pandemia en la economía de los pueblos, especialmente en una época como la estival, la de mayor actividad en el medio rural.
Dentro de ese plan se contempla apoyar a comercios, hostelería y empresas vinculadas al turismo en la adaptación de instalaciones con 1.390.000 euros y otra partida de 1.500.000 euros en la misma línea para los ayuntamientos y la promoción turística. Las campañas de captación de visitantes se focalizarán en la atracción de residentes de Madrid y de las provincias de Castilla y León. «No olvidaremos el País Vasco y Asturias, en años pasados con una presencia destacada en nuestra provincia», alega Duque, además de diputada por Ciudadanos alcaldesa de Amusquillo.
Sobre las rutas enoturísticas y los castillos pivotará la promoción turística, que cuenta con el Museo Provincial del Vino de Peñafiel como el principal referente con mas de cien mil visitantes anuales. «Haremos una apuesta por toda la provincia pero destacando los puntos más fuertes: el enoturismo, del que viven muchas familias y nos distingue de otras provincias, y las visitas a castillos», concluye Duque.
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