Pesquera de Duero: «Una combinación de arte herreriano, sendas y enoturismo»

Pesquera de Duero es, urbanísticamente hablando, un núcleo rural de propia meseta castellana. Sus monumentos más destacados son la iglesia parroquial de San Juan Bautista, el santuario de Nuestra Señora de Rubialejos, las pequeñas ermitas del Santo Cristo y San Pedro, y algunas casas blasonadas que constituían solar de importantes familias. Todavía en muchas perduran en sus fachadas escudos de la época.

La iglesia parroquial de San Juan Bautista es un edificio emblemático por su monumentalidad, elevándose el mismo muy por encima del resto de los edificios de la localidad. Joya inacabada del arte herreriano vallisoletano del siglo XVII, constituye el edificio más singular de la Plaza Mayor del municipio. En esta se encuentra el centro neurálgico del mismo, pues es además una plaza en la cual también se encuentra la casa consistorial.

El otro edificio destacable del patrimonio es el Santuario de Nuestra Señora de Rubialejos, del siglo XVIII, situado a un kilómetro de la población, a las afueras del casco urbano. Es lugar emblemático gracias a la enorme devoción de los pesqueranos a la Virgen de Rubialejos.

El municipio actualmente está inmerso en un gran desarrollo turístico, debido principalmente al gran auge del enoturismo, pues Pesquera pertenece a la Ribera del Duero. En la actualidad en el término municipal existen 27 bodegas, y la gran mayoría se puede visitar para catar además sus grandes vinos.

La gran afluencia de visitantes que acuden debido al enoturismo, también pueden aprovechar su viaje visitando otros lugares de interés que existen, como la pasarela del río Duero, que constituye un punto clave para los visitantes del municipio y las personas que transitan por la muy conocida 'senda del Duero', o visitan los bellos parajes que existen en el término municipal, a los cuales se accede por caminos rurales. Toda una agradable ruta natural para pasear.