

Secciones
Servicios
Destacamos
Se asoma por una cristalera contigua a la puerta de acceso a la vivienda. Reitera que no la va a abrir, que antes ya ha ... hablado con la Guardia Civil y que ya ha sido identificado. Simplemente apunta que «lleva ya varios días», recalca el okupa mientras deja atrás esa cristalera vertical desde la que se aprecia también un cochecito de bebé en el interior. Precisamente ante los agentes y ante el subdelegado del Gobierno, Jacinto Canales, les había dicho que vivía allí con su pareja, la cual, según apostilla, está embarazada.
Este joven y su novia son los nuevos okupas de una vivienda familiar en la avenida Circunvalación de Cigales, a las afueras del municipio. Y ese hecho alertó y preocupó a los vecinos que residen en la zona. No quieren que la okupación la tengan a la vuelta de la esquina o puerta con puerta.
Ante esta situación, en la mañana de este martes, los residentes de la zona se han reunido con la Guardia Civil, Canales y el alcalde del municipio, Jaime Rodríguez, bajo una incesante lluvia menuda. Allí hablaron largo y tendido del problema al que se enfrentan después de que los dos jóvenes irrumpieran el sábado, según apuntan, en una de las viviendas sin cédula de habitabilidad de esa vía. Esta es una de los doce chalets vacíos, cuya propiedad pertenece a la Sareb.
Noticias relacionadas
En la mañana de este martes, los vecinos recibieron el compromiso de las instituciones para buscar soluciones, además de insistirles de que avisen ante cualquier movimiento de estas dos personas o de si alguna más llegara a viviendas colindantes. «Tenemos miedo», lamentan delante del regidor y el subdelegado del Gobierno.
Paloma Ramos
Vecina
Lo tienen porque la parte trasera de esta vivienda okupada da a un patio interior que comparten con el resto de estos vecinos. «Esta misma noche he pillado a estas personas intentando acceder a nuestros patios. Es que desde dentro lo tienen más fácil. Es sencillo. Tenemos miedo», imploran ante las autoridades a la par que recalcan que si les hacen algo en forma de defensa «somos nosotros los que vamos a la cárcel». «Ante cualquier ruido, tenemos miedo. He instalado una luz potente. Esta noche he oído algo, la he dado y ahí estaban», agrega un vecino.
El testimonio de esas noches de desvelo y terror lo pone, entre otros, Paloma Ramos, propietaria de una de esas casas que comparten patio. «Estamos desprotegidos. El problema es que la ley ampara más a los okupas que a los propios vecinos. Sabemos que la Guardia Civil y el Ayuntamiento van a hacer todo lo posible, pero los que estamos solos somos nosotros», incide Ramos ante la vivienda okupada.
Es ella, junto al resto de moradores, los que lamentan que la intervención del sábado no fuera más efectiva. «Ese día se avisó porque ya estaban merodeando. Habían tenido el incidente infructuoso en Cabezón y se vinieron. El domingo ya les vimos entrar con los colchones y avisamos. Pero a la Guardia Civil les dijeron que llevaban ya tiempo en esa casa. Pero no era así, les vimos llegar. Ahora ya no se puede hacer nada. Nos dicen que está judicializado, pero ni siquiera la Sareb ha denunciado aún», prosigue.
De hecho la estampa que se palpaba este martes en la casa okupada era la de un felpudo serigrafiado con la palabra 'home', una bolsa de basura con restos colgada de un palo y dos trapos tendidos en una alambre. Signos, entiende la Guardia Civil, de que ahí vive alguien.
La instalación ilegal de esta pareja ha vuelto a traer viejos fantasmas a estos vecinos. Fue hace dos años cuando también se okupó una vivienda. «Hasta robaron en una casa, pero una rápida actuación de la Guardia Civil consiguió echarlos», continúan. Desde entonces crearon un grupo de WhatsApp para informar en tiempo real de lo que sucede en el perímetro de sus casas. Por eso saben a lo que se podrían enfrentar ahora si se diese un efecto llamada y si se okuparan el resto de casas deshabitadas.
Para evitar eso, el Ayuntamiento ha tomado las primeras medidas para que la situación no se recrudezca. Han dejado esa parte de la calle intransitable y sin luz. «Hemos actuado de forma inminente. Cuando la Guardia Civil nos informó de que no se les podía desalojar, en anteriores okupaciones nos dimos cuenta de que lo que intentan siempre es enganchar la luz. Por eso hemos cortado la luz de las farolas y hemos dejado la zona en la penumbra. Así que también hemos restringido el tráfico para que no haya percances», agrega el regidor en esa calle.
Así que esas personas, que apuntaron a la Guardia Civil que tienen baterías y generadores en el interior, se encontrarían sin luz ni agua corriente después de que en esos chalets nunca haya vivido nadie. Se levantaron en el 2006, pero nunca recibieron la licencia para que se pudieran habitar. ¿El motivo? La cercanía con una red de alta tensión que se encuentra a escasos metros. «No tiene la licencia de primera ocupación. Así que el problema surgió cuando quedaron abandonados por la constructora», continúa sobre una realidad que vive esa calle desde que se puso el primer ladrillo.
Así que esas casas se han convertido en una 'oportunidad' para los okupas. Y eso lo saben a tenor de esta nueva instalación ilegal. Eso sí, el resto de las viviendas, con claros síntomas de abandono, se muestran con ventanas y puertas tapiadas.
Evitar el tedioso procedimiento judicial. Eso es lo que buscan desde ya los vecinos colindantes a la casa okupada. De momento no se resignan a que sean desalojados en los próximos días al querer dejar constancia de que avisaron a la Guardia Civil el sábado pasado, cuando vieron a sospechosos merodeando por la zona. Avisaron a la Guardia Civil, al igual que este domingo, cuando volvieron a alertar a los agentes cuando se percataron de que estaban introduciendo los colchones. Todo ello para desbaratar que esas personas personas llevaban días instalados.
Esa intención, que se diluiría con el paso de los días, daría paso a un posible delito de desobediencia al estar esas viviendas precintadas al no tener cédula de habitabilidad por estar muy cerca de una red de alta tensión. Medida que estudia el Ayuntamiento, conocedor también de que ese precinto es administrativo y que en ningún caso estaría establecido por la Guardia Civil.
La última vía que barruntan radicaría en la ordenanza municipal de ruidos. En ella se refleja la prohibición de estos aparatos por la cantidad de decibelios que desprenden, pero, al parecer, no prosperaría. «Desde el Ayuntamiento no tenemos constancia de que exista ese generador. A la Guardia Civil sí que les han dicho que tienen baterías y generadores. Además, los vecinos no han visto si hay luz porque están con las persianas bajadas. Es cierto que tenemos una ordenanza de ruidos y si los hay se podría denunciar, pero al final no sería un delito, sería el incumplimiento de una ordenanza», concluye el alcalde.
Todo esto sin que la Sareb haya formulado aún denuncia.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El arte y la realidad virtual, unidos en el restaurante Mugaritz
El Diario Montañés
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.