Los okupas tratan de colarse en la casa incendiada en la calle Velódromo

La intuición que deslizaban fuentes del Ayuntamiento de la ciudad después que las llamas y el humo afectaran a la conflictiva casa usada por los okupas como refugio se ha cumplido. Ninguna de las personas damnificadas por el fuego declarado en torno a las cinco de la madrugada del pasado sábado ha aceptado la ayuda provisional del Consistorio, que les ofreció un alojamiento para pasar el fin de semana. Se da la circunstancia de que ninguno de los establecimientos -hostales y pensiones, fundamentalmente- con los que trabajan normalmente los servicios municipales tenía disponibilidad de estancias suficientes para albergar a los seis afectados, por lo que se les buscaron otras alternativas para que no pasaran las noches a la intemperie al estar precintado el acceso a la vivienda okupa de Velódromo.

Así, se les propuso que pernoctaran hasta este lunes en el albergue del barrio incorporado de Zamarramala. También han declinado este apoyo. La sucesión de rechazos a las manos tendidas por el Ayuntamiento de Segovia no es nueva, ya que estas mismas personas han preferido refugiarse en la casa que ahora ha quedado dañada por las llamas y la intensa humareda, la cual provocó que tres de los seis okupas que fueron rescatados en la madrugada del sábado tuvieran que se evacuados en ambulancia al Hospital General al presentar cuadros de intoxicación por inhalación de humo. Los pacientes fueron dados de alta en la misma mañana que ingresaron.

Con los precedentes que existen cuando se les ha intentado ayudar y ante la actitud, incluso en ocasiones agresiva, que han tenido estos dos días, se deduce que esta vez no va a ser diferente y se ratificar en negar el respaldo de la intervención social. Por lo tanto, también se intuye que intentarán, como lo han hecho este fin de semana pasado, con el sobresalto del fuego aún candente y sin saber a ciencia cierta los daños en la estructura causados por el incendio, regresar a la vivienda de la calle Velódromo.

Las patrullas de las Policías Local y Nacional van a continuar la vigilancia hasta que se pueda mantener el control durante las 24 horas del día. Fuentes del Ayuntamiento de Segovia ya advierten que el dispositivo no se va a poder prolongar demasiado a lo largo del tiempo para no restar efectivos para otros servicios. De hecho, ya se han pensado otras medidas para, en la medida de lo posible, dificultar e impedir que los okupas regresen a la casa de la discordia, habitual foco de trapicheo y consumo de estupefacientes y de peleas y trifulcas, lo que ha ocasionado más de un problema de convivencia vecinal en San Millán. El más grave, en 2020, el asesinato cometido por un hombre que asestó una puñalada en el corazón a otro en dicho edificio en el fragor de una disputa de drogas.

Una de las soluciones consiste en tapiar cualquier resquicio que sirva para acceder a la casa. Desde el sábado está precintado y hay tablones clavados en ventanas en forma de aspa. Sin embargo, no son medidas lo suficientemente contundentes para impedir el paso. La vigilancia, por su parte, es la que ha disuadido a los okupas en sus recientes intentos de entrar en la vivienda tras el incendio.

La investigación para esclarecer el origen de las llamas en este nuevo incendio del problemático edificio sigue su curso, apunta la Subdelegación del Gobierno en Segovia. En un principio, los indicios señalan que su declaración fue «fortuita», pero continúan las pesquisas.