Jesús Solís toma posesión como nuevo edil de Peñafiel en un pleno que acabó con bronca
La jura del cargo pasó a un segundo plano al finalizar la sesión por las protestas de la Asociación de Jubilados Pino Macareno por el trato que reciben en su centro de ocio
Tres imágenes sorprendieron en el pleno que con carácter extraordinario se celebró el pasado jueves a última hora de la tarde y primera de la noche en el Ayuntamiento de Peñafiel. La primera, el salón plenario lleno, algo inédito en plenos tanto ordinarios como extraordinarios. La segunda como consecuencia de la primera, ya que los concejales de nuevo ocuparon sus correspondientes sillones en la zona del estrado como antes de la pandemia -hasta ahora algunos ediles ejercían desde el espacio del público como medida de seguridad sanitaria-. Y la tercera, la explicación a ese lleno inaudito: el enfado que las personas que ocuparon todas las sillas de la zona destinada al público manifestaron ante el alcalde y concejales -de manera especial e indignada ante el primero- al final de la sesión, una vez que el regidor se retiró a su despacho tras levantar la sesión.
Los vecinos indignados son usuarios del Centro Social El Mirador, el centro de ocio y recreo municipal para jubilados. Usuarios de este servicio pertenecientes a la Asociación de Jubilados Pino Macareno que no han aguantado más la situación que viven desde hace meses, situación que habían trasladado anteriormente a representantes municipales y al propio Ayuntamiento, como explicaron, acalorados, en la sala plenaria.
En esta ocasión pretendían hablar con el alcalde, ya en sede municipal porque, según expusieron -primero en el salón de plenos escuchados por algunos concejales y luego a las puertas del Consistorio escuchados por el alcalde y otros ediles- llevan varios meses padeciendo un trato que consideran degradante, irrespetuoso, unos modales que no son los adecuados por parte de quienes explotan la concesión del centro de jubilados. Los usuarios de esta prestación municipal hablan de mal servicio, de faltas de respeto continuas, malas contestaciones, incumplimiento de horarios e incluso de no servirles al solicitar una consumición, como sucedió recientemente a uno de los miembros de la junta directiva de Pino Macareno. Además, como sucedió El Día de los Mayores -celebrado a primeros de agosto-, de tener que ir a por la bebida a un bar cercano.
Mucho era el enfado mostrado por este grupo de personas, las cuales protestaron por la situación por la que están pasando, de la que han ido dando cuenta a las autoridades y que hasta el momento no se ha solucionado. Mostraron su malestar y especialmente su demanda de que se ponga fin a la situación que viven. Les preocupa mucho ahora, pero más de cara al invierno ya que no tienen otra alternativa de ocio que el citado espacio destinado a ellos.
Relevo en la concejalía de Peñafiel Futuro
El motivo para la celebración de este pleno de carácter extraordinario era, primordialmente, cubrir la concejalía de la Agrupación de Electores Peñafiel Futuro, la cual quedó vacante tras la dimisión de Laura Fernández a finales de julio por motivos personales. Tras los trámites preceptivos -que pasan por el traslado de la Junta Electoral al siguiente de la lista su opción para cubrir la vacante- el número dos de la citada formación, Jesús Solís, aceptó el cargo y lo juró al comienzo del pleno, antes de que se aprobara el acta del anterior pleno y se votara la Agenda Urbana que acaba de ser diseñada. En su primeras intervenciones como concejal, Solís, se abstuvo en ambas votaciones «por coherencia». El acta y la Agenda fueron aprobadas sin mayores problemas y sin votos en contra.
