Controlado el fuego que ha arrasado 10,45 hectáreas de pino y encina en Villagarcía de Campos

Los medios aéreos y terrestres desplegados en la zona han controlado el fuego desatado este pasado martes en un monte de la provincia de Valladolid, entre el término de Villagarcía de Campos y la pedanía de La Santa Espina, que hasta el momento ha arrasado 10,45 hectáreas de pino, encina y quejigo. Se trata de una dotación del parque de Medina de Rioseco de Bomberos de la Diputación de Valladolid con la ayuda de agentes medioambientales de la Junta de Castilla y León se encuentran durante toda la mañana refrescando la zona.

Además, un retén de agentes medioambientales con una autobomba ha estado durante toda la noche vigilando que el incendio no se reavivara, en especial debido a la presencia constante de viento. De hecho, han sido los propios agentes medioambientales los que esta mañana avisaron a los bomberos de Diputación de Valladolid para que acercaran a enfriar algunas zonas calientes que podrían reavivar el fuego.

Efectivos de la Guardia Civil también se han trasladado al lugar del incendio para comprobar que no hubiera ningún foco activo. Tras la labores de refresco, agentes medioambientales continuarán por la tarde con labores de vigilancia.

El alcalde de Villagarcía de Campos, César Herrero, también ha visitado las zonas quemadas, agradeciendo que la rápida intervención de las distintas dotaciones de extinción evitaran lo que podría haber sido una catástrofe ecológica. Herrero señaló la necesidad de limpieza del monte y la creación de cortafuegos. En este sentido el veterano agente medioambiental Porfirio de Dios destacó la falta de limpieza en la zona del incendio, ya que «en una zona limpia no hay combustible para que el fuego suba a la parte de arriba de los árboles».

Hay que recordar que la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León declaraba ayer este incendio de Nivel 1 a las 16.30 horas por previsión de afección a masas arboladas superiores a 30 hectáreas, a la vez que se movilizaban una gran cantidad de efectivos, tanto de la Junta de Castilla y León como de la Diputación de Valladolid, con la intervención de tres medios aéreos (de Valladolid, Zamora y Segovia), tres agentes medioambientales, tres cuadrillas helitransportadas, dos cuadrillas de tierra, dos autobombas y un camión nodriza. Efectivos de la Guardia de Civil cortaban las VP-5004 con el fin de evitar males mayores. Una vez que el fuego se trasladó hacia el término de Urueña, se reabrió el tráfico.