«Hay un problema de comunicación y de falta de sentido de pertenencia»
Elecciones al Rectorado de la Universidad de Valladolid ·
Agustín García Matilla, candidato a rector en la UVAAgustín García Matilla es un viejo conocido del electorado de la Universidad de Valladolid pese a ejercer en campus periférico, el de Segovia, donde es decano de la Facultad de Ciencias Sociales. Fue uno de los cuatro candidatos en el proceso electoral de 2014 y ahora vuelve a intentar alcanzar el despacho del Rectorado de Santa Cruz.
–¿Por qué se presenta, una segunda vez en su caso, y quién es Agustín García Matilla?
–Lo primero es decir que llevo 35 años en la universidad pública española. He pasado por la Complutense, empecé en la UNED al ser nombrado por la primera mujer rectora, Elisa Pérez, fui director técnico de esa universidad. Y allí me di cuenta de lo mejor y lo peor que puede haber en la universidad española. Tuve ocasión de trabajar con vicerrectores como Emilio Lledó, Carlos García Gual, conocer a personalidades como Enrique Fuentes Quintana, y me di cuenta de que quería transformar la universidad. Había sido alumno en la Complutense y tenía claras las fortalezas y debilidades de la universidad. Y mi trayectoria ha sido siempre la de sintetizar mi pasión por la educación y la comunicación. Me titulé en la rama de Imagen de Ciencias de la Información, hace un par de días estuvimos celebrando el cincuenta aniversario del Instituto de Radiotelevisión, en el que fui alumno intentando adquirir la formación práctica que no habíamos tenido. MI trayectoria ha seguido por la Complutense y la Carlos III, donde fui vicerrector adjunto y director de Comunicación. Y he ido asimilando los mejores hallazgos de la universidad y he seguido viendo sus defectos. Y al llegar a la UVA me encontré con que nada más llegar me puse la camiseta institucional, no distingo entre la que fue mi primera universidad y esta. Me he encontrado con que frente a la Carlos III, donde había una gran cohesión con el personal de administración y servicios, el profesorado y los alumnos, aquí hay un gran problema que es la falta de comunicación y de cultura de pertenencia. Parece que en esta universidad no ponemos en valor los hallazgos y las grandes virtudes que puede haber en áreas de conocimiento diferentes. Desde el primer momento he visto esa debilidad. Y cuando me presenté por primera vez quería subsanar ese gran problema que era tener muchos elementos brillantes, hallazgos interesantes y que sin embargo la sociedad no conociera esos valores. Por eso me vuelvo a presentar. En su momento fui la candidatura más votada en número absoluto de votos pero ese 51% de voto ponderado de catedráticos y titulares hizo que no pasara el corte. Y creo que lo que he hecho en estos cuatro años ha sido seguir trabajando con mucho rigor por la universidad de Valladolid y conocer sus entrañas. Nadie me puede decir que no soy conocedor de la UVA en su conjunto. He tenido que comunicarme con los centros de Soria,Segovia yPalencia, he descubierto grandes personalidades tanto entre el PAS como entre el profesorado y hay valores que nos podrían poner en vanguardia de la universidad española si dispusiéramos de un plan estratégico. El problema que hemos tenido hasta ahora es que, por ejemplo, no se ha recuperado lo que se hizo hace años. En la época de Evaristo Abril ya se estaba trabajando por parte de los campus de la UVA en un plan estratégico que pretendía cambiar la universidad. El equipo actual no ha recuperado ese plan, y es algo que estoy detectando siempre. En lugar de recuperar lo mejor del trabajo anterior parece que inventamos cosas nuevas a las que se les pone un nombre distinto. Y lo fundamental es que, en primer lugar, la UVA defina su proyecto, hacia dónde caminamos, cómo queremos especializar los diferentes centros, detecte cuáles son los mejores hallazgos de sus grupos de investigación. Y cuál debe ser el valor de su Fundación General.
Tenemos una Fundación que no puede trabajar para los objetivos de su universidad porque la UVA no los ha definido hasta ahora. La razón por la que me presento es porque creo que conozco en profundidad la UVA, sus diferentes áreas, los problemas del PAS y del PDI y lo que necesitan los alumnos. Empezando por quienes son nuestros destinatarios principales, los alumnos, deberíamos ofrecerles un proyecto en el que cada año no tuvieran que preocuparse por si tienen profesores suficientes, si están contratados los asociados y si podrán tener un curso desarrollado con normalidad. En ese sentido hemos visto que cada año los etudiantes han tenido diferentes sobresaltos. Eso quiero eliminarlo. Y no permitir distorsiones como que unas comisiones decidan que unos tribunales de selección de profesorado tengan que reunirse un día antes de comenzar el curso. Quiero que tengamos una seguridad y que atendamos a nuestros estudiantes. Por otra parte, darles la oportunidad de contar con el valor añadido de poder tener actividades complementarias. En el caso concreto de una facultad como Arquitectura, que tiene las tasas más altas de toda la universidad española, que podamos compensar con seminarios, con la presencia de los mejores profesionales de la arquitectura, dándole valor añadido al grado y a los másteres. En Arquitectura hay un trabajo de extensión educativa que no se está contabilizando desde el punto de vista social y de difusión del conocimiento. Cada uno de nuestros centros está aportando a la sociedad unos valores. No solo es que atendamos bien a los alumnos, sino que completemos esa formación. Por otra parte creo que los alumnos, una vez que acaban sus estudios, deben tener una orientación profesional. Y para mí es fundamental que podamos dar esa orientación hacia unas salidas profesionales a todos los estudiantes. Además tenemos que plantear la internacionalización, no falta solo con los proyectos erasmus, sino que tenemos que plantear una enseñanza en lengua inglesa. Y hay una estrategia que debemos seguir que es proyectar nuestras capacidades para enseñar la lengua española a alumnos extranjeros. Una cosa que quiero resaltar es que hay universidades españolas en las que se está produciendo un fraude. Reciben alumnos chinos en másteres y esos alumnos no tienen nivel de español ni de inglés y se deteriora la calidad de la enseñanza. Los pocos alumnos españoles que se matriculan ven decaer la calidad de la enseñanza porque los profesores van aprobando a esos alumnos sin exigirles ningún nivel. Hoy he estado en el Centro de Idiomas y tenemos gran capacidad para que desde allí se pudiera hacer esa labor de nivelación con alumnos que vienen de ese país asiático, tanto en español como en inglés. Si la UVA reivindicara la capacidad para la enseñanza del español podríamos contribuir a tener una gran capacidad para recibir alumnos de otros países. Por otro lado hay que establecer intercambios con América Latina para aprovechar el potencial de la lengua. Tanto para hacer intercambios desde el punto de vista de la investigación, como para recibir a estudiantes que vienen de diferentes países latinoamericanos. Por ejemplo,Brasil es un país muy interesado en que sus alumnos vengan a estudiar a España. Tenemos la experiencia de los posgrados y másteres en los que siempre contamos con alumnos brasileños. Me parece fundamental otra idea, y es que los estudiantes de la UVA también puedan ver que hay una orientación de la formación para que al final de sus carreras puedan generar empresas que den servicio también a la UVA. Está claro que en Comunicación debemos apoyar una radio universitaria, una televisión universitaria y una propuesta multimedia de carácter universitario. Además, todos los campus necesitan contar con personas que conozcan las reglas básicas de la comunicación, tanto para la comunicación interna como para servir de puentes hacia los medios. Tenemos pendiente esa estrategia de poder construir un modelo de comunicación externa e interna que sea ejemplar en nuestro país. Y para eso debemos contar con los estudiantes, tanto de Publicidad y Relaciones Públicas como de Periodismo. Y hay trabajo para que, por lo menos desde el punto de vista de esa interacción comunicativa en toda la red de campus, podamos plantear esa posibilidad de incorporar, aunque sea como becarios, a muchos estudiantes para perfeccionar nuestra estructura comunicativa.
–Entre las críticas que se deducen de lo que dice se repite alguna que ya dejaba entrever en la anterior campaña en la que participó: la fragmentación de la UVA, el Parque Científico, la Fundación General... ¿Sigue existiendo?
–Pongo dos ejemplos. El Centro de Idiomas factura 1,2 millones anuales y obtiene un beneficio de unos 200.000 euros. Es algo ejemplar dentro de la UVA. Igual que lo es el trabajo del IOBA como centro de referencia de cirugía ocular, pero la UVA no pone en valor esos centros. La Fundación les da cobertura, se supone que dependen de ella ambos, pero es importante que la UVA tire de esas locomotoras que pueden ser ejemplares a la hora de conseguir financiación. La UVA trata a todos por igual. El problema que tenemos es que hay café para todos. En la política de profesorado sucede algo igual. En vez de movernos y ver qué necesita cada centro... Lo que tenemos que hacer es crear esa cohesión, definir un proyecto y sentir que estamos en el mismo barco. Esa fragmentación se extiende también a todos los centros de la UVA. Se ha hecho una política de profesorado uniforme que no distingue entre las necesidades de Arquitectura, Enfermería o Comunicación y al final no contentamos a nadie .Lo que nos encontramos al final de estos cuatro años es que sigue habiendo problemas y muy variados y no se ha conseguido atender a las necesidades de los diferentes centros.
«Nos han pedido que hiciérmos cantera y cuando lo hemos conseguido se ha eliminado el perfil en las plazas»
–Respecto al profesorado existen quejas por el hecho de que las únicas plazas que salen sin perfil son las de ayudante doctor, el paso siguiente para los asociados que quieren incorporarse. Eso hace que después de años sosteniendo la docencia en algunos grados, con el esfuerzo de obtener la tesis y publicar y acreditarse, se queden sin plaza.
– Ese es un problema fundamental. Nos han pedido que hiciéramos cantera y cuando lo conseguimos se aplica un baremo y se elimina el perfil en la plaza. Eso se ve desde dentro como la máxima transparencia, pero en realidad es una contradicción. Si una de las exigencias es crear cantera y hemos cumplido con ese requisito, lo que es una injusticia es que nuestros profesores tengan menos oportunidades que los que vienen de fuera. Y encima tenemos profesores jóvenes y el baremo que se aplica sirve para que un profesor de 45, 50 ó 55 años se incorpore a un contrato de ayudante doctor que debería corresponder a un profesor joven. Esa gran contradicción no se ha resuelto en comisiones ni en Consejo de Gobierno. Dimití precisamente porque me oponía a esa aprobación de un baremo que era incoherente. Y sin embargo los representantes de las comisiones defendieron que eso era por un afán de transparencia y de evitar la endogamia y eso no es así.
–Cuando resulta que hay 800 asociados y en algunas titulaciones son claves porque soportan la mayoría de la carga docente.
–En Medicina el vinculado es importante, por ejemplo, pero también en Arquitectura o Comunicación. Hay estudios que necesitan la aportación de profesionales que pueden aportar experiencia para enriquecer la formación de los alumnos. Pero existe otro perfil, que implica una cierta prostitución de la figura del asociado, pero que ha sido considerada necesaria porque era la única manera en la que muchas áreas han conseguido incorporar nuevos profesores, que ha sido la del falso asociado.Pero se les hace acreditarse, realizan un gran esfuerzo, tienen unos sueldos de miseria y cuando llega el momento se genera una especie de traición a esa voluntad de intentar acceder a la carrera universitaria.
–Ha habido problemas en algún grado incluso para pasar la acreditación del grado porque no se conseguía tener el número suficiente de profesores.
–Está claro que en un lugar como el IOBA, por ejemplo, va a haber profesores vinculados que nunca van a poder tener los méritos académicos porque están vinculados estrechamente a la profesión y si hacen cirugía ocular no van a tener el tiempo necesario para incorporarse. En Medicina, el vinculado tiene un sueldo de la UVA y otra pequeña compensación de Sacyl. Eso permitía hasta ahora que muchos médicos imprescindibles para la carrera estuvieran vinculados a la UVA. Pero ahora se va a producir que eso ya no les compense. Medicina está en riesgo de perder muchos profesores pero como cada vez hay una burocracia más delirante a esos profesores ya no les va a compensar prestar servicio en la UVA por mucha vocación que tenga. Y eso en grados como Medicina, Enfermería o Arquitectura es un grave problema.
–Ha hecho mucho hincapié en la comunicación. ¿Se ha avanzado ya en estos cuatro años? Porque era una reclamación entonces de casi todos los candidatos.
–Se han hecho iniciativa aisladas, pero no se ha hecho un plan de comunicación que esté en relación a las estrategias que queremos desarrollar en el futuro. Si no hay plan estratégico ni meta definida es imposible que haya comunicación eficaz. Al final no hay una sensación de plan global y eso es lo que queremos hacer. Definir un verdadero plan estratégico y posteriormente lanzar todo el plan de comunicación.
–Teóricamente se estaba trabajando en un plan estratégico.
–El problema es que no se ha hecho de abajo a arriba. Mientras que en época de Evaristo Abril sí había un plan en el que se puso a trabajar a los campus, ese plan estratégico se metió en un cajón y ahora se han marcado unas iniciativas o líneas que no representan un plan global. Y eso es un error, sobre todo cuando se plantea ya avanzado el mandato, porque lo que hay que hacer es plantearlo en los dos primeros años. No se ha hecho un esfuerzo ni por cambiar los estatutos y hay departamentos que están en la ilegalidad, sin los profesores necesarios para formar departamentos. Y sin embargo en el caso de Comunicación estamos insertos en un departamento de Historia Moderna,Contemporánea y de América, Comunicación Audiovisual, Periodismo y Publicidad, con ciento y pico profesores. No es de recibo. No estamos pidiendo qué hay de lo mío, uno de los defectos de esta universidad es que se ha dejado llevar por el qué hay de lo mío en cada departamento, grupo de investigación y área, y no se ha atendido a las necesidades de nadie. Un equipo rectoral con rigor debe hacer la radiografía de toda la UVA y ver qué necesidades hay y actuar en consecuencia. Por ejemplo, no se les ha definido la carrera profesional a los diferentes integrantes del PAS y no se sabe en función de qué se reparten los complementos y los pluses. Queremos saber cómo se define cada carrera profesional. Es importante además saber agradecer el trabajo de la gente y la universidad no ha sabido crear esa cultura de pertenencia porque ha sido reacia a agradecer el trabajo de profesores asociados y sus funcionarios y demás personal.
[Aquí, García Matilla lee, durante la entrevista, las líneas maestras de su programa electoral, que está exponiendo estos días en los centros].
–Si me preguntas por el equipo rectoral te diré que quiero tener el mejor equipo sin hipotecas de ningún tipo. No hay apoyo evidente de partidos políticos, sindicatos ni delegación de alumnos. Lo que quiero es tener manos libres para, si pasamos este primer corte, poder escoger vicerrectores en potencia que sean buenos profesionales, incluso aunque hayan formado parte de otras candidaturas.
–Menciona el apoyo político. Vivió las anteriores elecciones y cómo se desarrolló la votación final. ¿Le preocupa? ¿Cree que está presente?
–No, me preocupa que tiene que haber una supraideología que debe ser la defensa de la verdad. La búsqueda de la verdad en la información y la comunicación debe ser equivalente a la búsqueda de la verdad en el mundo científico. Estoy pidiendo a los alumnos, profesores y personal que estudien los programas y piensen cuál representa mejor una visión de política universitaria fuera del sectarismo que puede haber a veces en la política profesional. Y tengo una ambición. Si consiguiéramos trabajar por una política universitaria distinta, conseguiríamos influir en el cambio de mentalidad de la política profesional. Es importante que la universidad sea ejemplar a la hora de plantear una política que no sea cainita, sino de que podemos competir porque tenemos ideas diferentes pero estando en el mismo barco.
–Y desde el pragmatismo más vulgar: usted consiguió un 20,5% del voto ponderado en las últimas elecciones. ¿Por qué cree que esta vez puede superar el corte y afrontar la segunda vuelta?
–Porque quien me haya conocido me ha visto trabajar por la universidad. He promovido junto a directores de centro la conferencia de decanos, que pretendía informar al rector y facilitar su labor, pero desgraciadamente nos ha visto como si le lleváramos problemas. He formado parte del Consejo de Gobierno. He intentado llevar la opinión de los directores y directoras de centro a ese Consejo. He detectado que el Consejo no ha servido para reflexionar sobre el futuro de la UVA y sin embargo mis colegas en centros han visto que he tenido la voluntad para mejorar la universidad. Por otra parte he tenido una actividad incesante a lo largo de estos cuatro años, llevo cinco años como decano, y por encima de todo está mi lealtad institucional. Cuando me vinieron a ver los dos candidatos al Rectorado en la segunda vuelta [en los comicios de 2014] a los dos les dije que no podía hacer extrapolables mis votos a sus candidaturas. De hecho me ofrecieron formar parte de sus equipos y les dije que no me parecía honesto. Y en estos momentos creo que he ganado por lo menos el sentido de ‘auctoritas’. La gente me puede reconocer como un profesor, investigador, con mis cuatro sexenios, por encima de la media del profesorado de la UVA. Como soy buen investigador, docente consciente y una persona que ha hecho una labor de gestión reconocida en todos los lugares donde he estado, nadie me puede decir que tenga una debilidad en alguna de las facetas que se le pueden exigir a un rector.Y si salgo elegido pondré mi trabajo y mi experiencia al servicio de la UVA como he hecho desde que llegué aquí hace 11 años.