La Guardia Civil atribuye 66 robos en diez meses a la 'banda del gasoil'
Tres detenidos, vecinos de Pajarillos, están en la cárcel y el dueño de un taller de La Mora, acusado de receptar piezas y combustible
Los primeros robos de combustible se produjeron en febrero en una distribuidora de combustible de Boecillo, que los ladrones visitaron en varias ocasiones hasta sustraer la friolera de 15.000 litros de gasóleo. Comenzaba una operación, bautizada como 'Rocasoil', que concluyó en la madrugada del pasado viernes, 66 robos después, en la ronda norte, a la altura de Michelin, donde fueron interceptados por la Guardia Civil los tres presuntos integrantes de la 'banda del gasoil' al volante de sus tres aparatosos todoterrenos (todos ellos viejos Opel, Monterrey y Frontera, modificados para soportar más peso) cuando regresaban cargados de combustible después del último golpe en El Carpio. Los sospechosos, todos ellos vecinos de Pajarillos y con numerosos antecedentes por robos anteriores, fueron enviados a prisión el sábado por la noche en medio de un amplio despliegue policial ante la acumulación de familiares en los juzgados. Los agentes han conseguido «imputar» a la banda la autoría de 26 robos en explotaciones agrícolas y ganaderas y en desguaces de la provincia cometidos en los últimos diez meses, si bien consideran que pudieron cometer, al menos, otros 40 más (66 en total).
Pero el golpe a la delincuencia en el campo no concluyó ahí. Los agentes identificaron y detuvieron horas después al propietario de un taller de La Mora (Traspiauto), J. O. L. G., de 47 años, acusado no solo de receptar las piezas sustraídas por la banda sino también el combustible. «Creemos que las piezas las encargaba para luego montarlas en los coches que reparaba y, además, disponía de un depósito de grandes dimensiones para vender también el combustible», según explicó ayer el teniente coronel Javier Peña, quien aclaró que el sospechoso, al que investigan también por un delito de fraude al seguro (denunció el robo de dos «costosísimas» máquinas de diagnosis que aún tenía en el taller), tenía antecedentes por receptación de piezas robadas y por trucar los cuentakilómetros de los coches. Tanto es así que el 4 de noviembre ya fue detenido en la capital por cambiar un motor robado a un turismo. Su taller permanece aún precintado.
En cuanto a los tres principales sospechosos, dos veteranos de 50 y 53 años, R. B. B. y M. A. B. R., y un joven de 31, A. H. B., los agentes les atribuyen el robo de 76.000 litros de gasóleo por toda la provincia, especialmente al suroeste (en torno a Tordesillas) y de decenas de piezas de coches. Contaban, incluso, «con un surtidor casero que conectaban a la batería del coche para extraer grandes cantidades de gasoil –el grupo cometió hasta seis robos en las mismas explotaciones–» que transportaban en sus todoterrenos. Ya en la capital contaban con una nave en la que guardaban los Opel y el botín. Lo que no llevaban al taller «lo vendían ellos mismos en su círculo más cercano». La operación continúa abierta. Los sospechosos, por ahora, están en prisión.