Samuel Vaticón, vallisoletano que superó una leucemia
«Lo primero que haré será contratar un seguro de vida»A sus 41 años, la enfermedad que sufrió a los 16 le ha supuesto numerosos inconvenientes financieros
Al portillano Samuel Vaticón González le diagnosticaron leucemia con tan solo 16 años. Tras un intensivo y duro tratamiento que le llevó a estar dos ... años con ingresos continuos, finalmente recibió el alta con 21 años. Han pasado dos décadas desde entonces. En su organismo no hay ni rastro de aquel cáncer infantil, sin embargo sí que queda un apunte en su historial médico, que salta como un 'chivato' cada vez que desea contratar un servicio financiero o médico. Este joven es uno de los 2,2 millones de personas que se beneficiarán de la nueva ley que regula el derecho al olvido oncológico. «Ya era hora de que lo aprobasen, porque era algo totalmente injusto», arranca Samuel, que aunque clínicamente está completamente sano, a la hora de realizar este tipo de gestiones siempre le han hecho sentir como si siguiera siendo un paciente oncológico.
Hace unos años, la empresa para la que trabaja le ofreció la posibilidad, como al resto de trabajadores, de disponer de un seguro de salud, algo a lo que finalmente se vio obligado a renunciar. «En un principio no pedían ningún requisito ni estudio médico, pero en cuanto les mencioné mi leucemia empezaron los problemas. No es que me impidiesen darme de alta, el problema es que me ponían unos requisitos totalmente injustos. Cualquier dolencia o afección que pudiese estar relacionada con el cáncer o con el tratamiento que recibí, ya no me lo cubría. Todas las cuotas iban incrementadas y llevaba una carencia añadida, solo por el hecho de haber padecido cáncer. Al final decidí no contratarlo porque consideré que era un abuso en toda regla», explica.
Samuel volvió darse de bruces con la realidad hace dos años, cuando acudió con su pareja a una entidad bancaria para pedir un préstamo hipotecario para comprarse una casa. «Nos informaron de que si contratábamos un seguro de vida, la cuota variable sería más baja. Nos pareció interesante hacerlo. Mi pareja pudo contratarlo sin problema, pero en cuanto yo les dije que había padecido cáncer, me dijeron que no. Habían pasado casi 20 años desde que mi leucemia remitió y aún así no pude hacerlo. Mi pareja tuvo que asumir el 100% del seguro de la casa, lo que supone que si a ella le pasara algo, yo lo tendría todo cubierto, pero si al que le pasa algo es a mí, a ella no la cubre nada. Eso nos deja en una situación de total vulnerabilidad», explica.
Después de tantos años y tantas trabas, Samuel ha aprendido a convivir con este tipo de dificultades y ha llegado incluso a poner a prueba a algunas aseguradoras. «En otra ocasión, me llamaron para venderme un seguro de decesos. Yo no tenía ninguna intención de contratarlo, pero por curiosidad quise ver qué pasaba. En cuanto les dije que de adolescente había pasado una leucemia, enseguida reaccionaron y se negaron a hacérmelo. Me llamó mucho la atención, porque actualmente, las posibilidades de volver a contraer cáncer son las mismas que las de cualquier otra persona, por lo que no tiene ningún sentido que nos pongan tantas trabas», comenta con resignación.
Para este joven, nutricionista de profesión y padre de dos niñas pequeñas, el hecho de que la ley se haya aprobado, le parece un éxito rotundo. «Me he sentido discriminado a nivel económico a causa de una situación sobrevenida de la cual no tengo ninguna responsabilidad. Yo no tengo la culpa de haber padecido un cáncer. Con esta ley por fin podremos tener los mismos derechos que cualquier otra persona. Ahora, por fin, seremos iguales al resto de personas y lo primero que voy a hacer será contratar un seguro de vida», informa. «Afortunadamente la sociedad cada vez está más sensibilizada con estos temas. Todos tenemos a algún allegado que ha padecido o va a padecer cáncer, por lo tanto, hay que aprender a eliminar esos tabúes sobre aquellos que pasan por un proceso oncológico. A partir de un determinado número de años, la posibilidad de recaída es la misma para nosotros que para aquellas personas que no lo han padecido nunca. Todos nos podemos ver en esta situación y con esta ley, creo y espero que estos problemas queden solucionados», concluye
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión